Remember me (Haylor)

Capitulo 24

Taylor

Suena mi despertador, me levanto de la cama y lo primero que hago es ir a revisar mi celular con la esperanza de que Harry haya regresado algunas de mis llamadas... pero no, de verdad no quiere hablar conmigo.

Me doy una ducha y me cambio, me pongo una blusa azul con un pantalón de mezclilla y unos keds, me gusta estar casual. Bajo a desayunar y después  me cepillo los dientes; tomo mi bolsa, que lleva dentro solo cosas indispensables, el celular, las llaves de mi camioneta, maquillaje... y todas estas cosas de chicas.

Voy en camino a la casa de Harry, Niall, Liam, Louis y Zayn... tengo que hablar con Harry, no soportaré un día más sin hablar con él.

Bajo de mi camioneta y toco la puerta de su casa. Me abre Zayn.

-         Hola, supongo que vienes a buscar a Harry ¿no?

-         Si, es así... ¿él está aquí?

-         Si, pasa, está en su cuarto. Puedes subir.

Dicho esto me dirijo hacia el cuarto de Harry, la puerta está entreabierta por lo que decido entrar sin tocar antes. Está recostado con los ojos cerrados, sé que no está dormido porque veo que está moviendo su mano.

-         Hola Harry...

Al oír esto se sobresalta y se para de la cama, está hecho una furia conmigo... no me quiere ver siquiera pero no voy a dejar que esto se quede así.

-         ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Vienes en busca de una nueva aventura? – Pregunta sin mostrar sentimiento alguno.

-         Harry... sabes que tú no e...

-         Vete. – Me ordena fríamente.

-         No me voy a ir de aquí. ¿Al menos podrías escucharme? – Digo mientras me acerco a él.

Se queda en silencio, supongo que es una señal de que debo comenzar a hablar así que eso es lo que hago.

-         De verdad siento mucho que te hayas enterado de esta forma. Crees que solo has sido una "aventura" para mí. Ya sé que me voy a casar con Joe, y me duele decirlo. Pero quiero que sepas que eso no afecta en lo más mínimo mis sentimientos hacia ti. Hay una cosa de la que debes de estar seguro... te quiero más que a nadie, Harry, te quiero de verdad, no eres una aventura para mí. Sé que no podemos estar juntos porque yo estoy comprometida y tú eres "novio" – digo haciendo comillas con los dedos. - de una de mis mejores amigas, así que solo te pido que me des la oportunidad de acercarme a ti de otra forma, pero por favor, no te alejes de mi.

Harry me ve con una mirada profunda, sé que me quiere, tal vez no tanto como yo a él, pero al menos me quiere lo suficiente como para no alejarse de mí. Se queda en silencio hasta que por fin decide hablar.

-         ¿De verdad crees que con venir a decir unas cuantas palabras sin sentido voy a quedarme cerca de ti? ¿En serio crees que voy a poder estar cerca de ti y que no seamos nada más que amigos? Que poco me conoces.

-         No es eso. Tú sabes perfectamente que no podemos ser nada más Harry, ya no tenemos quince años como para andar con esos jueguitos.

-         ¿Entonces solo has venido a restregarme en la cara que te vas a casar con Joe?

-         No, vine aquí para aclarar las cosas.

-         No hay nada que aclarar. Tú te vas a casar, Taylor. Deberíamos de dejar esto y no volver a hablar nunca más.

-         ¿De verdad te vas a rendir así? ¿Tan fácil?

-         Tú ya lo has hecho.

-         ¿Sabes que? No he venido a rogarte. Ya te dije lo que tenía que decir. – Doy la media vuelta y me dirijo hacia la puerta.

Harry

No quiero que se vaya. Aún no, quiero que esté aquí aunque solo estemos discutiendo. Estoy siendo contradictorio conmigo mismo, pero de verdad no quiero que se vaya.

-         Taylor. Espera. – Digo cuando está a punto de salir.

-         ¿Sí? – Pregunta con cierto brillo en sus ojos al mismo tiempo que voltea hacia mí.

Nos quedamos un momento viéndonos a los ojos fijamente. Tiene unos ojos preciosos.

-         Por favor... no vuelvas a venir.

Sin embargo; creo que es mejor no tener ningún tipo de contacto con ella sabiendo que nunca podremos ser nada más.

Espera un momento antes de contestar y se voltea otra vez hacia la salida, cuando dice por fin:

-         No pensaba hacerlo.

Dicho esto sale de mi habitación y se dirige hacia las escaleras. Escucho cómo sus delicados pasos se alejan de mí y me siento cada vez más miserable.