capítulo 14 parte 2

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—Me alegro cariño!!—dice mi madre.

—Por fin, ya era hora.—dice como no, Kayla. Amy y Natalie se miran, cogen a Kayla, vienen hacia mi corriendo y me abrazan, yo empiezo a reír, que haría yo sin estás locas.

—Estaba esperando este día, tranquila, ya te dije que yo te entrenaría y lo cumpliré.—dice Dylan dándome otro abrazo.

—Gracias! Gracias a todos, ahora me gustaría irme a dormir, aún sigo agotada, Dylan me puedes acompañar?—digo cogiendo a Dylan del brazo para subir a mi cuarto.

— Claro, si tú madre no le importa.—dice él como todo un caballero.

—Si, tranquilo, puedes ir con ella, cuidala mucho.—dice mi madre aprobando.

—Bueno, nosotras nos vamos para que descanses, mañana volvemos para ver cómo sigues—dice Amy mientras se acercan a despedirse de mi.

—Muchas gracias chicas, os quiero!—digo emocionada.

Cuando mis amigas se fueron, le di las buenas noches a mi madre y me subí a mi cuarto a descansar con Dylan, aunque estaba más tranquila, todavía estaba traumatizada por todo lo que me hicieron y no quería estar sola, por eso le pedí a Dylan que se quedará a dormir conmigo y mi madre al ver mi estado aceptó.

—Gracias por quedarte conmigo, ahora mismo, no puedo estar sola.—digo mientras me siento en la cama.

—No me lo tienes que agradecer, siempre estaré contigo, eres mi vida.—

—Yo siento lo mismo, pero cambiando de tema, que pasó en la organización? No te reconocieron, ni nos detuvieron, porque?—le digo ya queriendo salir de este suspense.

—Aunque te sorprenda, los ángeles tenemos la habilidad de cambiar nuestro rostro, cuando nos hace falta.—

—Enserio? Pero yo te veía normal—le digo incrédula.

—Eso es porque tú eres parte ángel, entre nosotros no nos afecta, pero los demás si qué lo hace—

—Vaya! Cada día me sorprendo más.—le digo maravillada.

Me tumbo para dormir, mis párpados me pesan, estoy agotada, pero con Dylan se que descansaré de maravilla.

" Estoy en un bosque, veo una sombra a lo lejos, corro hacia ella para ver quién es, cuando ya estoy lo suficiente cerca para ver quién es, me doy cuenta que es Cameron, veo a lado suyo un cuerpo inerte, pero no sé de quien es, solo sé que hay mucha sangre, salgo corriendo muy rápido, pero cuando vuelvo a mirar ya no estoy en el bosque, estoy atada en una camilla, otra vez estoy encerrada en aquel horroroso lugar, aparece Smith.

—Nunca saldrás de aqui—susurra Smith."

Empiezo a chillar, me siento en la cama con el corazón latiendo a mil, Dylan me intenta calmar, pero ya he empezado a llorar desesperada, aterrada, ahora no solo tengo que soportar la pesadilla de Cameron, si no, también la organización esa, empiezo a hiperventilar, Dylan sin preguntar nada me abraza muy fuerte.

—Tranquila, estoy contigo, todo estará bien.— repite sin cesar durante un rato.

—He tenido la pesadilla de siempre, pero también he soñado con la organización, Smith me decía que no iba ha salir de allí nunca, ha sido horrible.—digo con lágrimas en los ojos, pero más calmada.

Miro el reloj, son las 5 de la mañana, Dylan parece pensativo, preocupado por como preguntarme lo que ocurrió o esa es la sensación que me da. Me mira, como si yo fuera un corderito, y eso me da un poco de rabia, que todos piensen que soy débil y no pueda con lo que me ha destinado la vida, por eso tenía tanto miedo de mis poderes, porque tengo miedo de fracasar, de no ser lo que todo el mundo espera, la elegida para salvar el mundo.

—Hace rato que quería preguntarte qué quería de ti el tal Smith y que te hizo, pero antes quería que descansarás un poco, ahora me puedes contar que paso alli?— pregunta preocupado por mi estado emocional.

—Si, he... quería que lo ayudará a hacer un elixir para hacer a las personas inmortales y con poderes, más fuertes que las propias criaturas oscuras.—

—Y parece que mi sangre es la clave para poder hacerlo.—

—Ha!! Y no se como, sabía que yo soy la elegida, yo lo negué, pero no sirvió de nada.—digo terminando la historia. Dylan, me mira muy serio antes de hablar.

—Eso es muy grave, si consigue su propósito, eso sería peligroso para la humanidad, podría ser el fin del mundo, tal y como lo conocemos.—dice mientras me tumba otra vez en la cama tapándome.

—Pero ahora tienes que descansar, para que te recuperes muy pronto y puedas entrenar tus habilidades, esa es la única manera de que puedas proteger el mundo de la oscuridad.—

—Muchas gracias!! No se qué haría sin ti.—digo somnolienta.

—No me las des, yo daría mi vida por ti, siempre, no volveré a dejarte sola, te lo prometo.—dice tumbando se otra vez a mi lado, me abraza y yo me siento tranquila, en paz, por un momento parece que esté todo bien y deseo que estemos así, juntos, siempre... mi amor, mi ángel.

Rubí, La Elegida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora