TREINTA

10.9K 665 88
                                    

Alessio

Vuelvo a casa después de una semana en Rusia acompañando a mi hijo y a mi nuera, León me ha pedido que cuide de Fiama mientras él está fuera, pero que, bajo ningún concepto, la saque de donde está hasta que él venga a buscarla para llevarla a Moscú. Mi nieto nacerá allí, se quedarán un tiempo y luego regresarán a casa. Mi esposa dará a luz en pocas semanas, tengo que cuidar de ella también. Nuestras hijas nacerán en poco más de seis semanas y mi nieto en diez. Temgo que dejarlo todo preparado para que mi hijo venga a por Fiama y mi esposa pueda dar a luz tranquila. Entro por la puerta de casa.

-¡Papá!- grita Matteo corriendo hacia mí.

Mi hijo se lanza a mis piernas. Suelto la maleta y lo tomo en mis brazos. Ya tiene ocho años, pero le encanta que lo siga cargando. Le doy un beso en la mejilla.

-¿Has cuidado de tu madre?

Matteo asiente.

-Paola y Gianara se mueven mucho cuando les hablo.

Sonrío.

-Estoy seguro de que están deseando conocerte, hijo.

Pongo a Matteo en el suelo, agarro la maleta y subo las escaleras hacia mi habitación. Encuentro a mi corderito tumbada en la cama con los ojos cerrados frotando su vientre.

-Me pone tan duro verte embarazada.

Abre los ojos de golpe.

-Me has asustado.

Sonrío, me acerco a la cama y me tumbo bocabajo con la cabeza en el vientre de mi mujer.

-Hola principesse, papá está de vuelta. Vuestra cuñada está bien y vuestro hermano os envía muchos besos.

-¿Cuándo viene a por Fiama?

Le conté a mi esposa todo lo que habían dicho los médicos en cuanto lo supe, también le conté los planes de León para Fiama y el bebé.

-Aún no lo sabe, quiere esperar a que Ivanna esté despierta.

-Quiero que esa mujer se vaya de mi casa, no la soporto, la odio y si no fuera porque lleva a mi nieto dentro de ella la habría matado yo misma. Le ha causado tanto daño a mi niño...

-Se irá, corderito.

Suspiro. Me pongo de pie.

-¿Dónde vas?

-A verla, ¿Pitorre se ha asegurado de que coma?

Mi esposa asiente.

-Creí que te quedarías un rato más conmigo- dice haciendo un puchero con la boca.

-¿Qué me ofreces para que me quede?

Mi corderito se sube la camisa hasta arriba, sus tetas himchadas se asoman con los pezones duros. Gruño. Mi polla se endurece en mis pantalones.

-¿Y dices que León se parece a mí?- pregunto- Es igual de manipulador que tú.

Mi mujer se ríe. Paso mis brazos por debajo de sus piernas y la levanto. Me siento en la cama con ella en mi regazo, atrapo con mi boca la gota de leche que sale de ella.

-Siempre tan exquisita.

Mi corderito mueves sus caderas frotando su clítoris por mi dureza.

-Sabes que tengo muchas cosas que hacer ¿verdad?

-Las necesidades de tu esposa embarazada están primero.

Me empuja por el pecho para que me tumbe en la cama. Paso mis brazos por detrás de mi cabeza. Se baja de mi regazo para quitarse sus pantalones y los míos, vuelve a subirse. Agarra mi polla y la alinea con su entrada. Cazzo, sigue estando tan apretada. Gimo mientras se desliza.

LEÓN #3 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora