Ese tipo de chica [Freenbecky]

Capítulo 21

Me sorbo la nariz y carraspeo un poco para aliviar la obstrucción que siento en mi garganta, aparte de lidiar con Freen, no me hace bien la idea de enfrentarme a Nam, aún recuerdo su mirada y sus palabras cuando me advirtió que no jugara con ella.

Me enoja que también ella piense eso, pero no la culpo, es por eso que me recargo en la barra de la cocina mientras la veo servirse un poco de jugo, necesito hablar con ella y al menos intentar que no mal interprete todo lo que pudo oír de mi discusión con Freen.

—No te conozco bien, Becky —empieza, y por tal inicio siento que ya está juzgándome—. Hemos platicado lo necesario, tengo una idea de ti, pero no puedo estar segura de cuáles son tus intenciones con....

—No estoy jugando con ella —interrumpo de forma brusca al escucharla, necesito defenderme y necesito que lo sepa—. Entiendo que es tu amiga, que debes estar de su lado, pero como lo dijiste no me conoces, y no voy a permitir que me taches de algo que no soy.

—Todo ese jueguito que se traían ambas, Freen me lo contó, estoy al tanto de todo lo que hiciste, y lo que ella hizo también, y aunque ahora dice que es algo corresp...

—¿Tengo que aclarártelo a ti también? —me irrita que Freen le haya contado todo, no dudo que con lujo de detalles alimentando así la percepción que Nam tiene de mí. También me irrita que tenga que darle explicaciones porque esa parte convenientemente no se la cree a Freen—. Hice lo que hice porque no suelo ser muy abierta con lo que siento. Me han lastimado antes y la trataba así porque me rehusaba a aceptar que me gusta. Me gusta Nam.

Me ve detenidamente, no avergüenzo de decirle que me gusta, quiero que me crea porque es cierto. Ella asiente entendiendo y me alivia un poco.

—Has rechazado su propuesta ¿verdad? —me pregunta mientras se lleva el vaso de jugo a la boca sin despegar la vista de mí, que asiento porque es la verdad práctica. No quiero explicarle a Nam como me siento antes de hacerlo con Freen, si es que quiere verme después de hoy—. Sabía que se pondría así, tal vez te guste Becky, pero hay muchas cosas que te faltan por conocer de ella.

—Lo sé, aun así, no entiendo cómo ha podido tratarme así, estoy... confundida, por mí y por ella —me sincero porque Nam de pronto me sonríe como si tratara de empatizar conmigo y se lo agradezco.

—Estabas frente a su puerta —me dice y no entiendo, siento que arrugo la frente y ella sonríe aún más—. Quieres arreglarlo, no la has insultado o la has mandado a la mierda por su comportamiento.

—Si la mande a la mierda —confieso algo avergonzada, quiero entender a donde va y por qué está sonriendo tanto de pronto—. Solo un poco.

—Sí bueno, me imagino, pero me refiero a que no parece que quieras dejarlo ahí —se acerca a mi hasta que esta del otro lado de la barra justo de frente a mí, suelta un suspiro vacilante, baja la mirada pensativa como si estuviera escogiendo su siguiente frase cuando me ve negar con la cabeza—. Ella es así.

Me dice, guardo silencio porque parece que no ha terminado, pero se lo piensa mucho antes de volver a hablar—. No te tortures pensando en que te trato mal, la conozco, no dudo que se pusiera muy intensa y dijera cosas de las que luego se va a arrepentir, pero ella suele ser así cuando se siente en desventaja.

—No sé si me gusta esa parte de ella —dejo salir pensando en que sea algo recurrente, a mí me gusta hablar las cosas, no soy la mejor expresándome, sin embargo, entiendo que es algo vital para cualquier relación, sea romántica, amistosa o lo que sea. Y por lo que he visto de ella, trata de evitarlo cuando puede, como cuando no quería hablar conmigo sobre la primera noche que terminamos en la cama.