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-H-hola...

No recibió respuesta, provocando que su ceño se frunciera mientras que a su vez, una sensación de incomodidad se apoderó de todo su cuerpo.

-Hola...?

Otra vez el mismo silencio.

-Oye, te estoy habland-

-¡¡N-NO TE ME ACERQUES!!

Ese grito que representaba miedo hizo que el rubio que anteriormente estaba pidiendo atención ahora esté pidiendo ayuda.

Puso su mejor cara de fastidio y miró asqueado al joven que se encontraba sentado en el piso.

-Que exagerado eres, ni que hayas visto un fantasma.

Respondió mientras se alejaba del pelinegro y se acostaba cómodamente en el sofá vacío.

-Literalmente estoy viendo como un gato se convirtió en un PUTO HUMANO Y ME ESTÁ HABLANDO AHORA MISMO.

-¿Y? Nada del otro mundo.

-Debes estar bromeando.

15 minutos antes...

Hyunjin volvía de la casa de su mejor amigo Jisung.

Ese día se habían juntado con todo el grupo de amigos de Jisung y estuvieron unas 5 horas ahí, hasta que el pelinegro fué el primero en irse con la excusa de que hoy venían sus padres a visitarlo.

Era todo mentira obviamente.

Hyunjin realmente no encajaba ahí.

Los amigos de Jisung eran completamente diferentes a él, de eso estaba 100% seguro.

Gracias a eso, todo el tiempo que estuvo con ellos fué un poco, para no decir demasiado, incómodo.

Dejándo eso de lado, volvamos al presente.

Hyunjin volvía caminando a su casa, le faltaban una cuadra y llegaría a su destino. Sin saber que en su propio hogar lo estaría esperando una "agradable" sorpresa.

Llegó y dejó todas sus cosas en el sofá mientras se dirigía a su habitación para cambiarse.

Entró a ésta última y sin dudarlo fué a pasos lentos hacia su armario, donde estaban todas sus prendas de ropa descansando.

Abrió la puerta derecha y buscó unos pantalones sueltos, una camisa blanca lisa y un hoodie negro.

Se cambió y salió de su habitación con la intención de irse a su patio, colocar agua en su regadera y ponerse a hidratar sus plantas que descansaban plácidamente en los pastos verdes que adornaban la parte trasera de la casa.

Pero grande fué su sorpresa al ver una pequeña caja de cartón maltratada en medio de su patio.

Frunció su ceño confundido y abrió la puerta para salir y dirigirse hacia la extraña caja que se encontraba en frente de él.

Se acercó lo suficiente y maldeció en su interior al darse cuenta que dentro ésta había un pequeño gatitio naranja claro recostado durmiendo en ésta.

Lo que me faltaba, pensó Hyunjin.

Pero claro estaba que él no era tan mala persona como para dejar al pobre animal ahí tirado, hacía demasiado frío y el cielo daba señales de que habría una fuerte tormenta hoy.

Por lo tanto, levantó la caja cuidadosamente, se dió media vuelta y caminó hacia adentro de su casa.

Dejó la casa arriba de su sofá mientras se sentaba al lado de ésta.

ʟɪᴛᴛʟᴇ ᴄᴀᴛ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora