36

12 1 0
                                    

Presiono el timbre y a los pocos minutos Sara me recibe con una gran sonrisa para luego abrazarme

-¿Cómo es posible qué no hayas venido en dos semanas?

-Lo siento, estuve ocupada en el trabajo- Dylan aparece en la sala y me saluda con la mano antes de subir las escaleras, miro a Sara con el ceño fruncido

-Mala semana en el instituto

-¿Zoe?- Ethan y Sav se hacen presentes en la sala y ella se acerca para abrazarme-¿Cómo has estado?

Ethan me da un leve empujón y yo sonrío

-Bastante ocupada- Respondo la pregunta de Sav

Ella y Sara caminan a la cocina para seguir preparando el almuerzo, y junto a Ethan salimos al patio trasero donde ya está preparada la mesa con algunas botellas de cerveza y el vino preferido de papá.
Nos sentamos en la mesa redonda donde solía tomar el té con mamá y Ethan sonríe

-¿Qué?- Señala la piscina y me mira

-Allí nos conocimos

-Y te odié- Reímos juntos

-Pero luego me amaste- Ruedo los ojos y lo empujo

***Flashback***

Mis amigos y yo nos encontrábamos caminando por las calles nevadas de Beverly Hills, Maddi se aferraba a mi brazo mientras temblaba

-¡No puedo creer que me convencieron de salir a caminar con éste frío!- Luck y yo intercambiamos miradas y reímos en silencio

-¡No es tan malo!

-Dile eso a mis dedos congelados- Nos sentamos en nuestra cafetería preferida luego de saludar a Daniel, el dueño del lugar y pedimos lo que vamos a tomar. A pocos metros de nosotros se encontraba un grupo de chicos de nuestra edad o quizás unos años más grandes, hablando y riendo mientras toman café o lo que sea que hayan ordenado.

-¿Cuándo conocerás a tus nuevos hermanos?

-No son mis hermanos, mi padre no es el suyo- Respondo tajante al pensar que unos extraños estarían pisando mi casa

-¡No puede ser tan malo!- Puedo notar que Luck la codea y yo suspiro-Lo bueno es que no vivirás con ellos

-Lo que Maddi quiere decir es que no deben agradarte si tú no quieres, pero debes estar abierta a conocerlos y luego juzgar

-Iré al baño- Dicho eso me levanto para encaminarme al baño, los chicos de la mesa se levantan dispuestos a irse y uno de ellos choca conmigo provocando que su café helado caiga por mi blusa negra

-Lo siento, no fue mi intención

-¡Deberías fijarte por donde caminas, idiota!-Espeto molesta mientras me limpio con servilletas que me tiende Daniel

-No fue mi culpa, hay más espacio para ir al baño

-¡¿Dices qué es mi culpa?!- Sus amigos miran la escena en silencio. Él quiso ayudarme pero yo no lo permití y entré al baño.

Lo que no sabía era que más tarde ese día me volvería a topar con él.
Me encontraba en el patio trasero mientras disfrutábamos del atardecer, el cielo tenía tonos anaranjados y amarillos, mamá solía sentarse en los escalones y contemplan el hermoso atardecer hasta que la luna saliera y el cielo se oscureciera.

-Quién diría que nos volvimos a encontrar- Me topo con el idiota de la cafetería al girarme, sus manos están en los bolsillos mientras me observa

-¿Qué haces aquí?- La voz de mi padre desde dentro de la casa me llama, paso por su lado y entro en la casa para encontrarme con Sara

Déjame entrar en tu vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora