Law, mi lindo gatito

18 | «Beso |2|»

-¡Law!

Tras haber estado vagando por bastante tiempo por toda la ciudad, procurando perder a nuestros perseguidores, llegamos a una especie de cochera ubicada en un callejón de los suburbios, una zona de la ciudad a la que se me había prohibido entrar. Law accedió golpeando la gruesa puerta de metal de forma simultanea con su pie, entonando una especie de código que parecía conocer a la perfección.

Cinco segundos más tarde, dos tipos salieron a toda prisa del lugar y se arrojaron sobre él entre sollozos y gemidos.

-¡Vivo, estas vivo!

-¡No lo puedo creer, después de todo este tiempo!

-No lo estaré por mucho si siguen aplastándome... -Él gruñe, teniendo al par de chicos adheridos a su costado como garrapatas. Los dos muchachos, de nuestras edad probablemente, se apartaron tras oír la clara advertencia en la voz de Law, dándome la oportunidad de estudiar mejor sus apariencias.

Uno de ellos era castaño y el otro, supuse que moreno. Tenían en común que un gran gorro ocupará sus cabezas, dejando muy poco de sus rostros a la vista.

-Me alegra que estén bien, Sachi, Penguin -Law dice, y a diferencia de su tono seco de antes, hay una pequeña sonrisa en sus labios. Shachi y Penguin parecen conmovidos, al borde las lágrimas, con toda la intención de volver a estrujarlo en un abrazo que él fácilmente esquiva. -¿Dónde esta Bepo...?

-¡Capitaaaaaaaaaaaaaaaán! -Un tercer chico, mucho más alto y fornido que los otros hizo acto de presencia, arrojando su enorme y corpulenta figura sobre Law como si fuera alguna especie de doncella que esperaba ser atrapada por su caballero. Mejillas grandes y suaves, bajo una capa de esponjoso cabello blanco frotaron con vehemencia el ahora aturdido y apachurrado rostro de Law. Supuse que este no tan pequeño chico, con cara de oso cariñoso, era el Bepo al que Law parecía sorprendido de no ver. -¡¿Por qué tardaste tanto?! ¡Te dimos por muerto! ¡Buaaaaaaa!

Y como si fuera una señal, Shachi y Penguin se arrojaron una vez más sobre la masa que conformaban Law y Bepo en el suelo, listos para echarse a llorar.

ฅ(• ɪ •)ฅฅ(• ɪ •)ฅฅ(• ɪ •)ฅ

Le di un sorbo a la bebida caliente que Shachi me había ofrecido, tras prestarme un baño y darme algo de ropa limpia. Ellos resultaron ser chicos bastante energéticos y agradables, supieron tratar mis raspones con cuidado y abrieron el paso a una pequeña conversación trivial que deshizo la tensión que se formo en su "base secreta", tras narrar los últimos sucesos que habíamos vivido y la razón por la que Law estuvo perdido por tanto tiempo.

Sin embargo, no podíamos seguir evadiendo el tema por demasiado, dentro de poco anochecería y aún debíamos hacer ciertos preparativos previos antes de encontrarnos con Luffy y su banda.

-Pero, ¿estás seguro capitán? -Bepo cuestiona, aún cuando esta tan ocupado descifrando los códigos de todos los archivos que extrajimos, tenía tiempo para sentirse preocupado. -Aún estamos a tiempo de irnos del país, tenemos todos tus documentos y...

-¿Irse del país? -Interrogué, sintiendo como el agarre sobre la taza entre mis manos flaquea.

-Vaya, parece que no le dijo nada a su novia... -Penguin murmura, codeando a Shachi en la confidencialidad de un susurro. El castaño asiente.

-Eso es muy irresponsable de parte del capitán...

-Si, tenía planeado huir de la familia Donquixote con documentación falsa antes de que me secuestraran. -Dice, dedicándole a ambos chicos una mirada que los calló enseguida. Ante esta nueva información, sentí mi pecho doler. ¿Aún existía la posibilidad de que viera esa opción como un plan B? -Pero no lo haré, estoy cansado de tener que esconderme de Doflamingo y todo ese grupo de lunáticos al que tiene el descaro de llamar familia. Si uno de los dos tiene que irse, entonces debe ser él.