Capítulo 02

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El departamento es amplio, Nam se encargó del contrato hace meses, no era demasiado caro a pesar de tener cuatro habitaciones, nosotras éramos tres así que valía la pena, aunque sobrara una habitación. Tampoco es que tuviéramos muchas opciones, necesitábamos encontrar un nuevo lugar, ya no podíamos quedarnos en la facultad si no éramos estudiantes.

Y realmente me agradaba este lugar, es acogedor, tranquilo, pero lo que más me agradaba es que el baño era solo mío. Nam y Baitoey comparten el baño que está dentro de sus habitaciones con puertas conectadas. Es algo que me hizo mucha gracia en su momento ya que Nam me peleó la habitación con ventana hacia la avenida. Perdí esa pelea, pero luego Baitoey llegó y eligió la habitación junto a la suya, y a Nam tampoco le hizo mucha gracia compartirlo. Supongo que es mi turno de sufrir un poco.

Espero al menos que Becky sea respetuosa con mis cosas y haya traído las suyas propias. No me agradaría ver que uso mis productos. Y mucho menos me agradaría que no lo mantuviera limpio, como yo lo hago. No es que sea una maniática de la limpieza y el orden, cualquiera que entre a mi habitación podría darse cuenta de que para nada es así, pero el baño es otra cosa.

Pienso un momento que tal vez lo del baño sea lo de menos, mi habitación esta frente a la de ella, y ambas puertas están a unos pasos del cuarto de baño justo al final del pasillo. Y cuando oigo un portazo y luego el agua correr, mi mente se distrae.

No puede ser nada sano, tenerla solo a unos pasos. Y no hablo de ella en sí, si no lo que conlleva eso.

Llevo todo el día frente a mi escritorio, el brillo de la laptop empieza a calarme en los ojos, me ajusto los anteojos y parpadeo un par de veces para darme cuenta de que ya es de noche y solo escribí tres hojas.

Llevo horas escribiendo, bueno, al menos la mitad del tiempo solo di vueltas en la silla giratoria pensando como hilar las ideas, y también pensando en dichas ideas.

El agua sigue corriendo, lo primero que pienso es en que Becky probablemente sea de esas chicas (como yo) que suelen tomar duchas muy largas. Nunca tuve que preocuparme por esos ruidos antes, pero ahora resulta demasiado claro cuando se encierra tras la puerta y la tubería chirrea por mi pared para terminar con sonido del agua caer.

Probablemente se esté quitando la ropa, deslizándola por su cuerpo y dejándola caer al suelo. Mierda estoy jodida. Este tipo de distracción es peor aún, esa hermosa chica castaña está bajo mi regadera, enjabonando su cuerpo y pasando sus manos por...

No, no, no.

Me levanto de la silla y salgo de mi habitación, no puedo permitirme distracciones. De ningún tipo. He estado trabajando el último mes día y noche sin ellas, y aun así solo tengo la tercera parte del trabajo. Por muy tentador que parezca tener a esta chica aquí, no puedo descuidar mi trabajo. Nam debería saberlo, no fue buena idea traerla. Y es por eso que me dirijo a su habitación esperando que ya haya llegado para hablar con ella.

Pero no tengo que llegar a tocar su puerta porque oigo su voz en la sala de estar y entonces cambio de dirección. Ella está hablando por teléfono, cuando me ve me sonríe y me hace una seña con el dedo índice de su mano desocupada y entiendo que debo darle tiempo para finalizar.

Mientras espero, tomo asiento en la mesita de centro y no puedo evitar ver las carpetas que hay sobre ella. No entiendo la mayoría, pero sé que son papeles de Nam, hago un ruido aburrido mientras abro una carpeta sin tomarle importancia. Luego de una de ellas cae un pequeño cuadrito de papel. Maldigo en voz baja y lo busco en el suelo, cuando lo recojo y estoy a punto de meterlo en la carpeta de nuevo, veo el nombre que está escrito en el.

—¡Santa mierda!

—¡Freen! —me reprende tapando la bocina de su celular con ambas manos y gritándome en medio de un susurro.

Ese tipo de chica [Freenbecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora