Guerrero

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Tal cómo había asegurado Jimin, estuvo de pie temprano y listo para ir a la habitación de Yoongi a prepararle el baño, mientras que ordenaba los desayunos para los Reyes y príncipes a cada habitación, limpió la alcoba del omega y para cuando él estaba listo y desayunado, bajaron para ayudar con los preparativos del homenaje y fiesta de compromiso.

El sastre llegó poco después y los Reyes fueron los primeros en ir a probarse los trajes, después fue el pequeño Soobin y mientras acompañaba a Yoongi se encontró con Jungkook en el camino. 

—Alteza, por favor —dijo el beta mientras le entregaba con una reverencia el traje para su boda. 

—Gracias, ¿trajiste lo que te pedí? 

—Por supuesto, ¿para quien es? 

—Para él, que se lo pruebe —señaló a Jimin bajo la sorprendida mirada de todos los presentes. 

—Aquí tiene, por favor pase de este lado a probarse el traje —le pidió el sastre a Jimin. 

—Yo no…

—Sólo hazlo Jimin, es un regalo —ánimo Yoongi, que al ver que sería el último se terminó acomodando para esperar. 

El rubio terminó aceptando y se cambió sus ropas por el bonito hanbook blanco con tonos azules pastel, escucho la cortina del lado de Kook ser abierta y como el sastre le hablaba de pequeños ajustes, suspiró antes de recorrer la cortina y salir, sintiendo su rostro sonrojarse por la mirada de impacto en los demás. 

—Luces hermoso —habló Kook sonriendo y entonces notó que su traje iba a juego con su hanbook. 

—¿Que significa esto, Alteza? 

—Que si habrá boda, será la nuestra. 

—Lo conoces desde hace casi un mes, ¿estas seguro de eso, Kook? —cuestionó Yoongi.

—A la Duquesa Bae sólo la vi cuando tenía diez años, claro que estoy seguro —tomó la mano de Jimin y lo acerco al sastre —ajustelo para que termine por quedarle perfecto. 

—Como ordene, Alteza. 

—Y ni una palabra de esto a nadie, es un secreto aún. 

—No me atrevería Alteza —aseguró. 

—Bien, me cambiaré para que puedas probarte el tuyo Yoongi —avisó y entró cerrando la cortina. 

El sastre terminó de ajustar los últimos detalles en Jimin cuándo Jungkook salió y se retiró no sin antes despedirse con un beso en la frente de Jimin. 

—Me casé o no con alguno de tus primos parece que seremos familia después de todo. 

—¿Te emociona la idea de conocerlos ahora que sabes que no son de ideas "tradiocionales"? 

—Sigo pensando que no quiero casarme, aunque tienes razón, siento intriga por el Reino Kim ahora —habló antes de entrar y cerrar, Jimin hizo lo mismo y salió con sus ordinarias ropas, ajustaron también un poco el traje de Yoongi que era color beige con dorado y salieron de ahí para continuar su lista de deberes.

Jimin ahora se sentía avergonzado de estar preparando todo para su boda sin querer, aunque no había dicho que si, no era necesario hacerlo, algo dentro de él vibraba de emoción ante la idea de ser la pareja de Jungkook, aunque le gustaría primero arreglar todo con su familia, había podido recordar más breves momentos con ellos y se llevaba muy bien con todos, estaba seguro de que su partida había sido dolorosa. 

Aunque convivía menos con sus primos Namjoon y Seok Jin por ser mayores y tener más responsabilidades, logró recordar como lo cuidaban de pequeño y lo ayudaban a entrenar, perfeccionar su lucha con espada y a practicar arqueria cuando su padre no podía hacerlo con él.