[15]: Marcy en el grupo

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"You gave her your sweater,... it's just polyester, but you like her better, wish I were Heather..."

—Clyde, mis padres te escucharán llorar y me castigarán. —Mencionó Butters al arrodillarse y pasarle papel a Clyde, quien se encontraba recostado en el suelo, con el rostro como un tomate por haber llorado.

—¡Cállate, no sabes lo que se siente! —Se limpió su nariz. Butters suspiró y prefirió no decir nada, ya que de todos modos le cuestionaría, así que solo optó por acariciarle el cabello.

Luego de un par de minutos, el castaño se calmó. —Bueno, esto no se quedará así, nos vemos mañana, Marcy~. Si tus papis preguntan por mí, diles que gracias por haberme invitado, pero les rechazaré la cena de hoy~. —Acto seguido se escabulló por la ventana y fue corriendo a su casa ya que era de noche y podía ser peligroso.

—...Mis padres ni siquiera saben que viniste... —Mencionó en la soledad de su cuarto.

Al día siguiente...

—¿Qué más debo hacer? —Preguntó Butters.

—Sigue haciendo lo mismo que hiciste ayer, te luciste. —Felicitó Clyde mientras le estaba haciendo el mismo peinado común de ayer en el depósito del gimnasio. —Hazte amigo de ellas, averigua qué es lo que le gusta a Nicole de Token; aunque obvio yo ya lo sé, ¿a quien no le gustaría Token?, mmhh~. —Mencionó esta vez mordiéndose los labios y con ese sonrojo en sus mejillas. Butters solo atinó a aguantarse la risa. —Listo, ve por ellas, tigre. —Lo empujó para que saliera, no sin antes haberle pegado una nalgada.

Butters, sonrojado, se arregló la falda y salió en dirección a donde se hallaban las niñas, al lado de la biblioteca. Apenas apareció, las chicas la miraron con una sonrisa, haciendo lugar en su rondita, y saludándola en el proceso.

—¿Qué harán este fin de semana, chicas?

De inmediato las chicas comenzaron a mencionar varias ideas que llegaron a marear a Butters, porque había tanta química entre ellas que, si una hablaba, la otra respondía, y la otra aportaba otra idea y así. No era una conversación desordenada, estaba completamente planificada.

—¿Qué opinas, Marcy? —preguntó Wendy y todas le clavaron la mirada encima. Hasta ese punto Butters no sabía ni de qué hablaban.

—Que... estoy de acuerdo. —Tímidamente alzó sus hombros.

—¡Está decidido! Todas esta tarde al centro comercial y luego a mi casa. —Aclaró Wendy.

Acto seguido sonó el timbre de comienzo de clases, a lo que fueron todas al salón, y obviamente Butters se sentó en el lugar de ayer, junto a Clyde, quien casualmente no se hallaba en su lugar. Miró hacia atrás y tampoco estaba Token.

—Oh, hamburguesas.

De repente se escuchó como Clyde abrió la puerta del salón y corrió hasta su lugar, como si se estuviese ocultando de algo. Apenas se sentó, escondió su mochila, arregló su cabello y ropa, y colocó sus manitos encima del pupitre, y encima se le formó una aureola en la cabeza. Todo un buen niño.

Cuento que nadie se creía.

Acto seguido, ingresó Token como si estuviese persiguiendo algo, pero al ver que todos le miraban, arregló su postura y su remera, puesto que no tenía su sueter. Carraspeó su garganta y caminó tranquilo y serio hasta el lugar que ocupaba con Nicole, y al pasar por al lado de Clyde lo miró de reojo. El castaño seguía estático mirando hacia el frente y tratando de normalizar su respiración, totalmente nervioso.

Token se detuvo al lado de Clyde, se acercó amenazante y le dio un pequeño golpe con sus nudillos en la costilla. El castaño se quejó, pero de inmediato sintió cosquillas en su oído izquierdo, era él que le susurró: "...Sé que fuiste tú. Te veo después de clases...". Clyde volteó hacia él, pero el otro solo lo tomó de su mentón, estaban tan cerca que podían darse un beso, podían sentir sus respiraciones.

—Ahh~... —Suspiró Clyde en contra de la boca de Token, quien sonrió y le dio un beso lento y tortuoso en la comisura de sus labios, para luego guiñarle el ojo y sentarse en su lugar con Nicole.

El pequeño estaba que explotaba por el calor que se le había subido a la cara y por el escalofrío en todo su cuerpo, estaba tan satisfecho de ese coqueteo o amenaza, sea lo que sea le estaba excitando, tapó su rostro con tal de controlarse, y hasta podía....

—... ¿Clyde...? Me asustas.

La voz de Butters sonó como un eco, hasta que el ya nombrado despertó de su trance. Se toqueteó rápidamente su cara y aún estaba calentito.

—¿V-viste lo que me hizo? ¡Se convenció que soy el amor de su vida! —Mencionaba emocionado y con una expresión soñadora en su rostro. Butters seguía mirándolo con pena.

—Clyde... solo pasó por tu lado y te miró con enojo.

Dolía, pero todo lo que se imaginó Clyde era eso, producto de su imaginación. Había fantaseado todo. Y se dio cuenta cuando volteó hacia Token y este tenía clavada su mirada en él, como si quisiera asesinarlo clavándole un cuchillo en las costillas.

—Ay, por favor, que me clave otra cosa....

—¡O-oh, caracoles! —Exclamó Butters sonrojándose de repente. No podía creer que Clyde era tan... directo.

—Butters, juro que te golpearía, pero eres una niña ahora. Además, mira lo que tengo~. —Alardeó al sacar de su mochila y mostrarle disimuladamente que tenía en su poder el sueter de Token. Nuevamente lo miró con cara de: "¡¿Hiciste qué?!", pero volvió a hablar. —¿Qué? ¿Hay algo más importante que esto?

—Cre-eo que sí. —Respondió el rubio en un susurro. —Las chicas me invitaron a una pijamada y-y necesito ropa y esas cosas...

—No me estarás pidiendo que... —Habló Clyde con una mueca de disgusto. Butters asintió nervioso. —... ¡Agh...! Bueno, iré contigo, pero más vale que no andes de indeciso como la otra vez.

Butters se acomodó en su asiento y miró hacia la ventana del aula, mirando el cielo y rogando que Clyde no lo matara cuando se entere de la mentira que le había dicho recién. 

Maldito Clyde - [Tyde] South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora