49th

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La mejor forma de vengarse de alguien que te haya hecho daño, es golpeando su punto débil.

—Crystal Rodríguez.

   Levanto el miembro de mi ex jefe y colocándolo cerca de su rostro, con mi mano libre le abro la boca ampliamente y le entro el miembro hasta el fondo

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   Levanto el miembro de mi ex jefe y colocándolo cerca de su rostro, con mi mano libre le abro la boca ampliamente y le entro el miembro hasta el fondo.

   Podría tirarle una foto y quedarmela de recuerdo, pero ya sería avaricia hacer eso.

    —¡Pudrete en el infierno, cabrón! La venganza ha finalizado.

   En cuanto termino de torturarlo, le doy la espalda y empiezo a caminar hacia la habitación en dónde estaba descansando despues de haber dado a luz. No me detuve a mirar a Enzo ni a Elliot porque ellos dos van a terminar mi trabajo, así que; en lo que ellos lo terminan de matar, yo descanso como la reina que soy.

    No creí tener que volver a usar mis famosos metodos de tortura. En el pasado,  cuando era una si, los criminales me tenían respeto y mis compañeros nunca se pasaron de la raya porque sabían que no les iba a dejar pasar ninguna estupidez.

   Estoy sucia de sangre y sé que Enzo va a tardar, por lo tanto, no puedo cambiarme sola, estoy adolorida. Esperaré a Enzo, mientras tanto, dormiré un poco para calmar mi ansiedad.

   Mis ojos se quieren abrir, pero el cansancio me tiene un poco estropeada, así que en vez de abrir los ojos, me giro hacia la izquierda para acomodarme aún más en la cama y poder dormir por unos minutos más

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   Mis ojos se quieren abrir, pero el cansancio me tiene un poco estropeada, así que en vez de abrir los ojos, me giro hacia la izquierda para acomodarme aún más en la cama y poder dormir por unos minutos más. Sin embargo, al girarme siento algo extraño en la cama, así que asustada abro los ojos inmediatamente antes de que sea tarde.

   —¡Dios, es esto! —encuentro a Enzo sentado en la cama dándole un biberón a mi hija y a Elliot en el otro extremo dándole leche a mi hijo.

   Me tiro en la cama toda desparramada sin importarme que ellos dos estén en la habitación.

   Respiro profundo.

   Por un momento pensé lo peor. Creí que me iban a matar o no sé qué.

   Giro mi rostro hacia la izquierda para observar a Enzo de nuevo. Luce hermoso dándole de comer a nuestra hija, no creí poder ver esta parte de él nunca, después de todo lo que tuvimos que pasar. No obstante, agradezco a Dios por dejarme ver esto.

IMPERIO RINALDI© (1 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora