LEÓN #3 [Disponible en físico]

CUATRO

Ivanna

León ata mis manos al cabecero de la cama y los pies a cada pata. Mi vestido se ha subido hasta mi cintura, dejando mis bragas completamente expuestas a él. El bastardo me ha atado con las piernas abiertas. Voy a matarlo, lo juro. Comienza a desnudarse, primero se quita la camisa, se la desabotona lentamente mientras me mira. Su boca se eleva de un lado. Me remuevo y tiro de las cuerdas, lo único que gano es hacerme daño.

-León, te juro por mi familia que esto no va a quedar así. ¡Cúbreme con una manta!- le grito.

-Oh no, shchenok. Así estás bien.

León se quita la camiseta, quiero desviar la mirada, pero no puedo. Estoy atrapada en su cuerpo, lo he visto mil veces sin camiseta. Sin embargo, es como si nunca tuviese suficiente. Sus dedos enganchan la evilla de su cinturón, la abre y se lo quita, lo lanza a un lado de la cama. Luego agarra el botón de su pantalón, se lo baja junto a lox bóxer. Mi mandíbula se desencaja. Es la primera vez que veo a León completamente desnudo. Su... Su polla está dura. Me sobresalto cuando León choca sus palmas.

-Me marcho al jacuzzi- dice sonriendo.

-¿Qué?

-¿Prefieres que me quede aquí y masturbe delante de ti?

-¡No!- sí, quiero que lo haga.

León se ríe, sale a la terraza de la habitación donde están el jacuzzi y la piscina. Desde aquí puedo verlo entrar en el agua, se acomoda en el asiento del jacuzzi. Inclina la cabeza hacia atrás. Oh Dios, necesito apretar los muslos. Maldito León Di Santos. Miro hacia el techo. Empiezo a escuchar sus gemidos, la presión entre mis piernas crece, al igual que la humedad. No puedo evitar que mis ojos vayan hacia él.

-Joder- gimo.

Me está mirando fijamente mientras se toca. León sonríe.

-¡Te voy a matar!- grito.

-Esto es bastante divertido, puedo ver la humedad de tus bragas desde aquí, shchenok.

-Maldito seas, mira hacia otro lado.

El brazo de León se mueve con más rapidez. No puedo creerlo. Sí, si que puedo, es León.

-Me voy a correr- gruñe mirándome.

-¡Deja de mirarme!

-Eres tu quien me mira mientras me alivio.

Miro al techo y grito por la frustración que el imbécil me está causando en todos los sentidos. Quiero matarlo, quiero correrme y quiero comer. Tengo hambre. Los gemidos y gruñidos de León me taladran los oídos, de pronto se queda todo en silencio, sólo puedo oír las burbujas del jacuzzi. La cama se hunde a mi lado, así que giro la cabeza.

-¿Qué haces?- pregunto.

-Dormir después de un buen orgasmo- contesta.

-No vas a dormir en la misma cama que yo.

-¿Tienes miedo de que te guste?

-Eres un maldito hijo de puta.

El bastardo se ríe a carcajadas.

-León cúbreme con una manta. Ahora.

-Ya he visto tus bragas mojadas.

-Te juro que voy a matarte.

León se pone de lado de espaldas a mí y se cubre con las mantas. Escucho su respiración relajarse. Mi boca se abre. No puedo creer que se haya quedado dormido. Niego con la cabeza, no puede estar pasandome esto. ¿Qué le pasa a León? Hoy ha estado muy extraño conmigo. Primero su reacción cuando Sasha dijo lo del japonés ese y después la reacción del club cuando bailaba con Kemal y con Sergei. Joder, no es la primera vez que me ve con ellos y nunca le ha molestado. Giro la cabeza hacia él, escucho sus pequeños ronquidos. ¿Qué estará pasando por esa cabeza?