Misión en cubierta [ Keigo x Oc]

Cap 19 "Nuestro final"

> Narrador omnisciente

La chica estaba llendo hacia el hogar del alado, el cual ya tenía un informe de doce páginas sobre todo lo que se le ha acosado en la corte a Aiko, crímenes cometidos, verdadero pasado con fotos, un pendrive incluido en el que están las grabaciones de los juicios de los que Aiko salió impune injustamente. Los contactos de la señorota Kuki Katō son poderosos, pero no tanto como los de nuestro chico de alas rojas.

La chica subía las escaleras mientras que el alado estaba poniendo las ojas simétricamente y un ordenador al lado, preparando la escena del próximo interrogatorio.

El timbre sonó, indicando la llegada de la chica. El rubio abrió la puerta sonriente, el aura se sentía pesada para los débiles hombros de la chica.

Keigo: Pasa pasa, el libro está justo ahí.—Señaló la pila de hojas.

Aiko: No sabía que te interesaba la lectura como para recomendar un libro así.

Keigo: No lo hago realmente.

A ojos del chico tenía a una desconocida que había pasado por mil nombres diferentes, para ojos de la realidad ella únicamente estaba intentando ser una mejor persona y sanar las cicatrices hechas por gente ajena.

Aiko: ¿A qué te refieres.

Keigo: Digamos que la protagonista de este libro tiene un pasado el cual es escondido a ojos de su... ahora interés romántico.

Aiko: Uuh interesante. — Ella se sentó en el sofá mientras que él se sentó en una silla mirando fijamente a la chica.

Keigo: Lo es... ¿Por qué no lo miras? Te encantará.

Ella cogió la pila de hojas, la primera estaba en blanco asique la separó, lo primero que observó fue una foto de ella la cual era de su propia identificación.

Aiko: ¿Qué es esto?... —No obtuvo respuesta.

Miró un poco más la hoja.

Nombre completo

Edad

Fecha de nacimiento

Tipo de sangre

Historial médico

Historial policial

Antecedentes penales

Aiko: ¿Por qué tienes esto?

Keigo: Solamente pasa las páginas, Aiko.

Siguió pasando las hojas, al parecer él había conseguido información que no siquiera los propios espías habían conseguido por sus medios.

En una página es específico había informacion sobre el centro de experimentación en el que Aiko estaba cuando era una infante, cosa que hizo que su cara se pusiese pálida. Una foto de ella a la edad de 7 años, información sobre todas las peleas, muertes...

Aiko: ¿Cómo...? Esto se supone que no debería de existir...

Keigo: ¿Por qué no debería? ¿Acaso no quieres que todos se enteren de tus mentiras, Katō? O tal vez debería decir... N 23 c cel 4.

En ese momento ella dejó caer la pila de papeles y se levantó para alejarse, los recuerdos de cómo los científicos decían ese nombre... ese tono. En un momento exacto Keigo era la viva imagen de su propio entrenador, el mismo el cual la convenció de hacer tantas cosas... asquerosas.

Keigo: ¿Te sientes orgullosa de tus actos, Katō?

Ella lo miró intentando no parecer sorprendida.

Aiko: No...