Este deseo que corre por mis venas, me está volviendo loco porque lo único que hago es delirar y pensar que estoy tocando, no solo el cuerpo, sino el alma con mis besos.
-Enzo Rinaldi.
—Para la mujer más deslumbrante que hay en este lugar. Para la única que tiene mi atención. —Cuando dijo eso, mi corazón palpitó más fuerte de lo normal.
No lo va a lograr.
No lo hará.
No puedo dejar que destruya mi venganza. Mi plan no se puede ir abajo solo porque a Rinaldi le dé la voluntad de coquetear para que me acueste con él. Puedo tener sexo con el hombre que me atraiga, Enzo no es indispensable para mí, él no es necesario.
—No quiero las margaritas, pero gracias, se las daré a mi amiga.
Sus ojos dejaron de brillar al decirle que no aceptaba su regalo. El rostro de Enzo se volvió desconcertante, e, incluso anonadado.
Mi plan sigue acabo, no perderé.
—Pensé que dejarías atrás tu venganza y tal vez...
—¿Tendríamos un final feliz? —le pregunto, interrumpiendo lo que estaba diciendo—. ¿Qué crees que es esto Enzo? ¿Un cuento de niños? Esto es la vida real y en esta vida, escúchame bien. —me acerco a él para no hablar en voz alta.—. En esta vida no te perdonaré lo que le hiciste a mi familia.
Aunque su aroma me es muy familiar y me embriaga dulcemente, el recuerdo de que Enzo mató a mis dos únicos familiares, no me dejará nunca y por esa razón no me puedo permitir caer en sus engaños, mentiras y demás.
—No pensaba que me perdonarías, ni siquiera cuando pedí tu misericordia. —sus ojos de vuelven fuego intenso. La nobleza desapareció en un instante—. ¿Quieres saber porque estoy aquí? Porque tu y yo tenemos los mismos pensamientos.
»Queremos venganza y dos cabezas piensan mejor. La CIA no explota tu potencial, sino que te ha encadenado a su alrededor para que cumplas sus leyes mientras ellos se hacen ricos con tus sueños. —se acerca a mí logrando que su nariz y la mía se rozen—. Lo que te puedo brindar, el puesto que te daré, puede hacer que todo lo que siempre has deseado pueda hacerse realidad.
Todo su argumento y explicación me ha dejado desconcertada. Creo que lo que quiere decirme es que me una a él, que me una a mi enemigo.
Este imbécil está más loco que una cabra.
—¿Y al venir aquí, pensabas que diría que si? Ya me conoces, Enzo. No lo haré.
Cuando digo que no lo haré, doy una vuelta y sin decirle adios, empiezo a caminar para desaparecer de este entorno. Enzo me estresa y me estresa todo lo que viene de él porque lo que él atrae es muerte.
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IMPERIO RINALDI© (1 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]
RomanceArrogante. Desalmado. Traicionero. Embustero. Hay demasiadas palabras que pueden describir a este hombre. Nadie ha encontrado al mafioso más buscado en toda latinoamerica. Este hombre ha sabido escabullirse y burlarse de las autoridades, pero un er...