Rubí, La Elegida.

Capítulo 10 parte 2

Nos duchamos y arreglamos para la ocasión, tenemos que salir a las 8:30 pm, ya que la fiesta empieza a las 9pm, a Amy no le hemos dicho donde vamos, solo que es una sorpresa y Dylan ha dicho que acudirá allí, que tenia un asunto personal por hacer.

Son las 8:20 pm y estamos listas para salir, conducirá Amy como siempre, pero está de los nervios por saber a donde vamos. Ya estando en el coche, le voy indicando por donde debe ir, hasta llegar a la playa que hay a media hora del campus. Aparcamos y bajamos todas a la playa, hay que andar un trocito hasta llegar a la fiesta en la que están todos los de la universidad, menos mal que nos llevamos bien con todos, no hubiera podido hacerlo sin ellos.

— ¡¡Sorpresa!! — decimos todos cuando llegamos. Amy se queda asombrada.

— !!!Muchas gracias a todos!!! —dice Amy con una gran sonrisa. Entonces se empiezan a acercar de uno a uno para felicitar a la cumpleañera, son unas treinta personas. Cuando ya falta la ultima persona para felicitarla, que es un chico que se llama Tomas, vemos que le presenta un chico que no conocemos.

—!Felicidades Amy! Te presento a mi primo Scott, es nuevo en la ciudad, espero que no te moleste que lo haya invitado. —dice Tom amable.

—Hola encantado, ¡Muchas felicidades!— dice el nuevo chico mientras le da dos besos. Amy se ruboriza y yo que la conozco demasiado bien, se que le ha gustado.

—Hola…encantada, gracias.—dice ella emocionada, le brillan los ojos como nunca y no paran de mirarse.

—¡Madre mía, chicas! creo que Amy se ha enamorado— les digo a las chicas contenta. Natalie y Kayla me miran sonrientes, ellas también se han dado cuenta de la situación.

Después de lo que parece un siglo, Scott se va con su primo a por una bebida y Amy viene hacia nosotras como si estuviera en una nube.

—¿Amy, estas bien?—le pregunta Natalie muy picarona.

— si, claro, ¿porque lo dices?— contesta Amy desconcertada.

—Porque se te esta cayendo la baba.—dice Natalie entre risas.

—¡No seas tonta, Natalie!—dice Amy intentando sonar molesta, pero no puede parar de sonreír.

—Venga, ahora en serio ¿te ha gustado a que si?—digo para salir ya de dudas.

— Vale, si, me ha gustado, mas bien he sentido algo muy extraño, como si lo conociera de toda la vida.—dice Amy súper feliz. Y entonces me doy cuenta, ha encontrado a su alma gemela, yo me sentí exactamente igual cuando conocí a Dylan. Me empiezo a concentrar para intentar comunicar con Amy mentalmente y decirle lo que pienso.

“Amy? Me oyes?”