UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)

CAPÍTULO 16

POV. DAEMON

Las cosas se estaban saliendo de mi control, después de lo sucedido en casa de Aemond, volví con ella a casa, a regañadientes la traje conmigo, no me dirigía la palabra y llevaba la mirada perdida, entramos a su casa, T/n caminaba por inercia o al menos así lo veía yo, la seguí hasta la habitación.

- Tenemos que hablar – me acerqué lentamente-

- Lárgate – bajó la mirada-

- No me iré hasta que hablemos – la alzo del brazo-

- Suéltame – suspira-

- ¿Qué te sucede? – bufé-

Ella alzó la mirada con mucha seriedad, aunque sabía que estaba enojada la tranquilidad que mostraba su rostro era preocupante.

- Si no te vas tú, me iré yo – menciona mirándome fijamente-

- Te he dicho que no me iré – trato de tomar una de sus manos, pero la aleja-

- ¿Me vas a contar todo lo que quiero saber? – se levanta de la cama- sí es así, habla.

- ¿Qué es lo que quieres saber? – le miré resignado-

- Todo – suspira- ¿Qué pasaba antes de llegar aquí? – traga grueso- ¿Por qué dices que Aemond es el motivo de que no quieras a nuestro... - silencio- a mi hijo.

- Son cosas muy difíciles de explicar, créeme cuando te digo que es mejor que no sepas las cosas a gran detalle – suspiro-

- No vas a decirme nada entonces.

- Lo haré, solo te diré que Aemond no es una buena persona, pasamos por cosas que no son nada agradables.

- Por dios, son familia, nada puede ser más importante que su lazo – me mira confundida-

- Ese lazo maldito... es lo que ha provocado nuestras desgracias. – tomo su hombro- Si quieres que me vaya, lo haré. Pero no te acerques más a Aemond.

- Te iras, ya lo he dicho yo – suspira- no haré lo que tú digas, no lo hice cuando estábamos juntos, mucho menos ahora que, que no somos nada.

La miré, sin decir nada más salí de su habitación, sin nada en mis manos caminé hasta la casa de Chris, no conocía a otra persona tanto como a él, es amigo de T/n pero necesito platicar con él, no quiero que T/n esté sola, no con él rondándole.

Después de varios minutos llegué a la entrada de su casa, él salió un poco angustiado, pues antes ya le había comentado un poco de la situación.

- ¿Ya arreglaron las cosas? – se acerca-

- No – suspiro ¿Pasamos?

- Vamos – mueve la cabeza y coloca uno de sus brazos en mi espalda-

Él sirvió un par de tragos y tomó asiento justo al lado de mí, antes de poder hablar tomé aire profundamente, no podía decirle todo tal cual es, pero algo haré.

- ¿Qué sucede? – me pasa la bebida-

- No hemos arreglado nada, me ha corrido de la casa – suspiré-

- ¿Qué? – pronuncia mientras escupe un poco de su bebida-

- Lo que has escuchado – trueno mi cuello- necesito pedirte un favor.

- ¿Qué favor? –me mira confundido-

- Quédate unos días con ella – suspiro- no los dejes solos.

- ¿Crees que ella lo permitirá? – me mira confundido después de un corto silencio- ¿Qué no los deje solos? ¿De qué hablas?

- T/n está embarazada – bajo la mirada-

- ¿Qué? – se levanta frenéticamente- ¿Seré tío? –me mira con una sonrisa-

- Ve con ellos – suspiré-

- No, ve tú con ellos – dice con autoridad- ¿No quieres tener un hijo? ¿Por eso han peleado?

- Es complicado de explicar – desvío la mirada-

- No sé qué diablos está pasando – se sienta- pero voy a confiar en ti

Me abrazó con fuerza por casi un minuto, si hubiera durado un poco más quien sabe que hubiera pasado, se alejó de mí un momento y me miró con orgullo.

- Felicidades – golpea mi hombro-

- Ahora no me siento con ánimos de celebrar nada – suspira-

- No te preguntaré más – suspira-

- Lo agradezco

- ¿Entonces a donde planeas dormir? – me mira con preocupación-

- Bueno, supuse que podrías darme asilo unos cuantos días – le miré- claro, si puedes.

- Puedo –sonríe-

- Gracias, nuevamente – suspiro-

- Pero tengo una condición.

POV. AEMOND.

Las cosas estaban salieron aún mejor de como las había pensado en un principio, T/n embarazada, menos mal que aquí hay personas como "Sangre" y "Queso" tomé asiento mientras Alya entraba con más vino caliente, ella ha sido una de las mejores cosas que encontré en este curioso lugar.

- He traído tu vino – sirve la copa-

- Has tardado – la miro fijamente-

- Disculpa, tenía cosas que hacer en la hierberia – desvía la mirada- veo que se ha ido tu inesperada visita.

- Sí, se ha ido. – la tomé de la cintura- estoy estresado – miré mi entrepierna- ¿Puedes encargarte?

- Sabes que sí.

Después de pasar el rato con Alya, la dejé aún recostada en la pequeña cama, salí a encontrarme con una persona importante para comenzar con mis planes. Lo vi a lo lejos y se acercó.

- Tenemos todo listo – inclina la cabeza al verme-

- Perfecto, todo tiene que llevarse a cabo esta misma noche.

- Se hará como diga – me mira-

- Retírate.

Ahora sí vas a saber quién soy, sin mascaras ni rodeos, siempre te daré donde más te duele.