─He esperado mucho tiempo por ésto, Kim. ─volvió a empujarme con fuerza.Identifiqué al momento sus intensiones en cuanto quedé a un metro lejos del acantilado. Una caída enorme cubierta por rocas y salientes filosas y al otro el peor incordio de mi vida, esos eran los extremos que me ponía la vida en frente justo ahora.
─No quiero perder más tiempo contigo porqué ya he perdido los mejores años de mi vida y mi carrera por causa tuya... ─comentó lleno de enojo. ─Me quitaste a Rosie, la alejaste de mí y también me quitaste a Haneul. ¡Todo en mi vida me lo has quitado! ¡Es tú culpa! ¡Tú maldita culpa! ─bufó lleno de enojo.
─Yo no te quite nada, Zang. Chaeyoung está conmigo porqué así lo decidió en su libertad como persona, porqué a diferencia de ti, yo sí se identificar cuando digo que es mía que ella lo es sin reprimendas o obligaciones, tan solo lo es porqué se siente libre y amada como a ella le gusta. ─di un paso al frente. ─Yo la amo como ella siempre ha deseado ser amada, y sé que ella me ama de la misma manera. ─otro pasó. ─Jamás la tendrás porqué el amor es merecido no impuesto.
─¡Cállate! ¡Cállate, maldita!
Levanté su mano con rapidez y el disparo fue a dar al cielo. Forcejeamos con fuerza, ninguno daba tregua. Está pelea no sería como las anteriores, en está me iba a jugar la 'oportunidad' de volver con mi familia y definitivamente no iba a perder. No solté su mano con el arma sin importar cuántos golpes me dejaba. Esa pistola hacia la diferencia de poderes, por lo tanto debía estar lejos del alcancé de un cobarde como él. Le dí un golpe con toda mi energía en el abdomen y se quejó. Ahí mismo alcance a patear la pistola lejos.
─Sí te hubieras alejado lo suficiente lo habría conseguido y Rosé hubiera sido mía, pero no, ahí tenías que estar tú jodiendolo todo. ─nos pusimos de pie a la vez. ─Incluso ése idiota de Kai tenía una obsesión negra por ti, tanto qué decidió quedarse y morir en tus manos... no lo entiendo, ¿qué mierda traes encima que todos quieren estar contigo? ─se mofó. ─En fin, eso ya no importa. ─saco una navaja visiblemente grande de su bolsillo. ─El viejo Minwoo era un lastre y un enfermo por el dinero, pero siempre me apoyó y también murió por tú culpa. Eres el peor parásito que existe en el mundo y mi única meta es matarte, porqué está vez ya no va a estar el debilucho de Haein para ayudarte y tampoco vendrá en tu ayuda la patética de Wendy.
─Si hubieses vivido tu vida en paz con alguien más, tal vez hubieras podido ser feliz porqué ahora no eres más que un psicópata y un enfermo que busca excusar sus propios problemas con alguien más. Eres un prófugo de la justicia y no solo lo eres por haber intentando asesinarme o secuestrarnos, sino porqué desde que tuviste raciocinio te dejaste llevar por el camino fácil...
─Ya no quiero oírte. Te odio.
Mi vista se nubló un poco en cuanto él arrojo algo a mis ojos. Pestañee algunas veces intentando remover los grumos de mis ojos, se sentía horrible. Oí que se abalanzó hacia mi por el sonido del asfalto, reaccioné lo más rápido que pude y antepuse mi abrigo entre nosotros. Logré visualizar como se había abalanzando a atravesarme el cuchillo. Doblegue su mano envolviendola con mi abrigo a toda velocidad y eso bastó para detenerlo mientras mis lágrimas se llevaban los entes extraños en mis ojos. Dolía y la incomodidad que sentía era nefasta. Lo próximo que sentí fue un cabezazo que me desestabilizo y la punta del cuchillo punzando en mi garganta. Quise huir pero tomó mi cabello con fuerza. Estába intentando pensar en la mejor opción para quitarmelo de encima. Una única idea pasó por mi mente y la usé. Entonces le deje un fuerte codazo en la entre pierna y me soltó.
─Eres una zorra desgraciada. Agh.
─Ah. ─solté un pequeño grito cuando clavó el cuchillo en la suela de mi bota derecha. Me restregue los ojos con rapidez y finalmente logré verlo mientras se ponía de pie. Los ojos me ardían e identifiqué la situación, ahora me apuntaba con firmeza con la pistola. Me quedé sin salidas.
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Gay Panic |Chaesoo| Editando.
RomansaEl amor es un hito de desastre que te eleva y te suelta haciéndote golpear muy fuerte. Ya estaba cansada de sufrir, y esperaba que tú fueras quien juntará los pedazos de mi alma. De verdad esperaba que fueras mi luz. ¿Tú y yo seremos felices?