MUTE ≻ Jo

Capítulo 27

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El capítulo contiene escenas subidas de tono, no con la intención de ofender o manchar la imagen del idol
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Por la mañana escuchó a Usuri soltar un sonido que lo dejó algo confundido, para después comenzar a estirarse y abrir sus ojitos, lo primero que ella vio fue a un Jo ya vestido, pero acostado a su lado, usando el celular.

—Buenos días, linda —coqueteó el chico, haciendo que Usuri se ruborizara y sonriera, hasta que vio el celular y lo reconoció, arrebatándolo de las manos de su novio—. ¡Suriiii vamos! Hace como una semana que no uso un celular, ¿sabes la abstinencia que tengo?

Ignorando sus palabras, la chica dejó su celular sobre la mesa de luz, antes de levantarse giró la cabeza topándose con Jo mirando hacia el techo con la cabeza echada hacia atrás, inconscientemente las imágenes de su sueño comenzaron a invadirla, algo ruborizada se tapó hasta la cabeza sintiendo su piel erizarse.

Jo frunció el ceño al sentir la brusquedad con la que la chica se cubrió, pero no preguntó nada.

En cambio, fue él quien se levantó, acomodando un poco su ropa, calzando unas pantuflas, dispuesto a ir abajo.

—¿Vienes a desayunar? —le preguntó a unos pasos de la puerta.

Escuchó a Usuri soltar un suspiro algo ruidoso para después asomar su cabeza por las sabanas y negar volviendo a cubrirse, notó que Usuri estaba muy ruborizada, al punto que la chica parecía un tomatito.

También notó que estaba incomoda o nerviosa, por algo.

Y además, si él no la obligaba a desayunar, la señora Hiroki lo haría, así que Usuri nunca se negaría sin alguna razón importante.

Jo se acercó a la cama de nuevo, sentándose junto a ella.

—¿Qué tienes bebé? —preguntó, se recostó junto a ella e intentó abrazarla, pero apenas Usuri se dio cuenta de sus intenciones se alejó, confundiéndolo más y dándole a entender que no quería decir nada al respecto—. Anda, dime —Jo intentó destaparla, pero la chica solo se rehusó—. Se que te pasa algo.

Usuri suspiró frustrada y Jo hizo de todo para lograr destapar aun que sea la cara de su novia iniciando una pequeña pelea por ver quien lograba obtener la sabana, fue Jo quien sonrió victorioso al tirar de ella lanzando la sabana al suelo.

Pero su sonrisa se borró al ver el estado de su novia.

Su piel estaba erizada, él intentó tocarla, pero ella solo se alejó frunciendo la cara.

—¿Tienes frio? —negó levantándose de la cama para caminar rumbo a la sabana en el suelo— no me ignores dime donde están las mantas, eso no te cubrirá bien.

Ella negó nuevamente volviendo a enredarse para tumbarse en la cama, pero antes que cubriera su cara Jo puso las manos sobre ella intentando medir su temperatura.