Capítulo 19

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----Hace un año----

    Había sido totalmente sincera con él. Quizás no le había dicho que me gustaba porque quizás era apresurarse un poco, pero le había dicho que significaba mucho para mí ¿Y qué hizo él? Me dijo tiernas palabras, diciendo que piensa en mí, que conmigo conseguía abrirse. Que no entendía el porqué de su comportamiento hacia mí. Tan solo le pregunté por qué trataba de luchar con esos sentimientos. Pero entonces, todo cambió. En un segundo, me dijo que no estaba bien y que era peligroso. Pensé que era una estúpida excusa para ocultarme algo mucho más importante.

    No paro de componer canciones tristes tras nuestra conversación. Es como si mis emociones hacia él se hubieran apagado.
    Llaman a la puerta y voy a paso lento a abrirla.
    Daliah lleva una bolsa es su mano y sonríe.
   — ¿Helado? —me pregunta.
    Comienzo a llorar y la abrazó.
    Oigo cómo suspira, acariciándome el cabello.

    Nos sentamos en el sofá, comiendo el helado desde la tarrina. El sabor del brownie me reconfortaba.
   —Sabía que mi sentido de gemela decía que algo pasaba —Daliah me señala con la cuchara, dándole vueltas— ¿Qué ha pasado?
   —Le... —me seco las lágrimas con la manga, dejando la cuchara en la tarrina— Le he dicho que significa mucho para mí y tras decirme que siente lo mismo, simplemente va y me dice que no está bien ¿He hecho algo malo? ¿Quizás debería disculparme por ser una tonta?
   —Hermana, si te disculpas, seré yo quien te dé la patada por arrastrarte —me dice en tono de enfado, dejando el helado en la mesita—. Está claro lo que sucede ¿No lo ves? —Niego con la cabeza— ¡Te ha usado! Ha estado jugando contigo todo este tiempo para que le ayudes a encontrar a esa tal Hannah y se arrepiente de haberlo llevado tan lejos.
   — ¿Tú...¿Tú crees? —se me corta un poco la respiración. El pensamiento de haberme creído sus palabras como una tonta hace que me duela.
   — ¿Y qué te apuestas a que encima está casado? —Arquea una ceja, como si estuviera diciéndome un 'te avisé' con la mirada— Y seguro que Hannah es su amante, por eso la busca con tanto secretismo, porque quizás tenga miedo de que le puedan señalar a él como sospechoso.
    La sola idea de que todo lo que dice es cierto hace que me empiece a doler la cabeza.
    Me tumbo apoyándome en el regazo de mi hermana, abrazándome a mí misma.
   —Soy una tonta... —inspiro profundamente, notando cómo Daliah comienza a hacerme una trenza. Como siempre— ¿Por qué iba a pensar que de verdad se fijaría en alguien tan... ¿Tan poco divertida o una ingenua?
   —No eres tonta, Carla —me dice en un tono más comprensivo—, simplemente te has dejado llevar solo porque un tío te ha dicho cuatro cosas bonitas, eso es normal.
   — ¿A ti te ha pasado?
   —SssssNo, no me ha pasado nunca.
    Peor que antes, cojo el cojín y me lo coloco en la cara. Intentando asfixiarme con él.
   —Carla...
   —Soy patética —digo a través del cojín—, quiero morirme ahora.
   —Ni se te ocurra decir eso solo por un chico —me quita el cojín y me levanta a la fuerza. Coloca sus manos en mis hombros, apretando con fuerza—. A partir de ahora, te vas a mantener firme y vas a ignorarlo ¿De acuerdo? Da igual lo que él te diga, te vas a echar para atrás, nada de "Oh, Jake, me encanta hablar contigo, eres un sueño hecho realidad" ¿Lo entiendes?
    Asiento despacio tras escuchar atentamente a sus palabras.
    Quizás tiene razón, Daliah tiene más experiencia en relaciones que yo, sabe perfectamente de lo que habla.

    He intentado acercarme poco a poco a Jake, aunque no ha servido de mucho porque ni siquiera lo he sabido hacer bien.
    ¿Por qué hacerme ilusiones para después destrozarme el corazón?


----Presente----

    Cojo una mochila y meto mi pijama y ropa interior limpia. Después cojo mi neceser de viaje metiendo lo necesario para arreglarme por la mañana. La ropa... Debería también coger un recambio para que no parezca sospechosa cuando regrese a casa, no querrían ver la misma persona pasar por el piso con el mismo aspecto.
   — ¿Llevas todo lo necesario? —Me pregunta Daliah, con una sonrisa pícara— ¿Has ido a la farmacia para comprar protección?
    La miro y niego con la cabeza, increíble que yo esté pensando en eso.
   — ¿Habla mis pensamientos o en lo que Daliah me diría?
   —Bueno, estoy segura de que ella en realidad, no te dejaría ir a verle —se sienta en la cama, con aspecto de niña buena—, pero sí, te lo diría para ponerte nerviosa.
   —Pues no, porque solo voy a dormir —cierro la cremallera de la mochila, cogiendo luego la gorra del armario y metiendo debajo el cabello—. Voy a hablar de algo importante, no ha pasado un momento romántico.
   —Ya... Por eso no voy a comentar de tu maquillaje ligeramente discreto pero encantador.
    Me sonrojo con vergüenza. Sí, vale, puede que me haya puesto un poco me maquillaje, pero todo porque quería... sentirme bien conmigo misma. No por él para que no me vea con una cara de estar destrozada.
    Veo a Daliah y la imagen de ella muerta vuelve a mí mente. Quiero olvidar lo que he visto. No puedo dejar que el asesino me controle. 

La mitad de mí / DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora