Capítulo 2

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Sara

Oigo la voz del entrenador Nekomata detrás y me volteo para saludarle. No puedo ocultar mi sorpresa al verle caminando hacia mi posición con un chico alto y guapísimo que lleva una C bordada en el uniforme del Nekoma. ¿Ése es el capitán del equipo masculino?

Un leve cosquilleo me recorre entera al ver la mirada que me dirige ese bombón, sus ojos me observan con intensidad y una sonrisa arrogante y divertida asoma de sus labios...

Mierda, si llego a saber que iba a cruzarme con un tipo tan jodidamente sexy, me habría maquillado un poco y quizás hubiera dejado mi cabello suelto hasta la hora de empezar a entrenar. Llevo poco más de una hora aquí con mis compañeras de equipo y puedo asegurar que en los equipos de la prefectura de Kioto no hay capitanes ni chicos tan guapos como en Tokyo.

A pesar de que no me he puesto pibón, parece que al sexy pelo pincho le gusta lo que ve, no soy una inexperta incapaz de percatarse de cierto tipo de miradas y gestos. El capitán bombón quiere tema y a mi me agrada demasiado lo que veo de él como para que me molesten sus intensas miradas.

—Sara —me llama el entrenador al situarse frente a mí—. Este es Tetsuro Kuroo, el capitán del equipo masculino —me mira y asiento—. Creo que habéis hablado por e-mail —me aclara con interés.

Es en ese instante en el que recuerdo los e-mails que cruzamos un par de meses atrás. Fue justo tras aceptar la oferta del Nekoma, Kuroo contactó conmigo para darme la bienvenida y me puso un poco al día sobre mis compañeras de equipo y la liga en la que jugaban.

En ese momento me maldigo por no stalkearlo y buscar su perfil en la red, si hubiera sido un poco más curiosa ahora estaría frente a él con un aspecto mucho más atractivo.

A Kuroo no parece importarle que no lleve maquillaje y que mi cabello esté recogido en una alta cola de caballo, él sigue mirándome con interés y con esa sonrisa arrogante que empieza a gustarme demasiado.

—Es un placer conocerte en persona por fin, Sara. —El tono de su voz se vuelve más ronco y oscuro al pronunciar mi nombre— ¿Te apetece que te enseñe esto? —me pregunta señalando el edificio.

—¡Oooh... ¡Venga ya Kuroo! —exclama con desagrado Negumi, nuestra colocadora—. Hace más de una hora que estamos aquí, obviamente Sara ya conoce el edificio y las dependencias. —responde mirándolo con fastidio, el capitán bombón alza una ceja y le sonríe de manera peligrosa, intuyo que estos dos no tienen buen feeling entre ellos.

—¿Y puede saberse la razón de que hayáis llegado una hora antes de lo previsto, Negumi? —pregunta Kuroo en tono burlón, oigo a un chico bajito del equipo masculino reír en voz baja, mientras ella resopla con fastidio—. ¿Acaso intentabas ver a alguien? —cuestiona con intención.

Mi compañera de equipo se pone roja como un tomate mientras alza el índice y señala al capitán bombón con aire acusador.

—No te metas dónde no te llaman, Kuroo —responde dándole la espalda mientras agarra mi brazo y se aleja conmigo y el resto de las chicas en dirección opuesta a la del equipo masculino.

—Ten un poco de dignidad y aprende de tus errores.... ¡Sabes que él volvería a hacerte lo mismo! —le recomienda Kuroo negando para sí, me parece reconocer un tono de preocupación en su comentario ya que su sonrisa burlona ha desaparecido y la mira con seriedad.

—Vete a la mierda, Kuroo Ketsuro —responde mi compañera desde la distancia.

Yo me volteó y veo al capitán bombón mirándonos con un gesto en su rostro que no atino a reconocer, alzo mi brazo en señal de despedida y él me devuelve el saludo con una cálida sonrisa.

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