Recuerdos del corazón (Adaptación)

Capítulo 4

Después de todo el espectáculo que Fort presencio, camino sin rumbo hasta toparse con Boss, se obligó a desaparecer cualquier signo de tristeza de su rostro y se acercó a él.

Fort: ¿Dónde te habías metido? Estaba buscándote.

Boss: Pero si antes de salir te avise que pasaría el descanso con Nouel.

Fort: Como sea, estaba pensando en salir esta noche, ¿te apuntas?

Boss: Desde luego que sí.

Esa tarde después de apresurarse a terminar sus deberes salió de su casa para darle alcance a Boss quien lo esperaba a dos calles de su casa para irse juntos.

El lugar que eligieron no era muy ruidoso y era frecuentado por personas bastante agradables con las que se podía platicar fácilmente, pero Fort no hablaba con nadie simplemente entro y se sentó, no se movió de su lugar en cambio Boss ya estaba charlando con un grupo de chicos que parecían bastante divertidos.

Los pensamientos de Fort solo le recordaban esa escena que tanto le molestaba, Pero de un momento a otro se puso de pie y a paso firme se dirigió hasta donde se encontraba Boss y se unió a la plática como si nada a partir de ese momento decidió dejar el cariño por Peat en el fondo de su corazón y continuar adelante.

El solo engaño a su mente y corazón haciéndole creer que en realidad era esa superficial que todos lo creían en un principio y con el pasar de los años terminó por creerlo del todo, ahora el recuerdo de Peat era muy borroso, lo único que recordaba de él era su nombre y su pasión por la lectura, no recordaba con exactitud su aspecto, ni nada más a causa de tanto auto engañarse para lograr olvidarlo.

En la actualidad Fort hacía y deshacía a su antojo, era todo un rebelde, típico comportamiento adolecente, sus fines de semana jamás los pasaba en casa, siempre había alguien con quien salir y nuevas oportunidades de conquista.

Boss a pesar de siempre tener una imagen superficial de su compañero, si había percibido el cambio en su actitud, según lo que el recordaba Fort nunca fue de tener un acoston con alguien distinto todos los días, eso lo preocupaba bastante pero un día si más le dijo que tenía novia y ahora podría dejar de sermonearle por su libertinaje.

Cuando se le presento no le pareció una mala chica, su nombre era June, estaba en el mismo colegio, pero un año menor, todo marchaba bien a su parecer y así continuo por algunos meses hasta que empezó a darse cuenta de que ella muchas veces lo orillaba a ser cruel con los demás, llego un punto en que logro ponerlo en su contra alegando que solo se interponía entre ellos, cuando trato de parar sus comentarios ofensivos para con una chica que accidentalmente había chocado con June.

Lo único que pudo hacer fue alejarse de él, mientras June estuviera cerca, las únicas oportunidades que tenia de hablar con él era durante las clases y nunca podía hablar de ninguna de sus preocupaciones porque Fort simplemente lo ignoraba, estaba harto de su actitud, pero no podía hacer nada.

Boss no era el único que se preocupaba por Fort, también sus padres, veían con total desaprobación la actitud de su hijo y aún más se negaban rotundamente a aceptar su relación con la muchacha, pero Fort ignoraba todo y a todos, para el June era perfecta y nunca dudaba en salir en su defensa cuando escuchaba que hablaban mal de ella.

Lo que Fort no sabía era que June, en realidad era una doble cara que se acostaba con alguien más a sus espaldas, mientras estaba con él se comportaba de forma tierna y atenta, era lo suficientemente lista como para logar que su secreto permaneciera oculto y mantener a Fort a sus pies, le convenía eso porque él la consentía y cumplía sus caprichos, además que el ser de una familia adinerada, era seguro que no padecería ninguna necesidad económica por lo que había propuesto la meta de casarse con él sabía que no le agradaba para nada a sus suegros pero que importaba cuando Fort había demostrado que no tomaría en cuenta la opinión ajena, en caso de que alguien más se atravesara en su camino no dudaría en deshacerse de el como sea.