Capítulo 6

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La jornada comenzaba y yo no podía estar más perdida, me acerqué a un chico que vi en aquel pasillo infinito y le pregunté dónde se encontraba el aula de elementos, él se giró al escuchar mi pregunta y su rostro se me hacía familiar, como si ya le hubiera visto antes, hice un esfuerzo para recordarlo y lo reconocí, era él, Ohdey Leegan, quien me miró de arriba a abajo de una forma un tanto arrogante y sin más se marchó sin contestarme, haciéndome quedar bastante confundida y enfadada ante su soberbia, no obstante, no quise darle más importancia de la que tenía, por lo que, me acerqué a otra chica y ella muy amablemente me llevó hasta la clase.

En la salida topé con Aron en la sección de astrología.

-Hola Ci, ¿cómo te ha ido el día? – me preguntó sonriente como siempre.

-Bueno, no ha ido tan mal, y el ¿tuyo?

-Genial – perdió la mirada unos segundos y se quedó embobado mirando a un chico de pelo castaño y corto con ojos marrones, alto y con una sonrisa bastante bonita, que parecía mayor que él.

-Aron – comencé a hacerle gestos en frente de su cara, hasta que volvió en sí – Y... ¿Quién es él? – pregunté con una sonrisa coqueta y tono burlón, haciendo que sus mejillas se tornaran de rojo mientras evadía mi pregunta.

-¿Quién es quién?

-Él chico que acabas de comerte con los ojos.

-No digas tonterías anda, no es nadie – insistió.

-Aron venga dime la verdad – le observé fijamente, haciendo que apartara la mirada por unos segundos dudando qué hacer.

-Está bien – volvió a dirigirse hacia mí – se llama Elaya Silva es un año mayor que yo, y puede que me lleve gustando desde hace un tiempo – contestó sonrojándose.

-Es bastante guapo - dije mirando al objetivo - ¿él lo sabe? – pregunté.

-No, ni si quiera hemos hablado mucho, solamente un hola y adiós, es amigo de Tyr, van al mismo equipo de remo y lucha. De todas formas, tiene pareja, ese de ahí – señaló a otro chico – se llama Luke Macinni, llevan ya poco más de un año – su mirada volvió a sumergirse en aquel chico y su rostro comenzó a ponerse apenado – bueno – volvió mirarme – se me olvidaba decirte, Ciara Márquez, está usted invitada a la fiesta en el edificio de los Neró esta noche. ¿Me haría el tremendo honor de ser mi acompañante? – preguntó haciéndome una reverencia que me hizo reír.

-Por supuesto – contesté sonriéndole de vuelta – me vendrá bien despejarme.

-A las 22 iremos allí ¿te parece bien?

-Perfecto.

Nos despedimos y él se fue a la biblioteca, mientras, yo aproveché para ir a la cafetería a por algo de comer, allí me encontré de nuevo con Ohdey, él me miró y siguió recorriendo el pasillo escogiendo su comida, sin decir ni una sola palabra. Decidí ponerme en el hueco de al lado, a ver si así la tentaba a decir algo, pero fue un intento en vano. Terminó de seleccionar los alimentos y cuando se marchaba a coger un sitio decidí enfrentarlo.

-¿Tienes algún problema conmigo? – pregunté tajante. Él se paró en seco y se volvió.

-¿Disculpa? – volvió a mirarme arrogantemente.

-Creo que me has oído, pero te lo repito de nuevo, ¿tienes algún problema conmigo? – repetí seria y amenazante. Él solo rio por lo bajo.

-Por qué tendría un problema contigo, ni si quiera te conozco – respondió en tono de superioridad.

-No lo sé, esta mañana te he preguntado dónde estaba la clase de elementos y ni si quiera me has contestado, simplemente te has ido – repliqué.

-A sí, tú eres la de esta mañana – contestó acercándose demasiado a mí, pasó su lengua por el labio inferior mojándolo y se dirigió a mi oído – lo siento, pero no soy el guía de nadie – susurró poniéndome los pelos de punta y se separó sin quitar su mirada de mis ojos.

El corazón de OriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora