KyungSoo siempre supo que tener esperanzas de algo bueno en su vida era demasiado pedir. Sabía que nunca tuvo el amor ni el cariño de sus padres, incluso sabía que el hombre era cruel, pero nunca se imaginó a qué tal grado.
Su corazón golopeteaba con desesperación en su pecho y se preguntaba que sería de su vida a partir de ese momento, ¿Huir? ¿A dónde? ¿A dónde podría escapar si no tenía nada ni nadie? No podía evitar maldecir una y otra vez su suerte, y deseaba con todas sus fuerzas haber saltado de ese puente cuando tuvo la oportunidad y no aferrarse a la vida. Su padre era un hombre muy cruel, lo había entregado a esos hombres llenos de maldad, la mafia iría por él, sabía que estaban aterrizando el lugar, lo atraparían, lo usarían y quién sabe que cosas más crueles le harían, todo para pagar las deudas ajenas de su padre.
Un sentimiento tan fuerte de rabia, ira e impotencia se acumuló en su pecho como nunca jamás había sentido, su cabeza era un mar de sentimientos encontrados por qué sentía miedo, mucho miedo, el temor y el terror de saber que esos hombres no lo perdonarían aún si suplicaba que no tenía nada que ver con los asuntos de su padre. Su cuerpo temblaba de miedo, tenía unas inmensas ganas de llorar, sus ojos picaban, el escozor que sentía al tratar de detener sus lágrimas se estaba volviendo cada vez más fuerte.
Miró a MinSeok y al otro chico, SeHun cruzar palabras, pero sinceramente KyungSoo no estaba presentando atención, su mente era un caos, era como esa terrible tempestad que tomaba por sorpresa el océano. Podía ver a MinSeok tomarlo de los hombros y sacudirlo, decir palabras que sus oídos no lograban escuchar, solo podía escuchar el fuerte zumbido que aparece cuando pierdes la conciencia. Miró los ojos de MinSeok preocupados, podía ver lo alterado que estaba, pero su mente no podía reaccionar, KyungSoo comenzaba a ver borroso, parpadeó un par de veces y cuando creyó que perdería la conciencia por completo, la voz de JongIn y su mano fuertemente sosteniendo la suya, lo volvió a la realidad.
- ¡KyungSoo bebé!-
KyungSoo buscó la voz de JongIn, estaba justo a su lado, apretando su mano, viéndolo con una extraña mirada que KyungSoo no supo descifrar. Sintió la suave y cálida mano de JongIn aferrada a la suya. Miró a su alrededor parpadeando fuertemente alejando de su mente esa neblina que estaba nublando sus sentidos.
- ¡KyungSoo bebé está actuando raro! ¡A JongIn no le gusta esa mirada de KyungSoo bebé!-
El corazón de KyungSoo dió un vuelco, miró por unos segundos a JongIn, a MinSeok frente a él, y a SeHun un poco más atrás, el zumbido en sus oídos se había ido, ahora solo quedaba ese sentimiento de inseguridad y miedo, sin embargo, sus sentidos estaban de regreso. Le partió el corazón mirar la angustia tanto en el rostro de MinSeok cómo en el de JongIn, quizás después de todo, si había alguien que se preocupaba por él. Tragó duro, pasando saliva y sintiendo un nudo en su garganta.
- Es-estoy bien- murmuró en un hilo de voz, mirando los ojos llorosos de JongIn, le sonrió débilmente.- Estoy bien, JongIn, de verdad...-
Miró a MinSeok apretar sus labios con fuerzas y morder el interior de su mejilla, sinceramente no, no estaba bien, pero, ¿Qué más podía decir? JongIn estaba al borde de las lágrimas, el chico era hipersensible a las emociones ajenas, suficiente tenía con separarse de su hermano al cuál estaba demasiado acostumbrado. KyungSoo creía, que tal vez JongIn en su mente estaba relacionando sus expresiones con las de su hermano TaeMin, KyungSoo no quería seguir angustiando al chico.
- Tenemos que irnos, KyungSoo,-
El chico miró a MinSeok y asintió un par de veces. Sostuvo la mano de JongIn con fuerza, sin ser consciente de que aún lo seguía agarrando.
- Bien, vamos,- respondió rápidamente.
Sin embargo, MinSeok al mirar a KyungSoo y JongIn tomados de la mano, negó un par de veces.
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Nuestra Historia De Amor [KaiSoo]
RomanceEstá historia NO es una secuela de Síndrome (KaiSoo) es una historia totalmente diferente, con un final diferente, pero con la misma temática. Sinopsis: JongIn es un chico con una discapacidad mental que tuvo la mala suerte de nacer en un hogar no...