Maldito Clyde - [Tyde] South Park

[11]: Juntos

Aquí pueden dejar sus amenazas y reclamos (?)

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El resto de la jornada escolar se la había pasado imaginando las posibles amenazas que Clyde le haya dicho a Nicole. No es como si de la nada al chico le entraran los celos o le molestara el noviazgo que mantenía, no después de haber pasado casi 4 meses.

Por más que se negaba, ahí se hallaba siguiendo a Clyde y al pequeño Stotch hacia un lugar que desconocía. No es que los estuviese asechando, ya que iba caminando tranquilamente tras de ellos, pasando primero por la casa del rubio. Solo quería hablar, nada más. Aunque sabía bien que hablar con Clyde era evitar que le abrazara o besara con descaro.

Se sentó en uno de los bancos del centro comercial que por suerte estaba vacío debido a la concurrencia de gente, se acomodó su bufanda y se dedicó a teclear en su celular, hasta que divisó al par de chicos que se adentraban al gran local de ropa femenina.

"¿Ropa de mujer?" Susurró confundido para sí mismo.

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—Clyde, prométeme que s-solo será un momento. —Mencionaba un Butters nervioso al observar el gran local y las miradas de algunas mujeres que se clavaban en ellos.

Tanto las que atendían como las clientas pensaban que eran solo un par de niños que entraban a jugar con la ropa. No era la primera vez que habían visto al castaño allí, la primera vez fue cuando lo sacaron los de seguridad.

—Ve y fíjate qué están haciendo. —Ordenó la mayor de todas a una de las empleadas novatas. Ésta se acercó hasta los vestidores dándose con la sorpresa de que ambos niños estaban en el mismo probador, escuchó con atención y estaban discutiendo. Sea lo que sea, no iba a permitir que se roben nada. Tomó valor y abrió la cortina rosa que los ocultaba dándose con otra sorpresa, quizás más vergonzosa que la anterior:

—¡C-clyde, creo que este vestido es muy pequeño! — Exclamaba vergonzosamente el rubio que tenía la prenda encima de su cabeza y que no pasaba de los hombros, haciendo que se quedara todo tieso y apretujado.

—¡Dijiste que elegirías cualquiera...! —Clyde seguía jalando hacia abajo para que el vestido cediera, pero era en vano.

Al momento en que ambos vieron por el espejo que la empleada estaba observándolos voltearon hacia ella totalmente sorprendidos.

—¿...Qué se supone que están haciendo? —Preguntó nerviosa pero amable. Quería verle el lado bueno al asunto.

—El vestido que eligió no le entra, ¡y todo por querer irse rápido! —Reclamó el castaño con sus manos en su cintura.

—¡T-te dije que me avergüenza estar aquí!

La chica escuchaba como ambos seguían discutiendo, y en parte era cómico y tierno ver al más pequeño apretujado como un tamal y el otro haciéndole burla. Sin embargo, debía intervenir.

—¡E-escuchen, por favor! —Obtuvo la atención de los chicos. — Tengo que trabajar, así que yo... yo puedo ayudarles. Nadie se va a enterar, si es que eso quieren.

Al escuchar eso Butters se relajó, lo que hizo que el vestido se rompiera por un costado. La muchacha lo dejó pasar simplemente porque si mencionaba a su jefa que estaban jugando con la ropa y que rompieron una, ella sería la culpable solo por 'no ir a averiguar antes'.

Acto seguido, les ordenó que se quedaran en el vestíbulo y les preguntó qué es lo que buscaban exactamente.

—Quiero algo de mi talla... em... que sea simple y bonito para una chica... que... —Stotch no podía terminar la frase, así que su amigo lo ayudó.

—La ropa es para él, así que buscamos cualquier ropa que encaje con su cuerpo y su cabello. —Y sacó de su mochila la famosa peluca de Marjorine. La empleada no tenía idea de qué estaban tramando, pero lo obvió y se conformó de que solo eran niños que se querían vestir así.

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Habían pasado los minutos y Token se resignó a la idea de hablar con Clyde, así que decidió emprender regreso a su hogar; sin embargo, lo que no se esperaba era que su querida novia lo encaró de frente junto con otras amigas de ella.
Qué suerte tenía.

—Entonces... ¿me acompañarás? —Token asintió con la cabeza y con una sonrisa leve. Nicole despidió a sus amigas y se fue con su novio a un local de comida... aprovecharía cualquier momento.

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Mientras tanto...

—¡Sal de ahí! ¿Qué no era que querías irte rápido? —Exclamaba el castaño desde unos de los sillones afuera del probador, a su lado estaba la chica que había llevado para ellos toda la ropa que les llamaba la atención y que, con su escasa experiencia en el trabajo, pensaba que le quedaría hermoso.

—Vamos, Butters, seguro que te queda lindo. —Animaba la chica.

Butters se observaba en el gran espejo. Se acarició su peluca y la ropa que era suave y olía rico. Sonrió porque se sentía hermoso.
Salió con algo de timidez, recibiendo el aplauso de la empleada y la cara sorprendida de Clyde, lo que hizo que se sonrojara.

—Wow... en serio pareces una chica.

—Te ves hermoso. —Mencionó la empleada cuando se le acercó y le arregló el cabello y los moños verdes. El castaño también se le acercó y le dio unas palmadas en la espalda.

—Bueno, te damos las gracias por ayudarnos em... —Observó el pin identificador de la muchacha. —... ¡Tammy! Si, bueno, en serio gracias. —Ella solo les sonrió y les dijo que le devolvieran las prendas para cobrarles, pero Clyde tuvo otra idea.

—¡¿Con la ropa puesta?! ¡P-pero... ay no lo sé, Clyde...!

—Butters, es para que te vayas acostumbrando y no actúes raro cuando estés vestido así con verdaderas chicas... o hasta chicos. —El castaño por dentro se reía.

—¿Tú crees...?

Qué fácil era engañar a Butters.

Donovan iba a sacar su billetera, pero Butters lo detuvo.

—Está bien, lo haré. ¡Pero con una condición! Q-que tu también te vistas de niña con la ropa y peluca que yo te elija.

—¡NO, NO, NO Y NO! ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Estás loco si piensas que...!

...

—Adiós, gracias por venir. —Despedía Tammy al par de 'niñas'.

—¡Demonios, Butters! ¡¿Cómo mierda es que te acostumbras a usar faldas?!

—También te queda lindo Clyde.

—Sí, sí, lo que digas.

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Bueno, ahora que lo veo, la falda la dibujé re corta... bueno, ya fue. Y el coloreo... alm xd </3 

Saludos :'3