Capítulo 2

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    Tenía que ser una pesadilla. Tenía que serlo. No podía estar muerta. No Daliah. La graciosa y brillante Daliah no podía estar muerta.

    Me levanto, sin el pensamiento de cambiarse, tan solo me pongo las zapatillas, cojo el móvil y salgo de casa a un ritmo frenético.
    Deseaba que fuera una pesadilla, que el móvil de repente sonara y me despertara, que fuera Daliah diciendo ''¡Hermana! ¡Menudo polvo con el chico de anoche!'' y responderla ''Daliah, no quiero que me cuentes tu vida sexual'' y escuchar su risa por hacerme ponerme nerviosa. Necesitaba volver a oírla. Porque era imposible que ella estuviera muerta después de haber sobrevivido durante esos años.
    Intento procesar lo que aquel policía me ha dicho por teléfono mientras conduzco. No tengo ni idea de cómo soy capaz de conducir hasta la comisaría, es como si hubiera puesto el modo automático mientras pienso que todo es una broma cruel.

    Me hicieron esperar en una salita. Tengo el pelo enredado por dormir y agarraba el móvil esperando la llamada de Daliah. Miro al suelo mientras espero... Espero... Un milagro... Una palabra...
   — ¿Carla Gardner? —escucho la voz de Otis. Levanto la vista, viendo aquel hombre ya mayor, con el cabello canoso— Siento haberla llamado a estas horas, pero hemos intentado comunicarnos con tus padres, pero no contestan.
   —Cuando se van de vacaciones, desconectan el móvil —contesto, sin una pizca de vida en mi voz—, solo lo miran antes de irse a dormir...
   —Ya veo —el policía suspira, pasando una mano por su cabello—. Bien, pues... Acompáñeme.
    Me levanto despacio. Nadie parecía preguntarse por qué iba en pijama. Era como si fuera bastante común una situación así ¿Cuántas personas habrían avisado en la madrugada de que alguien que conocían, posiblemente estaría muerto?

    Entramos en la zona de autopsias, una forense estaba en la mesa, con un cadáver tapado en una manta. Mis pasos son mucho más lentos, con miedo de que fuera cierto.
   —Buenas noches señorita Gardner —saludó la forense—. Antes de que destape, es mejor que le recuerde que no debe de tocar nada, aún falta por examinar el resto del cuerpo, ya empezamos por la cara para que pueda identificarla de manera más fácil ¿queda claro?
    No suena nada molesta, al contrario. En la voz de la forense, se muestra casi compasión.
Asiento, soltando el aire cargado del pecho.
    La forense entonces destapa un poco la cara del cadáver, hasta debajo de la barbilla.
    Cuando la veo, vomitó por los nervios. No podía creer que fuera cierto.
    En aquella camilla, ahí se encontraba Daliah, con los ojos cerrados, más pálida y de unos labios azulados. De no ser porque había cambiado su cabello ese día, podía haber jurado que era una pesadilla y estaba viéndome a mí misma muerta. Pero era mi hermana gemela. Mi otra mitad.
    Rompo a llorar y a gritar, queriendo abrazarla. Otis me detiene, sabiendo que aún quedaba mucho que examinar.
    Logró tirar de la manta, destapando así su cuerpo, sucio, lleno de barro y, lo que más la sorprende, fue ver que tenía el cuerpo destrozado. Han escrito en su cuerpo con lo que parecía ser un objeto punzante:
''Una menos.''
   — ¡DALIAH! —Grito, intentando acercarse, pero el policía me detiene— ¡NO! ¡NO, NO! ¡DALIAH! ¡TÚ NO!
   — ¡Carla! —Una voz familiar se escuchó en la sala.
   — ¡Señor Bloomgate! —Otis grita— Por favor, sáquela de aquí, con usted seguramente estará más tranquila.
    Elliot intenta separarme de Otis, a pesar de que opongo resistencia.
   —Vamos Carla —me dice con suavidad.
   — ¡NO! —Intento librarse ahora de él, sin apartar la vista del de nuevo envuelto cadáver de mi hermana— ¡Déjame estar con ella, Elliot! ¡Déjame estar con Daliah! ¡Es mi hermana!
   —Lo sé... —Elliot me abraza, mirando también hacia la camilla— Sé que quieres estar con ella...
    Me agarro con fuerza a Elliot, empapándole de lágrimas. Estaba despierta, no era una pesadilla. Pero, se podría decir, que era una pesadilla en vida real.

    Fui llevada a la sala de interrogatorios. Miraba hacia el cristal, imaginándome que alguien me estaba observando desde el otro lado ¿Se estarían riendo de mí por mí aspecto? ¿Quizás estaría sintiendo pena? ¿O no habría nadie allí y solo me lo estaba imaginando porque quería pensar que, no estaba sola en ese momento?

La mitad de mí / DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora