Quién lo diría | Pablo Gavi

XII. ¿Amigos?

Narra Carla

Me desperté por el sonido de la alarma. Iba a levantarme para apagarla pero un peso encima de mi pecho me lo impedía. Allí estaba Gavi, durmiendo plácidamente, estaba tan calmado que parecía que no hubiese roto un plato en su vida. Me permití estar unos segundos apreciando su carita de dormido hasta que sonó la repetición de la alarma.

Le acaricie la cara con delicadeza a lo que él hizo un sonidito adorable.

-Buenos días guapo- dije susurrando.

-Buenos días hormiga- se agarró más a mi cintura.

-Venga Pablo hay que levantarse, tienes entreno.

-Cinco minutos más porfa- se acomodó en mis tetas -es que estoy muy cómodo.

Yo simplemente sonrei y le acaricie el pelo haciendo que sonriera tiernamente.

-Venga va, mueve el culo Mateo.

-Que pesada con Mateo madremia- dijo alargando la "a".

-Vamos mi amor que tengo hambre.

-¿Mi amor?- levantó la cabeza para mirarme sonriendo -¿Me has llamado mi amor?

Yo simplemente sonrei y me sonroje.

-Se me ha escapado perdón.

-Me gusta mucho más que me llames así antes que Mateo- me dio un pico - te quiero mucho mi amor.

Yo me derretí ante esas palabras y lo único que hice fue besarlo. Era un beso precioso, cálido, suave, lento. Nos separamos por falta de aire y nos seguimos mirando a los ojos. Eran preciosos y desprendían un brillo que nunca antes había visto.

Estás pillada eh.

-Yo también te quiero mucho Pablo- dije besando la punta de su nariz -venga vamos abajo.

-No quiero- dijo poniendo pucheros -tus tetas son muy cómodas.

-Venga Pablo que tienes entreno.

-Jo, vale- dijo alargando la "a".

Yo sonreí orgullosa y me levanté cuando se quitó de encima. Él se levantó también a regañadientes pero luego le di un beso y se le pasó el mini enfado.

Bajamos a bajo y allí estaban mi hermano y Celia desayunando.

-Buenos días tete.

-Buenos días peque- dijo dándome un beso en la cabeza.

-Buenos días Celia.

-Buenos días guapa.

-Que, ¿os lo pasasteis bien anoche no?- preguntó mi hermano haciendo que Pablo se atragantase con la taza de café que estaba bebiendo y yo con mi propia saliva.

-¿Perdón?- dijo Gavi.

-Anda que sois silenciosos.

En esos momentos yo estaba más roja que un tomate.

-Tata que no pasa nada pero a la próxima os vais a un hotel.

-Lo siento- dije avergonzada.

-Nada mujer tranquila todos somos humanos- dijo Celia.

Que maja.

Seguimos desayunando y nos fuimos a preparar para el entreno. Celia y yo nos fuimos a verlos, era muy entretenido la verdad.

Acabaron el entreno y nos fuimos a los vestuarios para esperarlos. Salieron  Ansu y Pablo Torre.

-¡Carlita!- dijo Ansu viniendo a abrazarme.

-Hola Ansu- dije correspondiéndole.

-Pero, ¿y esta chica tan guapa?- dijo este ultimo mirándome.

-Hola- dije un poco incómoda.

En eso salieron mi hermano y Gavi.

-Hola mi amor- dijo acercándose a mi y dándome un beso.

-Hola guapo- le di un pico.

-¿Os conocéis?- preguntó Pablo Torre.

-¿No lo ves?- dijo Gavi.

-Pero, ¿sois novios o algo?

-Claro, ¿verdad mi amor?- dijo Gavi hacia mi.

-Eh, si, si.

Que coño haces Pablo

-Ah, bueno, ¿me pasarías tu insta?

-¿Que parte de es mi novia no has entendido?- dijo Gavi tensando la mandíbula.

-Eh, Gavi ya está da igual- dije cogiendole la mano -nos vamos, ¡adios Ansu!

-¡Adiós Carlita!

Me lo llevé hasta el coche para que se calmara un poco.

-Asi que tu novia eh- le dije para picarlo.

-¿Acaso no lo eres?

-No recuerdo que me lo hayas pedido.

-Entonces, ¿somos amigos?

-Claro- reí y se acercó a mi.

-Pues los amigos no se besan- dijo rozando sus labios en los míos -ni hacen lo que hicimos anoche- le di un golpe en el hombro y noté como el calor subía a mis mejillas a lo que él rió.

-Venga vámonos Mateo- dije separándome.

-Y dale, que pesada.

Noa 💜