Capítulo 5 parte 1

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LA TRAMPA

Después de que se fuera Dylan, volví a entrar a la cafetería con mis amigas, para comer y seguir hablando un rato.

—Bueno, chicas que os a parecido???— digo nerviosa por si no les ha gustado.

—Pues… me parece buen chico.—dice Kayla con una sonrisa en la cara. No me lo creo, ella sonriendo?? Algo pasa aquí.

—Oye Kayla, a ti que te pasa?—digo ya intrigada por la situación.

—A mi nada, que he tenido una visión de vosotros y veo que el es bueno para ti.— dice Kayla otra vez con su tono arisco.

—A si? Que has visto? —dice Amy emocionada, a veces se emociona mas que yo.

—He visto que Dylan la ayuda a desarrollar sus poderes y que será muy feliz con él.—dice Kayla un poco alegre, pocas veces la he visto así.

—De verdad has visto eso? Entonces ya no me pondrás ninguna pega por salir con él? —digo al fin.

—No tranquila, ya no me opondré, ahora si que confío en él. —Dice Kayla sonriéndome. Acto seguido nos levantamos y nos abrazamos todas, riéndonos, y pienso que, tengo las mejores amigas del mundo y que no se que haría yo sin ellas.

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Llegamos a casa de mi madre a las 18h de la tarde, todavía falta 3 horas para la gran fiesta anual, mi madre está emocionada, hacia tiempo que no la veía tan contenta.

-Cariño ya habéis llegado, que bien!! Venga ayudadme con los preparativos.- dice mi madre en cuanto abro la puerta de casa.

-Si mama, ahora mismo nos ponemos en ello.-digo mientras la abrazo. Nos dirigimos a la habitación de invitados donde tiene mi madre todo para decorar la casa, hay flores, tiras de papel, luces de colores. Tardamos una hora en decorar la casa, queda preciosa, muy colorida pero elegante. Nos dirigimos a la cocina para ver si ya ha terminado mi madre de hacer el aperitivo y la cena, si también cenamos, va a ser una locura, pero divertida.

—Mama, ya hemos terminado de decorar la casa, tu como vas?—le digo a mi madre entrando por la puerta.

—Si, muy bien chicas, muchas gracias no hubiera podido hacerlo sin vosotras, la cena le queda una media hora.—dice mi madre un poco agotada, la pobre lleva toda la tarde aqui metida.

—De nada Sra. Turner, a sido un placer.—dice Natalie con una gran sonrisa.

Nos dirigimos al comedor donde cenaremos todos, seremos unas 30 personas, mi barrio no es muy grande, menos mal, porque sino, no hubiéramos podido celebrar la fiesta en nuestra casa. Ponemos el mantel de color rojo y negro, vasos, cubiertos, platos, todo lo necesario en una mesa y nos marchamos al salón donde será el baile.

Nuestra casa es bastante grande, no es una mansión pero sus 200 metros no están nada mal, y por suerte el salón es la parte mas grande, así que no habrá ningún problema, para bailar.

Ya son las nueve y la gente empieza a llegar, yo estoy nerviosa, porque empiezo a escuchar las voces de todos y aunque ya lo controlo bastante bien, en la multitud me cuesta bastante y si encima le sumamos que soy bastante tímida cuando hay mucha gente, pero de pronto me relajo y olvido toda la gente que está llegando a mi casa, porque veo entrar muy decidido sin quitarme la vista de encima a Dylan, va con un traje negro, camisa blanca y corbata roja, hace juego con mi vestido rojo como la sangre, que como siempre lleva escote corazón sin tirantes, la falda tiene muchísimo vuelo y largo, me lo tengo que recoger con la mano para poder andar y unos guantes rojos largos que me llegan hasta el codo, una flor roja en el pelo suelto y rizado. El maquillaje es sencillo un poco de rímel y un pintalabios rojo cereza que me encanta.

Lo veo caminar hacia mi y empiezo a sentir mariposas en el estómago, y todas las voces que escuchaba en la sala desaparecen, solo estamos el y yo.

—Que haces aquí? —Le pregunto sorprendida, supuestamente no nos íbamos ha ver hasta mañana.

—No quería perder la oportunidad de verte tan hermosa y bailar contigo.—dice Dylan con su voz seductora y guiñándome un ojo. De repente noto como me ruborizo y dejo de mirarle a los ojos, noto que algo se despierta en mi.

—Gracias, pero yo no bailo de época, soy muy patosa. —digo con un hilo de voz. Es verdad, a mi me encanta bailar, pero la música moderna y sola, en pareja es otro royo.

—Tranquila, yo te llevaré, no temas, pero primero hay que llenar esa barriga tuya.—dice Dylan cogiéndome de la mano y llevándome al comedor donde ya estaban casi todos sentados. Me acerco a mi madre y le presento a Dylan como un amigo, ya le contare la verdad en otro momento. Mis amigas me miran con cara de poker y empiezan a reírse, yo las fulmino con la mirada.

Después de la cena, acabo bien satisfecha, estaba todo delicioso, nos levantamos y ayudamos a mi madre a recoger la mesa para irnos al salón a dar comienzo al baile anual.

Cuando entro en la sala, me vuelvo a poner nerviosa, porque se que tendré que bailar, noto como Dylan me coge de la mano, cómo si me hubiese leído la mente y lo miro a los ojos, me guiña un ojo, y empiezo a sentir una vez más las mariposas, unas mariposas que ya estoy acostumbrada a sentir por dentro y estoy tan feliz de que esté conmigo que el temor que sentía por bailar desaparece.

Ponemos la música que seleccioné yo misma, primero suena Someone Like You de Adele, es muy bonita. Nos ponemos las chicas en un lado en fila y los chicos igual pero enfrente, cuando empieza la música nos acercamos a los chicos y alzamos las manos a la altura de nuestros hombros a escasos centímetros de las del otro, y empezamos a movernos al compás de la música, la verdad que nunca me había gustado este baile hasta ahora, hacemos estos pasos hasta que llega el estribillo y por fin nos cogemos las manos, bailamos pegados y ha círculos por toda la sala como el vals.

Lo miro a los ojos, esos ojos negros e intensos que me devoran con la mirada, pero también me protegen, y deseo que se pare el tiempo, y que estemos siempre así.

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Buenos días, aquí tenéis la primera parte del capítulo 5, espero que os guste. :)

Rubí, La Elegida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora