La mitad de mí / Duskwood

Capítulo 16

    Decido al caer la noche escribir algunas ideas que me vienen a la cabeza. Miro la guitarra al lado de la cama, esperando a que de nuevo acaricie sus cuerdas y cree alguna nueva melodía.
    Desde el último día con Daliah, no he vuelto a coger el instrumento. No he podido hacerlo, no tenía fuerzas y ahora, tras conocer a Jake, su beso, tengo tantas ideas en la cabeza que siento cómo me arden las manos, apenadas por no tocar la guitarra y poder sacar esas canciones.
    Al menos, intento escribir la melodía.

    Nada más escuchar el tono de llamada, salto a por el móvil, posado en la mesita de noche.
Mi sonrisa de amplia.
   —Hola Jake —saludo, cogiendo las libretas y lápices, para continuar escribiendo.
   —Hola amor —me saluda con una voz que hace que me derrita.
    Mi temperatura sube y hago una línea en la página, nerviosa.
   —Jake, si sigues llamándome así...
   — ¿Qué harás?
   —Yo... —supongo que dar vueltas en la cama mientras grito emocionada, pero no pienso decírselo, ya bastante estoy nerviosa— ¿Para... ¿Para qué has llamado? ¿Alguna novedad?
    Se ríe sabiendo que me ha ganado.
   —Mike obtuvo mi número a través de un programa de su ordenador —empieza a narrarme— y hemos estado hablando.
   —No sé si me gusta que tenga tu número ese hombre...
   —A mí tampoco —puedo notarle molesto—. Y mucho menos-
    Se calla y espero, un poco preocupada.
   — ¿Qué ha pasado? —Pregunto nerviosa— ¿Qué ha hecho o dicho?
   —No te preocupes —dice finalmente—, mejor que no te involucre.
   —Oh... —vale, lo entiendo, algo le ha debido decir o ha hecho, en referente a su asunto— Vale, mejor no pregunto sobre el tema.
   —Sí será lo mejor —suspira y yo dejo la libreta en la mesita, tumbándome en la cama para hablar con él—. Quiere hablar contigo.
    Parpadeo confusa ¿Hablar conmigo?
   — ¿Por qué?
   —Tiene algo que contarte sobre Daliah.
    El corazón se me detiene ¿Por qué no me lo dijo antes? 

    Me muerdo el interior de la mejilla, molesta. Ahora no puedo comunicarme con él.
   — ¿Le puedes pedir su número para hablar con él? —pregunto con calma.
   —No es buena idea —contesta rápidamente—, es un hacker criminal, Carla y también tuvo problemas con la policía de Rosenschwarz —puedo notar la preocupación en su voz—. Por desgracia, no quiere contármelo a mí, así que vas a tener que venir a Evergreed.
   —Veré si puedo... —cierro los ojos respirando profundamente. Quería volver a Evergreed por Jake, pero ahora me daba miedo volver para saber qué era lo que me iba a contar Mike.
   —También ha sucedido algo inesperado —dice de manera apresurada—, parece ser que Mike conoce a Seo-ah.
    Me incorporo deprisa, sorprendida ¿Por qué Seo-ah conoce a Mike?
    Lleva todo el día sin conectarse ¿Y si tiene algo que ver con todo lo que está pasando? Quizás mi llegada al chat la ha presionado y algo sucedió tras hablar conmigo, quizás se arrepintió.
   —De momento, no deberías preguntarle a Seo-ah por qué le conoce —le escucho decir en tono calmado—, quizás eso haría que Mike no nos hiciera el programa y no sabemos aún el trato que tienen.
   —Sí... Quizás lo que viste puede que no tuviera que ver con nosotros.
   —Exacto, puede que fuera de un tema de antes de hablar conmigo.
    Asiento. Quiero pensar que es así, que Seo-ah y Mike no mataron a Daliah.
    Porque ahora, Mason es el importante en la investigación. Necesitaba conseguir esas pruebas contra él, en cuanto lo descartemos, entonces lo investigaremos.
   —En fin —suspiro, volviéndome a tumbarme de nuevo—, ahora es mejor no pensar en la investigación, es momento para relajarse.
   — ¿Te había interrumpido algo importante?
   —Estaba componiendo.
   —No esfuerces la mano —a diferencia de Elliot al decirlo, en Jake puedo notar una sonrisa cuando habla—, que quiero seguir escuchando más canciones que compongas.
   — ¿Has escuchado los archivos que hay en Nymos? —pregunto con un leve sonrojo.
   —Me acompañaban mientras huía —sonrío feliz de saberlo. Nunca me abandonó, me llevaba siempre con él—. Me mantenía centrado, incluso cuando trabajaba en mejorar a Nymos, seguía escuchando tu voz.
    Me río y me acomodo más, empezando a sentirme más cansada. Ha sido un día duro en la tienda y me he despertado demasiado pronto esta mañana.