Misión en cubierta [ Keigo x Oc]

Cap 12 "de 7 a 25"

> Narra N 23 c cel 4

Era mi séptima pelea del año, iba a pelear contra un mamífero y eso me aterraba un poco... por lo que me han contado su habilidad es la de un oso y no la controla muy bien que digamos, sus experimentos se habían atrasado por razones desconocidas y los habían ejecutado a finales del año pasado, eso me tranquiliza, después de todo soy de las que más controla su habilidad aquí.

- Bien, ¿Estás lista? -Dijo mi supervisor.

- Siempre lo estoy -Respondí.

En esa época me sudaban mucho más manos asique me ponían guantes con la parte de los dedos descubierta.

Las peleas se realizaban en una cápsula de metal de color blanco enorme, habían unos científicos en las partes superiores los cuales estudiaban nuestros movimientos y estrategias.

Cuando entré en la cápsula vi a un niño un poco más alto que yo, de pelo castaño grisáceo y ojos claros el cual estaba sentado hasta que me vió, fue ahí cuando se levantó para darme la mano, gesto el cual rechacé.

- Hola, tú eres mi oponente ¿cierto? -dijo alegre- ¡esta es mi segunda pelea!

- ¿Del año?

- No, en general...

- Ay dios, lo voy a matar -pensé.

??: Por favor, posicionaos en el centro de la cápaula y cuando llegue al 1 en la cuenta atrás empezará la pelea, se permite usar habilidades, golpes, carreras... en el momento en el que uno de los dos esté gravemente herido la pelea se dará por finalizada.

Ambos fuimos al centro, en verdad esta ropa era muy incomoda, tuve que hacerle una apertura a mi camiseta para las alas. Algo bueno es que los pantalones son cortos y anchos, esos si son cómodos.

Me quité los calcetines que siempre llevábamos y me puse a mirar de arriba a abajo esperando algún movimiento por su parte.

Cinco

Cuatro

Tres

Dos

...

Uno

Él empezó, se me abalanzó sin ningún propósito y yo esquivé, haciéndolo caer al suelo, en ese momento yo me puse en posición y esperaré a que se levantase.

- Eres rápida

No contesté, en estos momentos nunca hablaba.

Otra vez fue corriendo hacia mí y yo me hice a un lado, pegándole un puñetazo en la cara que hizo que callese al suelo.

Él se volvió a levantar, poniendo su mano en su mejilla.

Esta vez sí que me pegó una patada en la barriga, haciéndome caer sobre mi brazo derecho, recibiendo repetidas patadas las calles intentaba parar.

Aún me pregunto cómo es que no nos pusimos a llorar tras tantos goloes, teníamos ambos menos de 10 años...

Una ira nació dentro de mí, rodé unos metros rápido para darme ventaja, en ese momento mis alas aparecieron y volé tan rápido como pide hacia ese niño, lo golpeé tan fuerte como podía,

ya no era yo...

Estaba perdiendo el control, no podía simplemente parar, mis ojos estaban totalmente negros, mis uñas se clavaban en las palmas de mis manos con cada puñetazo que le daba, hubo un punto en el que lo puse cara a la pared, le puse las manos en su espalda y le empecé a dar golpes con la pared.