Aldo y Osvaldo son felices, llevan un tiempo de feliz relación, han crecido y ahora hay algo que les esta faltando en sus vidas...
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|| 2 años más tarde ||
— Ha pasado un tiempo desde la última vez que estuviste aquí, Aldo. — expresó la doctora Sanchez, mirando a Aldo por sobre sus lentes. — Te miras bien.
— Gracias. — respondió Aldo sonriéndole. — Y si ha pasado un tiempo, creo que 8 meses si no me equivoco.
— Si, 8 meses completos Aldo. — respondió. — ¿Qué te trae hoy por acá?
— Nada malo, le aseguro. — respondió rápidamente el moreno, reacomodando su cabello. — Sólo pensé que sería bueno darle un cierre a esta parte de mi vida y no solo desaparecer como lo hice.
— Me parece bien eso. — la doctora sonrió mientras dejaba su libreta en la mesita de centro frente a ella y miraba con atención a Aldo. — Cuéntamelo todo.
Aldo le sonrió feliz para empezar a contarle lo que había sido su feliz vida durante los últimos ocho meses.
Por que si, el tiempo ha pasado y nuestro querido protagonista a aprendido a ser feliz e ignorar los malos comentarios. Se podría decir que ahora era él mismo y amaba a su novio libremente.
{***}
— ¡Ya llegaron, amor! — gritó Aldo desde la cocina mientras terminaba de ordenar todo lo que iba a llevar a la terraza para empezar a asar. — ¡Ve a recibiros por favor, que estoy llevando todo a la terraza!
Osvaldo apareció apurado en la cocina y le robó un beso rápido antes de correr a la entrada principal.
— No te apures amor, todo saldrá perfecto. — respondió el más alto, antes de abrir la puerta principal.
Recientemente habían comprado su casa y se habían mudado a ella, por lo que invitaron a sus amistades parar que conocieran la casa y celebrar ese logro. Sin embargo Aldo estaba sumamente nervioso, y no era precisamente por la cena, sino por que planeaba pedirle matrimonio a Osvaldo frente a sus amigos. Tenía la pequeña cajita en el bolsillo de su pantalón y la podía sentir arder claramente, como fuego.
Soltó un suspiro grande, tratando de tranquilizarse mientras organizaba las bandejas con la carne sazonada y demás cosas que iba a necesitar para asar.
Empezó a poner trozos de carne en el asador con ayuda de las pinzas, justo cuando había terminado de llenar la parrilla escucho las voces y risas de sus amigos salir de la casa, por lo que dejo la pinza por un lado y limpió sus manos con el delantal que vestía mientras giraba para encontrarse de frente con Juan tomado de la mano de una muy panzona Ari que tenía ya 5 meses de embarazo.
— ¡Hola! — saludo Aldo alegre, escuchando el saludo de sus amigos. — ¿cómo te sientes Ari? Te ves divina con tú pancita.
— Uy estoy un poco cansada todo el tiempo y no puedo dejar de comer espinacas, pero de ahí en fuera estoy muy bien, gracias. — explicó, sonriéndole a su amigo alegremente mientras se sentaba en una de las mecedoras.
— Yo también estoy bien, gracias por preguntar. — expresó Juan, haciendo reír a Aldo y el resto que iban llegando.
— Ay Juan ya supera que ahora mismo la prota es Ari y no tu. — se quejó Ama, haciendo reír al resto.
— ¡Claro que soy importante! — expresó petulante el colombiano. — Además yo también quiero atención de mi amigo.
Todos le gritaron y abuchearon entre risas, por lo que divertido Aldo fue y abrazó a Juan.
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Love me until I love myself • [Aldoriana] EN EDICIÓN
FanficAldo es un streamer pequeño a comparación de su mejor amigo: El Mariana. Sin embargo, para Osvaldo es la persona más grande y hermosa en el mundo. Esta es la historia de como se enamoraron y aprendieron a sobre llevar su relación con su vida pública...