Gay Panic |Chaesoo| Editando.

CAPÍTULO 76

Estar aquí se siente mágico. Me daban ganas de llorar de felicidad y emoción, aunque era la segunda vez que venía, sin embargo, intentar contener todos mis sentimientos me formaba un nudo en la garganta. Mi pecho se hinchaba, y mi pulso se aceleraba siempre en estos momentos. Los latidos de su corazoncito, al igual que la voz de su mamá se convirtieron en mis sonidos favoritos. Nuestras manos entrelazadas se aferraron mucho, mucho, tanto así, que se veían un poco rojizas, pero es que Chaeyoung y yo estábamos tan emocionadas de compartir este momento como nunca nos llegamos a sentir por algo antes. Haneul es nuestro tesoro y verla ahí, en pantalla juntas, me hizo aguar los ojos y a mi pareja, llorar sin pausa.

─Todo marcha muy bien, Rosé. Has seguido las recomendaciones de forma adecuada y la bebé está muy saludable. ─suspiré aliviada dándole un besito a mi princesa en la cabeza. ─Peso adecuado, sus latidos tienen buen ritmo y su tamaño es ideal. No falta mucho para que des a luz, debes tener más cuidado, los últimos dos meses serán determinantes. Pero en términos generales, están perfectas. Las felicito. ─siguió moviendo el ecógrafo y me acerque a Chaeng para darle un dulce beso, uno cortito. Ambas sonreímos contentas y repose un momento mi frente sobre la suya.

─La has cuidado muy bien, mi amor. Me haces muy feliz. Estoy muy orgullosa de ti. ─susurré separándome de sus belfos y sus lágrimas aumentaron.

─Quiero que una colega pediatra te recete algunos suplementos y te de algunas recomendaciones, que te ayudarán para el gran momento. Eso tomando en consideración que estás en medio de los siete meses. ─se levantó de su lugar para disponerse a limpiar el vientre de Chaeng con delicadeza. Era Seju, la obstetra. Siempre muy sincera con su trabajo. Nos regaño la primera vez, porqué Chaeng estaba un poquitito baja de peso y porque consideraba que debíamos permanecer estables, ya que tenía plena fé de que la niña sentía absolutamente todo lo que nosotras sentíamos, así que seguimos al pie de la letra sus consejos y los de los demás profesionales. Era sería, pero sin perder su amabilidad y profesionalismo. ─Nos vemos el próximo mes, sigue cuidandote adecuadamente Rosé. Hasta pronto. ─dijo plana abandonando la habitación.

─¿Quién es la mamá más linda y preciosa? ¿Quién? ─sus mejillas se tornaron rojas y comencé a llenar su carita de besos. ─¿Y quien es la princesita de mami? ─mencioné sobre su vientre acariciandolo un poco. ─Las amo, mucho, mucho. ─bese los labios de Chaeng pausadamente y segundos después tomo mis mejillas mirándome con sus ojos llenos de lágrimas.

─Amooor... m-me haces emocionar más de lo normal. No puedo controlar mis lágrimas cuando te tengo a ti diciéndonos cosas tan lindas, y mucho menos sintiendo a Haneul moverse tanto... presiento que va a salir igual de llorona que yo.

─Amor, no eres una llorona, eres sensible y sentimental y adoro que seas así. No es nada malo, soy feliz de consentirte y mimarte. ─acaricie su cabeza e hizo un puchero que bese gustosa.

─Buenos días. Soy Joy. Mucho g-gus. ─se detuvo en seco para mirarme detenidamente. ─¿Kim Jisoo? ─preguntó extrañada revisando su carpeta.

─Asi es, que sorpresa. Hola Joy. ─saludé avergonzada.

─Oh, Dios. Has crecido tanto. ─se llevó una mano a la boca. ─Definitivamente dejaste de parecerte a Jennie. ─solté una risita. Igual que el día que la conocí. ─Disculpame, mucho gusto. ─le extendió la mano a Chaeyoung quien la aceptó amablemente. ─Bueno, es un placer ser quien te asesoré a ti ahora. ─sonrio tomando asiento. ─Desde aquella vez que trajiste a Leo, no te volví a ver.

─Ah, sí. Pasó mucho tiempo desde aquella ocasión. ─Chaeng entrelazo su mano derecha con la mía.

─Bastante tiempo. Dejó de ser un bebé rápidamente. Cuando tu hermana regresó a Seúl pudimos retomar nuestra amistad y pude volver a verlo. Es un niño muy guapo y Lili es preciosa. Jen tiene una familia hermosa. ─afirmó sonriendo mientras revisaba unos papeles. ─Y tú también, claro.