¿Cómo le dices a alguien que lo amas si nisiquiera puedes hablar?
-Iniciada: 21/01/23
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Pasaron los minutos y Usuri seguía sin poder dejar de llorar, ignoraba las palabras de Jo que intentaban calmarla.
El chico comenzaba a preocuparse un poco.
—Vamos a lavarnos, Suri —dijo, antes de cargarla, con los brazos de ella rodeando su cuello y las piernas abrazando su cintura.
El baño era amplio, con una ducha especial para Yuma, y una silla de plástico donde el castaño se sentaba para no dañar la silla en la que se movía; y que Jo usó para sentar a Usuri.
Bañó el cuerpo de su novia primero, sus sollozas se habían calmado, pero seguía dejando fluir lágrimas.
Al terminar la miró dedicándole un abuena pequeña sonrisa.
—¿Estas bien?
Usuri asintió, murmurando, no lo había dejado de hacer desde que habían acabado, Jo comenzaba a fastidiarse con eso, pero no podía culparla, así que no dijo nada.
—Me ducharé rápido y saldré. ¿Quieres ir al cuarto y vestirte?
Usuri volvió a asentir, Jo dejó un beso en su frente antes de que se levantara. Saliendo del baño.
Cuando terminó la ducha, se sorprendió al ver que Usuri, además de hacer lo que le había dicho, había ordenado toda la ropa que habían tirado y había sacado las sabanas manchadas.
—Hay que decirle a los demás —dijo Jo, ya vestido, refiriéndose a la ya no-mudez de Usuri.
Tomados de las manos, salieron de la cabaña, con intención de ir al comedor, o a donde vieran gente.
Quizás para su desgracia, la primera persona que encontraron fue Konomi, quien se había quedado esperando en el comedor, mirando por la ventana hacia las cabañas, a que ambos chicos terminaras, y al verlos salir había ido corriendo hacia ellos.
—¡Mierda Jo! ¿Qué eres, un vampiro? —habló, aun a unos metros de distancia, podía distinguir las marcas en el cuello de Usuri, sobresaliendo del cuello de su remera.
Parecía que iba a decir algo más, pero frunció el ceño al ver los ojos enrojecidos por el llanto de Usuri, y solo le tomó unos minutos más en captar los murmullos que la castaña decía.
—¡Suriiiiii! —gritó con felicidad, abrazando a la chica—. ¿Qué pasó? ¿Puedes hablar? ¿Puedes decir Konomi? ¿Mimi?
—Konomi
Usuri rio, por primera vez, para pedido de ambos, una risa dulce y tierna, llena de felicidad.
