Capítulo 3: Chico Especial

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[Advertencia: Bullying]



- Shh, silencio, nos va a escuchar y ya no podremos jugar y divertirnos.-

Agazapados entre los arbustos, un grupo de niños se empujaban entre si, reían y miraban a escondidas como un aparente chico buscaba el escondite dónde ellos estaban.

A simple vista podía parecer un juego inocente como cualquiera, pero no lo era.

El chico daba vueltas de un lado a otro con los ojos vendados, buscando a tientas algo que no encontraría jamás. Los niños continuaban riendo entre susurros y empujones hasta que el chico con la venda en los ojos tropezó y cayó al suelo golpeando sus rodillas y manos.

- Es un tonto,- murmuró uno de los niños.

- Acabemos con este juego, se está poniendo aburrido, ese retrasado jamás no encontrará -. Había dicho otro.

- Bien, a la cuenta de tres todos tomen una roca y arrojemosla a ese retrasado, ¿Entendido? -

- ¡Sí!- Respondieron todos los chiquillos.

Con sus pequeñas manos, el grupito de niños tomaron rocas del suelo, y poco a poco comenzaron a acercarse al chico que yacía en el suelo tratando de levantarse. El chico logró ponerse de pie tambaleando un poco, sin quitar la venda de sus ojos, por auto reflejo sacudió el polvo de sus manos y ropa desgastada.

Hasta ahí todo parecía inocente.

Hasta que la voz chillona de uno de los niños dió la orden que todos esperaban:

- ¡1, 2, 3! ¡Acaben con ese fenómeno, chicos! ¡Ataquen!-

Así, los pequeños mounstro de no más de siete u ocho años, comenzaron aventar las rocas al chico con la venda en los ojos.

Al sentir los golpes, el chico de tez trigueña alzó sus manos para cubrirse de los golpes de las rocas. Ni siquiera trataba de cubrirse completamente, solo estaba ahí, con los ojos vendados sin moverse de su sitio.

- ¡Ja ja ja! ¡Es un tonto!- reían los niños sin dejar de lanzar golpes.

El chico comenzó a sollozar al no dejar de escuchar como esos niños lo llamaban tonto y retrasado, incluso le habían dicho fenómeno. Pero él no lo era.

- ¡Miren! El retrasado está llorando, quiere a su mami, pero su mami no lo quiere, ¡Ja ja ja!- dijo con burla uno de los niños. Y con más fuerza siguieron lanzando las rocas.

Inevitablemente, el chico comenzó a llorar más y más, alzó un poco la venda de sus ojos quedando atascada entre su pelo y frente, comenzó a limpiar inútilmente las lágrimas que brotaban de sus ojos sin poder evitarlo. El chico, no lograba comprender por qué esos niños que eran sus amigos le hacían eso. Se supone que eran sus amiguitos, ellos lo habían sacado de casa para jugar con él. Bueno, no precisamente de su casa, el chico estaba sentado en el pórtico con un juguete de plástico en sus manos, era un juguete que todo niño quería, un emblemático Woody de Toys Story. Él jugaba solitariamente sin hacer ruido con Woody, cuando su madre había llegado con un señor desconocido y lo sacó a empujones, le había dicho que no lo quería ahí en lo que restaba del día. Y él era un buen niño, se había sentado en el pórtico y decidió esperar a que su Hyung regresará. Fue ahí cuando sus "amiguitos" llegaron y lo invitaron a jugar.

En un principio el chico dijo que no, a su Hyung no le gustaba que saliera de casa, incluso a veces le decía que se quedará dentro del armario, no entendía del todo por qué, pero aún así él era un chico bueno y obediente. Pero esos niños insistieron en que era un juego divertido, y que su Hyung no se enteraría. Y en su mente inocente, el chico creyó que se divertiría y salió.

Nuestra Historia De Amor [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora