CAPÍTULO 15

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La noche que pasé con Daemon fue increíble, me sorprendió mucho, pero no me estoy quejando en absoluto, se quedó completamente dormido a mi lado, su pesada respiración la miraba sobre su pecho.

Me levanté cuando las nauseas atacaron mi cuerpo, corrí hasta el baño y forcé la expulsión de esos asquerosos fluidos, repentinamente unas manos ataban mi cabello, Daemon me miraba preocupado y confundido, bajé el aza del baño para que desaparecieran los residuos.

Enjuagué mi boca con suficiente agua, lavé mis dientes y cara, salí del cuarto de baño con Daemon detrás de mí.

- ¿Qué ha sido eso? – me mira confundido-

- ¿Qué? – respondo sin importancia- Solo fue vomito

- Sé que es vomito – me mira fijamente- como vomitas todos los días – voltea los ojos-

- No quería decirlo, no aun. – desvío la mirada-

- ¿Te sientes mal? –toca mi frente-

- No, bueno, es normal en mi estado – sonrío-

- ¿Qué estado? – frunce el ceño-

- Estoy embarazada – bajo la mirada-

- ¿Embarazada? – coloca un dedo en mi barbilla- ¿Estás segura?

- Eso dijo el médico hace una semana – sonrío- justo cuando compre tu pan favorito

- ¿Por qué no me habías dicho? – se aleja de mí-

- Bueno, quería darte una sorpresa – suspiro- pero creo que no te ha gustado.

- Sí la sorpresa me la hubieras dado hace una semana me hubiera emocionado, estaría feliz. – se aleja-

- ¿A dónde vas? – mencioné confundida-

- No te incumbe – dice sin verme-

- ¿Yo que iba a saber que no querías hijos? – grite- ¡Eso hubieras pensado antes de negarte a usar el condón!

- ¡Si lo usamos! – me encara y se acerca- ¡Pero el tener un hijo no es el problema! – me grita en la cara-

- ¿Entonces cuál es tu maldito problema? – alce la voz-

- Que lo tengas ahora – baja la voz y mira mi vientre- ojala no nazca – me mira fijamente-

- Vete al diablo – salí de la habitación, tomé las llaves de la camioneta y la arranque-

Escuché la voz de Daemon gritar, pero no me importo, conduje sin dirección alguna y horas después me di cuenta que estaba justo en la entrada de la casa de Aemond, lo vi salir con una chica de su casa, soné el claxon y se acercó a la camioneta.

- ¿Qué haces aquí? – me mira confundido-

- Lo siento... yo – silencio- las palabras no me salían, bajé la mirada y él abrió la puerta de la camioneta, limpió mis lágrimas y bajé del auto-

- No soy bueno consolando a las personas, pero puedo escucharte si quieres – me mira fijamente-

- No sé qué necesito en este momento – suspiro- ¿Puedo pasar?

- Vamos.

Caminamos a su casa, entré y me senté en una de sus sillas, levanté la mirada y sostenía dos tazas con vino caliente.

- ¿Quieres? – En ese momento recordé las palabras de Daemon "Ojalá no nazca" no entendía por qué, pero eso me hacía sentir peor

- No puedo – bajo la mirada-

- ¿Por qué no aceptas nada de mí? – deja las tazas en la mesa-

- Estoy embarazada – solté sin más-

- ¿Qué? – me mira sorprendido-

- Sí, estoy embarazada y al parecer al padre no le gustó la idea – bajé la mirada-

- No sé qué decirte – se sienta a mi lado-

- No digas nada – sonrío- no hay nada que me haga sentir bien en estos momentos –juego con mis dedos-

- ¿Quieres quedarte aquí esta noche? – acaricia mi mejilla-

- No – le miré- te lo agradezco, pero recién será medio día, solo vine porque no quería estar en casa, no quiero verlo – suspiro-

- Bueno, quédate el momento que necesites – se levanta- tengo que hacer unas cosas, vuelvo en una hora.

- Tal vez me vaya antes – sonrío-

- Bueno, prefiero que me esperes, pero es tu decisión – hace un gesto con la cara y sale-

Me quedé unos minutos sentada, me levanté después de sentirme entumida y con frío, no recordaba que estaba en pantuflas y camisón, busqué algo con que taparme, al tomar una cobija salieron varios papeles, tomé uno de ellos y vi el nombre de Aemond, Viserys, Rhaenyra, Aegon y Daemon, todos de apellido Targaryen, leí con atención y era una especie que cronología familiar, si esto es verídico... Aemond es sobrino de Daemon, es por eso que siento tanta empatía con él, ya sospechaba que eran familia, por su apellido era obvio.

Miré otro lugar y había más cosas, escuche ruido afuera de la casa, pensé en salir pero no lo hice, la voz de allá afuera la conocía muy bien, él entro furioso y me tomó del brazo.

- Sabía que estarías aquí – me mira de pies a cabeza-

- ¿Qué haces aquí? – le miré sorprendida- ¿Cómo me encontraste?

- No olvides que siempre estoy un paso delante de todo y todos – me jala- vámonos.

- ¡No! – trato de soltarme- No me iré contigo – le miré fijamente-

- No te estoy preguntando – suspira- Por favor, necesitamos hablar – mira alrededor- pero no aquí.

- Te ha dicho que no irá contigo – Aemond aparece cerca de la puerta-

Me sorprendí al verlo tan pronto, según tardaría más, pero la verdad que no tenía cabeza para pensar en eso ahora mismo.

- No te metas Aemond – le mira fijamente-

- ¿Por qué no tío? – sonríe- ¿Debo felicitar al futuro papá? – menciona serio-

- ¿Le has dicho? – me mira enfadado-

- Si – dije firmemente-

- ¿Querías saber cuál era la razón? – me jala del brazo- él es la maldita razón 

UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora