Cap 10 "Alta"

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> Narrador Omnisciente

En los días de estancia de Aiko aveces venía visita. Aveces Naoko, otras Yuki junto a Ama, Derek y Freya juntos aveces y Jun siempre pasaba un ratito para almorzar con la joven. También la vino a visitar muy seguido a escondidas Keigo, el cual hacia pequeñas escapadas con ella hacía la azotea para darle un respiro de la fría habitación en la que estaba.

Los días de recuperación pasaron paulatinamente en el hospital, Aiko tras una semana ya no sentía dolor en las cicatrices de la espalda las cuales estaban con puntos y se iba recuperando a paso de tortuga, pero, al final mejoró hasta el punto en el que le dieron el alta del hospital con la recomendación de que usase muletas para no hacer esfuerzos con el pié.

Al principio la chica pensaba que tendría que irse sola con sus muletas, pero se encontró con la sorpresa de que en la entrada le esperaba cierto héroe alado el cual estaba viendo el móvil sin darse cuenta que la chica se posó en frente suyo.

Aiko: ¡POLLO! —Dijo con una voz molesta al no notar reacción de su contrario con su presencia. Keigo soltó un mini gritito y casi se le cae el móvil de funda roja que tenía en las manos desde hace rato.

Keigo: ¡QUE TE PASA VIEJA LOCA, Podrías haberme hecho daño!

Aiko: Exagerado....

Keigo: Yo que vine aquí con toda la intención de invitarte a comer algo decente —dijo dramáticamente.— En fin, venga, te llevaré a mi piso, comeremos allí.

Aiko: 1 Llevo muletas, no creo que puedas llevarme, 2 No pienso volar hasta que se me curen estas heridas y 3 OWWWWW, TE QUIERO TANTO POLLO FRITO

Keigo: 1 Ya lo sé, no te preocupes, 2 No te dejaré volar conmigo cerca en este estado y 3 ¡Gracias!

Aiko: ¿Cómo piensas llevarme entonces?

Keigo: Como princesita y las muletas las llevaré en las manos, no está taan lejos.

Aiko: Solo ten cuidado, me duele la espalda si lo toco...

Keigo: Es que a quién se le ocurre hacerlas aparecer de la nada solo por un estornudo.

Aiko: ¡FUE INVOLUNTARIO!

Keigo soltó un suspiro pesado ante eso.

Keigo: Bien, ven aquí. —Cargó con cuidado en sus brazos a Aiko la cual pesaba mucho menos que antes. La chica soltó un gemido de dolor pues Keigo posicionó mal el brazo, él ante esto cambió la posición de este y cogió las muletas apoyadas en la pared con su mano derecha.— ¿Todo bien?

Aiko: Claro... dios, esto es vergonzoso pero de la mala manera... —dijo poniendo sus manos en su cara para tallar sus ojos que acababan de tener un choque directo con la luz directa del sol.

El rubio ascendió en un ligero salto y desplegó sus alas para volar en un movimiento que le parecería fácil de ejecutar a cualquiera con solo verlo.

No tardaron ni 15 minutos en llegar al ático de un edificio algo alejado del centro de la ciudad, pero tenía fama de ser bastante cara la estancia allí.

Aiko: ¿Vives aquí? Bonito sitio.

Keigo: Que bien que no te dan miedo las alturas, no quería lidiar con otra chica más gritando por miedo a caerse...

Aiko: ¿Otra chica?

Keigo: Salvo a muchas personas al día, no te lo tomes personal —dijo coquetamente mientras abría con el pié la cristalera y ambos entraban en el gran piso del número 2.—Quedate aquí sentada, pedí algo de comida para los dos a domicilio.

Misión en cubierta [ Keigo x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora