Capítulo 3

594 51 11
                                    


Kuroo

Agarro la toalla que me pasan, me seco el sudor de la frente y le doy un largo trago a la bebida isotónica. Mierda, ha faltado poco para que nos toque hacer las vueltas de plancha en la pista, todos los equipos han mejorado mucho, en especial los del Daisho que siguen con su juego sucio, por suerte sé qué instrucciones darle a los míos para contrarrestar su actitud.

Me siento en el banco y veo al viejo Nekomata mirándome con seriedad, alzo el brazo en señal de saludo y él asiente varias veces. Está contento con los resultados y con ese gesto está reconociendo mi esfuerzo. Sé que al entrenador le preocupaba que los meses de vacaciones hubieran repercutido negativamente en nuestro rendimiento, pero tanto yo como el resto del equipo, hemos seguido entrenando sin descanso. Ya lo dije al acabar la temporada anterior, en mi último año quería llegar a lo más alto y lograr conseguir, al menos, estar en las semifinales del campeonato nacional.

Miro con interés el último partido que se está jugando en el pabellón, son las 5 de la tarde y llevamos haciendo rondas desde las 9 de la mañana con un breve descanso para comer, en unos minutos nos reuniremos con el equipo femenino y será en un entrenamiento mixto dónde reforzaremos los fallos que el equipo técnico nos ha detectado en las sesiones de hoy.

–¡ESO ES! ¡TOMA YAAAA! —Un fuerte grito se oye desde la pista central.

Sonrío y alzo el puño en señal de victoria al ver a Bokuto, el capitán del Fukurodani, celebrar un potente remate que sentencia el partido. A pesar de que Bokuto juega en otro equipo y lo considero un rival, también es un tío de puta madre y es uno de mis mejores colegas.

Debo reconocer que cuando estoy con él, mi actitud se asemeja a la de un crío de 12 años, pero con mi colega Bokuto las cosas son siempre divertidas y muy locas... Recuerdo esa vez que nos liamos con 2 hermanas gemelas... ninguno de los puede afirmar si amanecimos en la cama con la misma gemela con la que nos fuimos al inicio de la noche... Fue una puta locura.

El pitido que señala el final del partido resuena en el pabellón y Bokuto se dirige a mi posición con los brazos en alto en señal de triunfo.

—¡HEY, HEY, HEY  BRO!! —me saluda acercándose con rapidez—¡QUE PUTA LOCURA DE REMATE ACABO DE HACER! —exclama gritando con fuerza mientras se dirige a mi posición.

Como ya lo conozco y se lo loco que está preparo mi pecho y salto a su encuentro. Nuestros torsos chocan en el aire con fuerza en un saludo lleno de testosterona y hormonas revolucionadas. El cabrón está hecho un toro y me cuesta mantener el equilibrio, pero yo también estoy en forma y aguanto su embiste sin problemas.

—¡Estás en forma bro! —afirma posando su mano sobre mi hombro—. ¡Pero este año no vas a parar ni uno de mis remates! —me reta divertido.

—Ja, ja, ja... —respondo riendo—. ¡Me he pasado los dos meses de vacaciones entrenando como un cabrón, te aseguro que voy a poder pararlos casi todos!

—¡Estoy que me salgo Kuroo! —afirma feliz—. ¡Me he hinchado de meterles puntos a los del Aoba Josai! ¡Si hubieras visto la cara de fastidio de Toru Oikawa! Le he pasado la bola por la cara en varias ocasiones... ¡El muy imbécil seguro que se ha cagado en sus calzones de pijo!

Asiento riendo, al crack de Bokuto tampoco le agrada el gilipollas de Oikawa, él es un tipo de los míos... Sin memoria.

Miro con aire distraído a la pista donde los del Aoba Josai se encuentran. Hoy no hemos coincidido en ninguna de las listas y, al igual que con el equipo de Bokuto, no he podido enfrentarme a ellos. Mi apuesta sigue en el aire y yo estoy con unas ganas locas de enfrentarme a Toru para ponerlo en su sitio... Un grupo de chicas entran en el pabellón y se acercan a Toru gritando como histéricas... ¿Acaso son tontas?

Bokuto sigue atento a mi mirada y se ríe burlón al ver el club de fans de Toru Oikawa.

—Esas tipas están bien locas y no veo a ninguna que esté buena —dice riendo—. Parece que Toruíto está perdiendo facultades... —Le miro burlón y asiento—. He oido lo de Megumi, la chica de tu equipo femenino... —deja caer Bokuto ya en tono serio—. ¿Has visto el video?

Asiento desde mi posición mirando con rabia a Toru Oikawa, pasaron el video a uno de los grupos que tengo, lo abrí sin saber de qué se trataba y al darle al play, me encontré a Toru Oikawa y Megumi follando encima de una mesa, lo quité nada más percatarme de qué se trataba, pero el video duraba varios minutos...

—Se ha filtrado que a Megumi le gusta que le den duro... —deja caer Bokuto con seriedad—. ¿Cómo lleva ella todo esto? —me pregunta con preocupación, yo me encojo de hombros.

—La actitud de Megumi me tiene bien desconcertado, quizás si que es cierto que es un poco masoquista... —dejo caer confundido, Bokuto me mira sin comprender—. Ella sigue colada por Toru Oikawa —le aclaro encogiéndome de hombros—. Es más, defiende al tipo como una pirada de cualquiera que se atreva a acusarlo o insinuar que ha sido cosa de él. Ya he tenido varias discusiones con ella debido a esto. Es una de las gatas y aunque nunca hemos sido muy cercanos, he creído conveniente avisarla y contarle como es él en realidad, pero no atiende a razones. Espero que pronto se de cuenta, ninguna tía merece que alguien le haga algo así —finalizo en tono serio.

—Puto Toru Oikawa —murmura Bokuto con rabia, yo asiento y luego dejo salir mi sonrisa burlona.

—Prepara tu móvil, Bokuto. Si le gano en el próximo enfrentamiento, será mi criado durante un día. Ya he encargado el disfraz por internet, uno con la falda muy corta —aclaro con mi sonrisa burlona—. Pronto habrá más videos de Toru circulando por ahí y te aseguro que estos no le dejarán en buen lugar...

—¡¡Hey, hey, hey!! ¡¡No jodas bro!! —exclama riendo—. ¿En serio? ¡Tienes que ganar esa apuesta cueste lo que cueste! —dice riendo, yo asiento con seguridad.

—Claro que lo haré, no me perdonaría no aprovechar la ocasión de ridiculizar al puto Toru Oikawa —afirmo sin dudarlo con una carcajada.

—Eres un jodido crack, Kuroo —afirma mi bro chocándome los cinco—. Y tan chulo como sólo un gato del Nekoma puede serlo... —deja caer en tono de fingido reproche.

Yo sonrío y dejo salir una carcajada triunfal, me he prometido cumplir 2 objetivos en estos 6 días de concentración. La primera de ellas es lograr hacerle saltar un diente a Toru Oikawa y la segunda es conseguir tema con la capitana del equipo femenino.

Me despido de Bokuto con la promesa de vernos a la hora de la cena y avanzo en dirección a la salida, las gatas están entrenando en edificio de al lado y es allí dónde se va a dar el comienzo para conseguir mi segundo objetivo.

Sara Reyes, prepárate porque Kuroo Tetsuro va con todo a tu encuentro.

Dejo salir un largo silbido y todo mi equipo se sitúa a mi lado, me miran orgullosos; hoy hemos logrado unos resultados de puta madre. Nos ponemos la parte superior del uniforme del Nekoma y salimos del edificio como lo que somos: Los putos amos.

RumoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora