Me desperté a la mañana siguiente al escuchar unas voces abajo. Mire la hora y eran las 11:57, mierda había quedado con los chicos a las 11:30. Me vestí rápido y baje, allí estaban Andrea y Álex hablando con Gavi.
-Buenos días bella durmiente- dijo Álex acercándose a darme un abrazo.
-Buenos días- dije todavía un poco dormida- perdón me he quedado dormida.
-No pasa nada tía- dijo Andrea
-Supongo que ya os conocéis- dije mirando a Gavi.
-Si, hemos estado hablando un rato- dijo este.
Estuvimos un rato más hablando hasta que se hizo la hora de comer. Andrea y yo nos fuimos al súper a comprar queso, queríamos hacer pasta y no es lo mismo sin queso. Gavi y Álex se habían quedado preparando la comida.
-¿Y como te llevas con Gavi?- pregunto mientras cogía el queso.
-Bueeeno, se podría decir que ni bien ni mal- dije -es gilipollas a veces.
-Pues hacéis parejaza eh- dijo con una sonrisa burlona a lo que yo le pegue en el hombro de broma.
-Calla calla que te tengo que contar una cosa- le conté lo de la discoteca- pero vamos que seguro que iba borrachisimo y por eso lo hizo.
-Me apuesto 20 euros de que antes de que acabe el año estais saliendo- dijo tendiéndome la mano.
-Hecho- dije correspondiéndole.
Pagamos el queso y nos fuimos a casa, al entrar un olor terrible a quemado inundó mis fosas nasales.
Ay dios.
Al entrar a la cocina nos encontramos con una imagen un tanto caótica, la olla de la pasta soltando humo y los dos chicos estresados intentando arreglarlo.
-¿Se puede saber que hacéis?- dije a lo que ellos pegaron un brinco.
-Coño que susto- dijo Gavi llevándose la mano al pecho
-¿Enserio habéis quemado unos macarrones?- dijo Andrea aguantandose la risa.
-Es más difícil de lo que parece- dijo Álex levantando las manos inocente.
Al final nos decidimos por volver a hacerlo. La verdad es que esta vez salieron bastante bien. Hicimos un sorteo a ver a quién le tocaba poner la mesa y por desgracia nos tocó a Gavi y a mi. Nos dirigimos al salón a poner la mesa. Comimos hablando y riendo todos juntos, la verdad es que en esos momentos me olvidaba de lo imbécil que era Gavi a veces.
Al acabar de comer nos sentamos en el sofá, la verdad es que con Álex había hecho muy buenas migas. El se tumbo con la cabeza en mis piernas mientras yo le acariciaba el pelo. La verdad es que me parecía un chaval de 10, pero para nada lo veía como algo más que amigos y él tampoco. Se quedó dormido mientras le acariciaba el pelo.
Llegó la hora de irnos a la uni, así que me tocaba despertar a Álex.
-Stt Álex- le sacudí un poco- venga levántate.
-Cinco minutos más- dijo con voz de dormido.
-Venga vamos levanta que si no no me puedo mover yo -dije acariciándole la cara.
-Vaaale- se levantó rebufando- que pereza la uni ahora.
-No haberte quedado dormido guapo- dijo Andrea.
-Bueno Gavi nos vamos- dije cogiendo la maleta.
-Vale- respondió.
-¡Adiós!- dijimos los tres a la vez.
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Quién lo diría | Pablo Gavi
أدب المراهقينCarla González, hermana de Pedro González el famoso jugador del Fútbol Club Barcelona se va a vivir con su hermano tras conseguir plaza en la universidad de sus sueños. Cómo llevará el adaptarse a una nueva vida, con gente nueva y un idioma nuevo? C...