Cuando desperté me encontraba acostada en la cama de la habitación, no supe en qué momento me quedé dormida, pero debió ser en la playa porque no recordaba haber regresado a la casa. Joseph no estaba a mi lado y sentí un gran vacío, estaba acostumbrándome a despertar a su lado.
Me puse la bata y bajé por un vaso de agua, escuché unos ruidos al fondo de la cocina y abrí una puerta que no había visto antes, solté el vaso que traía en las manos al ver a Joseph sin camisa besando acaloradamente a una chica.
—Oh, por dios —exclamé mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y ambos voltearon.
—___... dijo él separándose de la chica
que se cerró la blusa.—¿Cómo has podido?, ¡eres un cínico desvergonzado! —grité corriendo de ahí.
—Escúchame, por favor —pidió atajándome de un brazo.
—Suéltame, no quiero que vuelvas a tocarme, eres de lo peor.
—___, debes creerme cuando te digo que te amo, en verdad eso siento por ti, pero... sí, soy muy débil, no puedo evitarlo.
—¿Y así dices amarme?, ¿aceptando que te enredarás con quién sea?
—___, no llores, por favor, no me gusta
verte llorar.—Eres un infeliz Joseph Quinn, no vales la pena.
—Tal vez tienes razón, pero... ¿nunca has tenido una adicción en tu vida?, aunque trates y trates de dejarla es más fuerte que tú y eso me pasa a mí... soy un adicto.
—Eres un desgraciado, eso es lo que eres y no quiero volver a verte el resto de mi vida, quédate con tu adicción y a mí déjame en paz.
—por favor, ya no llores, corazón—me sujetó por los hombros —no llores, escúchame ____. ¡despierta!, despierta
por favor.Abrí los ojos y Joseph me miraba asustando sujetándome por los hombros, estábamos en mi departamento, y de pronto caí en la cuenta que hacía una semana que habíamos regresado después de pasar la fiesta de año nuevo con su familia. Yo estaba sollozando por el sueño que acababa de tener y lo abracé fuertemente.
—Todo fue una pesadilla, corazón, cálmate por favor.
—Fue tan real, todo fue tan real respondí entre lágrimas.
—Pero no lo era, ¿qué soñaste mi amor que te alteró tanto? —preguntó mientras me acariciaba la espalda tratando de consolarme.
—A ti, Joe... estabas con otra y... —no pude continuar, el llanto me quebró la voz.
—Mi amor, jamás te engañaría —tomó mi rostro entre sus manos —te amo, por favor, grábatelo bien, tú eres la única mujer que hay en mi mente y en mi corazón.
Me dio un corto beso en los labios, pero yo lo sujete fuertemente y se lo devolví frenética, quería asegurarme que esto fuera real, que en verdad estaba él, ahí, en mi cama, conmigo, creo que lo desconcerté, pero me correspondió el beso con la misma intensidad, besé desesperada su cuello mientras mis manos bajaban a su bóxer.
—Demuéstrame que me amas y que soy la única para ti —susurré en su oído.
Joseph me envolvió en sus brazos y me recostó, me quitó la ropa interior y se colocó encima de mí, me besó apasionadamente, pero a la vez con ternura mientras deslizaba su mano por mi contorno, yo enredé mis piernas en su cintura, estaba demasiado desesperada por sentirlo dentro, no sé si por el sueño, pero quería que me hiciera suya en ese instante, sin más preámbulos. Me miró un tanto inseguro, quería prolongar el momento, como siempre lo hacía, pero ejercí fuerza con mis piernas y entró en mí de golpe, me arqueé al sentirlo y me aferré a su espalda, moviéndome rápidamente, marcándole el ritmo que deseaba.
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¿Estás libre esta noche? (Joseph Quinn adaptación)
Fanfiction𝙏𝙧𝙚𝙨 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙨 𝙧𝙚𝙜𝙡𝙖𝙨 𝙖 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧: 1. No nombres 2. No preguntas personales 3. No lazos afectivos ¿Serás capaz de cumplirlas? +18. - Esta historia no es mía, es ADAPTACIÓN. Créditos a la creadora original: AnneHilldweller. Novela...