I. Os hecharé mucho de menos

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Narra Carla
Ahora mismo me encontraba en mi habitación, haciendo las maletas para irme a vivir a Barcelona con mi hermano, Pedri González, seguro que muchos lo conoceréis porque juega en el Barcelona. Yo nunca he sido muy fan del futbol, la verdad es que yo soy más de voley. Llevo jugando desde los 4 años y me flipa. Bueno, a lo que iba, me voy a vivir a Barcelona, me han aceptado en la universidad de mis sueños allí. Si os digo la verdad es que tengo muchas ganas de ir, pero aquí tengo todo, mi vida, mi familia, mis amigos... Además que odio las despedidas y la idea de tener que decirles adiós a la gente que más quiero en este mundo me aterra.

-Carla baja que te estamos esperando- dice mi madre desde la planta de abajo.

-Vooy- digo yo cerrando la maleta apresurada. Ahora me voy al aeropuerto donde me esperan todos mis amigos y familiares para despedirse.

-Hija ven aquí- dice mi padre abrazándome, es al que menos gracia le hace que me vaya. Siempre he sido la princesita de papá.

-Papá que me ahogas- digo yo riendo.

-Lo siento cariño- dice él también riendo.

Nos subimos todos al coche y vamos rumbo al aeropuerto. Durante el camino voy observando todo, a lo mejor no vuelvo a ver mi ciudad en mucho tiempo, no quiero perder detalle. Llegamos al aeropuerto y voy corriendo a daré un abrazo a mis amigas Paula, María y Nuria.

-Os hecharé mucho de menos- digo yo casi llorando.

-Y nosotras a ti mi niña- dice María, mi mejor amiga.

-Llamanos todos los días eh- dice esta vez Nuria.

-Lo haré tranquila- digo yo con una sonrisa sin dientes. Aguantando las lágrimas.

-Pero no llores hombre, si nos volveremos a ver- dice Paula con una risita.

Me despido de todos y anuncian que mi vuelo está a punto de despegar.

-Me tengo que ir ya- digo esta vez ya llorando.

-Adios cariño te queremos muchísimo- dicen mis padres.

-Os quiero- digo yo yendo ya hacia la puerta de embarque. Dudé mucho en acceptar la oferta o no. Tengo todo aquí, e irme allí sería algo muy precipitado, pero no podía dejar pasar esa oportunidad. Subí al avión y me puse a leer, la verdad es que me encantaba. El vuelo se pasó volando, era cortito tres hora y quinze minutos, nada mal. Al bajar me encontré a mi hermano con una pancarta que ponía: bienvenida a casa Carlita! Corrí hacia él y me lance a su cuello, estaba tan emocionada que no me di cuenta de que había alguien con él.

-Te he echado mucho de menos tete- digo yo emocionada.

-Yo también peque- dice dándome un beso en la cabeza -mira este es Gavi- señaló al chico que le acompañaba. Era un poco más alto que yo, castaño y bastante guapo la verdad.

-Hola- dije yo con una sonrisa -Soy Carla- le tendí la mano.

-Hola- dijo borde, volviendo a mirar el móvil.

Menudo gilipollas.

-Bueno tata, vas a tener que vivir con él y conmigo, es mi compañero de casa.

Genial, tenia que vivir con el imbécil ese.

-Vale- dije yo con mi mejor sonrisa -¿Nos vamos?- me estaba empezando a poner nerviosa la situación.

Noa 💜

Quién lo diría | Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora