UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)

CAPÍTULO 5

Recostada sobre el pasto me asusté al escuchar su voz, me levanté y lo miré sorprendida.

- ¿Qué haces aquí Liam?

- Pasé a saludar – sonríe-

- Pensé que no te vería en mucho tiempo – suspiro-

- Veo que no te da mucho gusto verme – se acerca-

- No es eso, siempre es bueno tener a un amigo cerca.

- Un amigo... - susurra-

Ignoré su último comentario, me acerqué a Bojack y lo acaricié, observé que él traía consigo a Merlín, de los sementales más potentes y rápidos que Bojack ha vencido.

- ¿Quieres acompañarme a casa de mi hermano? – pregunta curiosos-

- No sé si sea buena idea – suspiro-

- Solo vamos un rato – sonríe-

- Está bien, pero antes tengo que pasar a mi casa.

- Te acompañaré.

Montamos nuestros respectivos caballos, con sus movimientos me retaba a una competencia. Sonreí asintiendo y empezamos, Bojack tomó la ventaja rápidamente, minutos después vi como intentaba rebasarme, pero fue en vano, llegamos rápidamente al establo de la casa.

- He ganado – sonrío-

- Como siempre – ríe-

- Llevaré la camioneta, Bojack tiene que descansar.

- ¿Por qué no vas conmigo y con Merlín? – sonríe-

- ¿Los dos en tu caballo? – lo miro curiosa-

- Sí, no sería la primera vez – sonríe- ¿Qué dices?

- Está bien, déjame checar algo dentro de la casa y ahora regreso – sonrío y entro-

Al entrar cerré la puerta, miré alrededor de la casa buscando a ese loco, no sé si me preocupaba más que estuviera aquí o que no estuviera, sí está aquí solo puede hacerme daño a mí, pero si está afuera... no me imagino cuantas personas quedarían sin brazos.

Subí a la recamara y no había nadie, busqué en todas partes pero al parecer no estaba, ojala que no regrese, acomodé mi cabello y bajé nuevamente con Liam.

- ¿Lista? – sonríe-

- Siempre.

Tomó mi mano y me ayudó a subir a Merlín-

- Por favor has los honores, móntalo tú – sonríe-

Sube al caballo justo detrás de mí, siento sus manos alrededor de mi cintura, y su cuerpo pegado al mío.

- Estoy listo – susurra cerca de mi oído-

Sin responder cabalgamos directo hasta la casa de Chris, en el camino sus manos se movían a lugares que no deberían tocar, pero llevo tanto tiempo sin el tacto de un hombre... que la sensación de sentirlo detrás de mí me inundaba.

"Accidentalmente" tomo uno de mis senos, no dije nada pero él de inmediato quito su mano.

- Lo siento – susurra cerca de mí-

- No te preocupes – sonrío-

Llegamos a la casa del mayor de los Hemsworth, se bajó rápidamente y me ayudó a bajar.

- Conmigo nunca quieres montar – menciona Chris saliendo de la casa-

- Casi me ha obligado – reí nerviosa-

- No lo creo – ríe-

- Es cierto, se negó muchísimo – coloca su brazo sobre mi hombro-

- Ya pasen – sonríe-

Entramos a la casa de Chris, tomamos unas cuantas copas y platicamos de muchísimas cosas, me sentía un poco culpable por no aceptar antes las invitaciones que él me hacía, después de reírnos y beber mucho Liam mencionó que quería mostrarme algo, me daba un poco de nervios estar a solas con él, después de todo aunque nunca hemos tenido una relación siempre ha habido una tensión sexual entre nosotros.

- Te mostraré algo – sonríe-

Caminamos hasta una cabaña llena de paja, habían luces dentro de esta y una sábana con almohadas y cojines.

- Es precioso – lo miré sorprendida-

- ¿Te gusta? – coloca sus manos en mis caderas-

- ¿A que debo esto? – lo miro confundida-

- Es para celebrar nuestro hermoso reencuentro – besa mi cuello y pasa sus manos por mis glúteos-

- No sé si sea buena idea – coloco mis manos sobre su pecho-

- Déjate llevar cariño – muerde mi cuello y lame las zonas-

- Por dios, Liam – suspiro-

Sus manos navegan por todo mi cuerpo, quitó mi ropa lentamente, pasó sus dedos por la orilla de mi ropa interior y reclamó mis labios con deseo, sentí como las emociones se concentraban en un solo lugar, sacó todas las prendas de su cuerpo quedando completamente desnudo, abrió mis piernas con rapidez mientras yo quitaba mi sostén quedando completamente expuesta.

Sumergió su lengua en mi húmedo centro, estimulé mis pechos mientras él seguía complaciéndome, su lengua era tan perfecta que mis piernas comenzaban a temblar de la excitación. Algo me estaba desconcentrando, sentí que alguien nos estaba viendo, miré a la entrada que permanecía abierta y ahí estaba él, Daemon con su mirada matadora. No despegaba los ojos de la escena que le estábamos regalando.

La excitación aumentó cuando nuestras miradas se cruzaron, era inevitable negar que ambos nos habíamos visto, extrañamente no me molestaba que me viera, lo estaba disfrutando, estimulé mis pechos pellizcando y arqueando la espalda para sentir más profundamente su lengua, este paró en seco y me penetro colocándome a horcajadas sobre él.

Sentía mi vagina tan sensible que seguro no aguantaría más, la piel seme erizaba con cada uno de sus toques, mis ojos se concentraron en aquel rubioque nos espiaba, mantuve la mirada en él hasta que con una fuerte embestidaLiam se corrió dentro de mí y yo justo unos momentos después