ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 𝟶𝟷𝟻

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𝟮𝟱 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗽𝘁𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗲

ʏᴏsᴇʟɪɴ;

𝟮:𝟱𝟬 𝗽.𝗺.

De un movimiento logre interponer la punta de mi tenis para que la puerta no me fuera cerrada en la cara. Mi respiración es agitada y la presión que hago con las manos por mantener la puerta abierta hace que me duelan los dedos. Siento que mi cuerpo pesa, tanto que lo único que quiero hacer es darme una ducha y dormir al menos siete horas. Aunque el que Yoongi me haya tenido aquí a fuera por más de veinte minutos no creo que sea señal de que eso vaya a suceder tan fácil o pronto.

Siendo sincera no me esperé ésta bienvenida.

Tampoco es como si tuviera en la expectativa la gran fiesta del año, pero siquiera un abrazo.

Si, claro.

No recibí tal cosa.

Luego de haber dormido a todos esos tipos que tiene Ignacio como guaruras y sobrevivir a aquélla explosión, crei que ya todo mi día sería pacífico y sin inconvenientes, pero ahora, estoy presenciando algo que jamás creí que vería, y es el como Yoongi, en su afán de fastidiarme no me deja entrar al departamento.

Que novedad..

Unos años lejos de mi y ya a agarrado valentía para enfrentarme.

Creo que él no lo sabe, pero ella es mi madre.

¿Por que me trata como si yo fuera la extraña?

──Imbécil.. Soy yo.

──¿Que haces aquí? ──Su voz sonó malhumorada y eso solo puede significar dos cosas, o esta molesto por el hecho de que he venido a ellos o simplemente lo he despertado del sueño. ──Agh.. Se supone que tu no deberías de estar aquí... Sino allá.

Es la segunda opción. Algo me lo dice.

Cuando hablabamos por teléfono no me pareció que hubiese esa clase de distancia entre los dos.

──Primero dejame pasar. ──Lo mire sin ganas, con una expresión que me imaginé en la mente, era de mierda, y fingi una sonrisa en el momento justo. Solo haci dejó de empujar la puerta.

──No esta mamá, para que lo sepas, y no volverá hasta mañana. Entra.

──Te lo agradezco. ──Hago una leve reverencia antes de entrar, y sigo de largo hasta la sala mientras arrastró la maleta.

──Caramba, antes quitate los zapatos.

Yoongi comenzó a refunfuñar, pero como más que ofenderme me pareció adorable, lo ignore, aun cuando se que realmente eso por lo que se molesta no es ninguna broma y le enoja, incluso más de lo que se puede ver.

──Jodidos modales los tuyos, Yoselin-

──Tengo hambre. ¿Hay algo de comer en esta casa?

Para cuando me respondió, yo ya estaba buscando en las alacenas.

──No se. ──Su voz sonó sin interés, y volteo a ver el reloj de la pared. ──Casi no venimos a casa, más que a dormir y solo si es una ocasión especial, como yo hoy. ──Respondio calmado, para después caminar hacia el sofá y sentarce en el. ──¿Por qué veniste? No es que no me de gusto tenerte aqui, pero todo a sido pacífico estos años... Sabes lo que significa esto ¿no? Aquel tipo...

──JaJa.. ──Rebusque en el rincón del refrigerador y encontre algunas cosas desagradables.

Ahora como le explicó.

𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 ||☘|| 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝓣.𝓹˚ [+❶❽] 𝗝𝗝𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora