Quién lo diría | Pablo Gavi

XV. ¿Me perdonas mi amor?

Narra Pablo
Estuve toda la mañana en mi habitación llorando y lamentándome por lo gilipollas que había sido con Carla. Supuse que Pedri no vendría a comer porque se fue con Celia así que baje para comer algo ya que era la hora.

Al bajar me encontré a Carla sentada en la isla de la cocina con una sudadera mía y unos pantalones cortos debajo. Eso me hizo estar un poco más feliz, el hecho de que usará mi sudadera aún estando enfadada. Se estaba comiendo una ensalada, cosa rara en ella, era una chica que comía bastante la verdad así que decidí preguntarle, por mucho que estuviera enfadada conmigo seguía siendo importante para mí.

-¿Sólo vas a comer eso?

-No tengo hambre.

-¿Seguro que es por eso?

Ella se limitó a asentir con la cabeza.

-¿Quieres que te prepare algo?- negó.

Pensé que necesitaba tiempo para ella así que me preparé unos filetes de pollo a la plancha con una ensalada de tomates.

Me fui a la isla para comérmela. Me senté enfrente de Carla, había un silencio incómodo así que decidí romperlo.

-¿Estàs mejor?

-Supongo.

-Sabes que aún que todo esto sea mi culpa estoy aquí para lo que sea ¿vale?

-Vale.

Estuvimos un rato más en silencio hasta que lo rompió.

-¿Estoy gorda?

Eso me pilló de sorpresa, ¿porque pensaba eso?

-¿Como?

-Que si estoy gorda.

-Claro que no, tienes un cuerpazo, eres la chica más guapa que he visto en mi vida no digas eso.

-Y entonces, ¿que tiene esa que no tenga yo?

-Carla, como te hago entender que esa no significó nada para mí, fue un ataque de celos y fue la primera que pillé.

-Pero ella era guapísima comparada con ella no soy nada.

-Para mi eres muchísimo más que cualquier otra persona, te lo aseguro.

Ella no dijo nada y bajo la cabeza pero fui capaz de ver una lágrima que caía por su mejilla.

-Ey- dije yendo a abrazarla -¿que pasa?

-Me siento tonta.

-¿Porqué?

-Porque es normal que prefieras a esa antes que a mí, no me tuve que poner así lo siento.

-Oye no, tienes todo el derecho del mundo de ponerte como te pusiste, te falle y no solo a ti, a mi también porque me prometí hacer las cosas bien contigo y ya la he cagado.

-Pero mírame, que hace un futbolista como tú con una como yo.

-Carla mírame- le cogí la cara para que me mirara -eres preciosa, tanto por dentro como por fuera así que no digas eso. Eres mil veces mejor que la rubia esa y si me das una oportunidad haré lo posible para que te des cuenta.

-¿De verdad?

-De verdad mi amor- dije sonriendo -dame una oportunidad para demostrarte lo muchísimo que te quiero por favor.

-No sé Gavi e-

-Pablo- la interrumpí y ella rodó los ojos.

-No sé Pablo es que me da miedo.

-¿De qué?

-De no ser suficiente para ti.

-Eres suficiente para mí y para todo el mundo, incluso diría que eres demasiado para mi Carla de verdad date cuenta de lo mucho que vales.

Ella no dijo nada, me abrazo fuerte haciendo que se me quitara todo el peso que tenía encima.

-¿Me perdonas mi amor?

-Si.

-Te juro que no te volveré a fallar nunca más.

-Pinkie promise- dijo tendiéndome el dedo meñique a lo que yo reí.

-Pinkie promise- dije correspondiéndole.

Ella sonrió y eso me lleno el corazón, sus ojitos volvían a brillar y ella volvía a estar feliz.

-Llevas mi sudadera.

-Es lo primero que he pillado.

-Mentirosilla te encanta y por eso te la pones.

-Puede ser- se encogió de hombros.

-Se que soy pesado pero, ¿seguro que no tienes más hambre?

-Que no, estate tranquilo.

-Bueno, si necesitas algo me lo dices.

-Vale- dijo alargando la "a".

Acabamos de comer y nos fuimos al sofá a ver una peli.

Estábamos cada uno a un lado del sofá, me moría por estar abrazado a ella, pero aunque me moría de ganas no me acerque, a lo mejor aún no quería, pero parece que me leyó la mente porque entonces habló.

-Ven aquí tonto.

-Vale- dije sonriendo.

Noa 💜