31 |Romper y curación|

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1 de julio.

Mientras Harry se arrastraba por la puerta del número cuatro de Privet Drive, Vernon asomaba por el vestíbulo, dispuesto a llevarse su baúl como de costumbre. Petunia observaba desde un rincón, mirando por debajo de la nariz a su sobrino. Dudley permanecía a su lado, incómodo y sin saber cómo actuar.

—Fuera de mi camino, muchacho—ladró Vernon, yendo a por el baúl de Harry.

—Esta vez no, tío—dijo Harry, con una sonrisa amarga en la cara—. Este verano guardaré mis libros y mis útiles.

La cara de Vernon se puso morada y una vena se le abultó en la frente—¿Qué has dicho, muchacho? ¿Crees que voy a dejar que te quedes con tus... cosas raras? ¡Y una mierda!

—Oh, creo que lo harás. ¿Isuri?

La víbora de Harry asomó la cabeza por debajo de su camisa y enseñó los colmillos. Petunia corrió y se subió a una silla del salón, gritando como una banshee. Dudley gimoteó y retrocedió, con las manos en alto en señal de rendición. Sin embargo, Harry no tenía intención de hacerle daño a Dudley. El chico había cambiado desde el quinto curso. Al menos lo había intentado. Los dementores habían iniciado su redención, y ver cómo sus amigos casi violaban en grupo a Harry le había sacudido para sacarle definitivamente de sus hábitos de matón. Ya era hora.

Sin embargo, Vernon se metería en problemas si no dejaba de torturar a Harry.

Vernon palideció y se tambaleó contra la pared, con los ojos desorbitados—¿Qué es eso? ¡Saca eso de mi casa!

Harry soltó una carcajada—no, no. Creo que no. Verás, este es Isuri, uno de mis familiares junto con la querida Hedwig, por supuesto—su fiel lechuza, que miraba desde su jaula, emitió un graznido e hinchó las plumas con orgullo—. Sí, así es, niña—entrecerró los ojos hacia su tío—. Y nos vas a dejar en paz este verano, ¿me oyes? No me vas a pegar, no me vas a matar de hambre y no me vas a encerrar. ¿Sabes por qué? El veneno de Isuri es letal.

No lo era, por supuesto, y menos para un minotauro como Vernon, pero los parientes de Harry no necesitaban saberlo.

Isuri siseó para añadir dramatismo~Esto es divertido, Maestro~.

Por despecho, Harry siseó de vuelta~No estoy seguro de calificar esto de divertido, pero al menos me alegro de que lo disfrutes~.

Vernon farfulló aterrorizado y retrocedió—¡F-f-fenómeno! Hablando con malditas s-serpientes. No es normal.

Harry enarcó una ceja y acarició el lomo de Isuri, habiendo aprendido de Severus mucho antes que a veces el silencio podía amenazar e intimidar tanto como las palabras.

Vernon agitó un dedo gordo en la cara de Harry y lo retiró de un tirón ante un chasquido de su serpiente—llamaré a la p-p-policía. Harán que se la lleven y entonces, ¿qué harás tú?.

Harry le dedicó una sonrisa despiadada y le tendió una mano—Levicorpus.

Vernon gritó como una niña mientras la magia sin varita de Harry levantaba al hombre en el aire y lo sujetaba por los tobillos. A Harry no le gustaba mucho el hechizo, teniendo en cuenta cómo se había utilizado para herir a Severus, pero Vernon llevaba pantalones, no túnica, y el bastardo se merecía algo de dolor en lo que a Harry respectaba.

—Ves, tío—espetó Harry—, ya no necesito una varita para maldecirte.

Petunia se desmayó. Dudley palideció y retrocedió, con los ojos redondos como platos.

Vernon se esforzó por alcanzarle los tobillos, pero no tenía espacio con su pesada barriga en medio—¡Tu Ministerio te expulsará, monstruo! Bájame ahora mismo.

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⏰ Última actualización: Nov 20, 2023 ⏰

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Longing of the Soul | Anhelo del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora