CAPÍTULO 12

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Un mes ha pasado desde que Daemon hizo oficial nuestra relación, pero no todo ha sido bueno, él de repente tenía arranques que chocaban con mi carácter, pero afortunadamente nuestros momentos buenos pesaban más.

Caminé alrededor de la sala, me sentía un poco nerviosa, un dolor en mi vientre no me dejaba en paz, decidí ir a visitar al médico, Daemon estaba en casa de Chris, jugaban cartas o algo así. Tomé las llaves de la camioneta y conduje hasta el pueblo, miré alrededor y las personas se miraban un poco tensas,

Caminé hasta el consultorio, pasé y después de un rápido chequeo salí, seguí hasta la hierberia, el recuerdo de las palabras del señor no me dejaba en paz ¿Es posible que haya otra persona igual a Daemon? O al menos que vengan del mismo lugar... un fuerte mareo me hizo sostenerme de la pared, la gente pasaba y yo suspiré de alivio cuando el malestar se fue.

Me acerqué al puesto y el señor al verme sonrío, tomó mi mano y me llevo adentro, el lugar era realmente diferente, tenía muchos años que no entraba por aquí.

- ¿Qué te ha traído a mí? – sonríe-

- Quiero saber más – le miro fijamente-

- ¿Sobre qué? – pregunta curioso-

- Me dijo que vieron a una persona parecida a Daemon ¿Es eso real?

- Sabes que la información no es gratis, menos cuando la muerte está cerca.

- ¿Qué? – le miro confundida- sabe que el dinero no es problema, pero necesito información verídica. – sostengo la mirada-

- Te diré lo que necesites – ríe- pero dando y dando.

- Me parece bien – saco un rollo de billetes en liga- aquí está el dinero, ahora necesito la información. – su mano intento tomar la mía pero lo detuve- dando y dando

- Bien – suspira- un hombre más joven, cabello largo y de un rubio muy claro, como el de... tu amigo, con un parche en el ojo y un genio de los mil demonios.

- ¿Dirección? – desvío la mirada, algo me inquietaba-

- Dicen que no está fijo en ningún lado, va de un lugar a otro, al contrario de quien cuidas, él pasa desapercibido, o al menos eso intenta. – sonríe-

- Consígueme un encuentro con él – lo miro fijamente- hasta entonces tendrás el dinero.

Salí de ese lugar con la sensación de que alguien me seguía, miré alrededor y al parecer no pasaba nada, pasé a la panadería y salí con el pan favorito de Daemon, seguro ya estaba en casa, necesito una excusa, no quería decirle del médico, mucho menos que hay alguien que él podría conocer, no sé si es algo bueno.

No me ha contado nada de que estaba haciendo cuando llego aquí, solo me hablaba de Rhaenyra y sus hijos, pero nada más.

Subí a la camioneta, minutos después ya estaba en casa y Bojack en su lugar, entré a casa y no lo vi por ninguna parte, al menos no en la sala, miré en las habitaciones y estaba en la nuestra.

- ¿Estás descansando? – me siento a su lado-

- ¿A qué has ido al pueblo? – menciona tumbado en la cama-

- Tenía antojo de pan – acaricio su cabello y él coloca la cabeza en mis piernas-

- Umm – suspira- más tarde Chris me cortará el cabello

- Pensé que ya habíamos hablado de eso – lo miro fijamente-

- Lo hemos hecho, pero ya lo decidí – se levanta- es mejor así.

Se acerca y besa mis labios lentamente, paso mis manos alrededor de su cuello y él toma mi cintura, muerde mi labio inferior y se aleja.

- Levántate, vamos – jala mi mano-

- ¿A dónde vamos? - me quejo-

- A que me prepares chocolate caliente – me nalguea-

- ¿Qué ha sido eso? - le miro sorprendida-

- Lo vi en la televisión – alza los hombros-

- Vamos ya – reí-

Bajamos a la cocina y preparé su chocolate, comimos pan mientras platicamos sobre lo que había hecho en el día.

...

El día había pasado, Daemon había dicho que le ayudaría a Chris con algo del ganado, aproveché que no estaba para ir nuevamente al pueblo. Después de unos minutos llegué a la hierberia, el señor me recibió con una gran sonrisa.

- ¿Tiene la información que necesito? – suspiré-

- ¿Dudabas de mí? – me mira orgulloso de sí mismo-

- Dime donde lo encuentro – le miré fijamente-

Me pasó un papel con un sitio escrito, el lugar era de las zonas más frías del pueblo, suspiré y pensé un momento.

- ¿El dinero? – menciona insistente-

- Aquí esta – suspiro- gracias.

Salí del lugar y fui directo a la camioneta, me senté en el asiento por unos minutos que parecían horas, miré alrededor y me puse a manejar. Ya tenía el dato, ahora solo me faltaba llegar al lugar.

Manejé alrededor de una hora y media, me sentía un poco nerviosa, bajé de la camioneta y a lo lejos había una casa que parecía abandonada, me acerqué en silencio, aun no estaba tan cerca cuando vi a un joven salir de ahí, se agarraba el estómago mientras vomitaba, mi instinto hizo que me acercara a prisa, lo tomé de los hombros y este levantó la mirada rápidamente.

Se alejó unos pasos de mí y me miro confundido, miró alrededor como buscando a alguien, después volvió su mirada a mí y hablo.

- ¿Quién eres? –su cara no tenía ninguna expresión, solo una de disgusto-

- Yo... - me interrumpe-

- ¿Quién te ha mandado? – se acerca peligrosamente y toma mi muñeca-

A pesar de que tenía un ojo parchado sus rasgos imponían demasiado, las arrugas de su cara se fruncían y me asombré al ver sus facciones, sin duda este hombre podría ser pariente de Daemon.

UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora