UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)

CAPÍTULO 3

Me acerqué lentamente al ver que estaba dormido, bajé de Bojack y lo dejé un rato suelto, me senté en el pasto observando como el viento volaba su largo cabello, abrió los ojos al sentir mi presencia.

- Sabía que no tardarías en llegar – sonríe-

- ¿Qué haces aquí Chris? – estiro mis piernas-

- Solo disfruto de la vista, Nevada siempre ha tenido los mejores paisajes – suspira-

- Supongo que si – me recuesto-

- ¿Qué tienes en el cuello? – me dice sorprendido-

- Nada – coloco una mano cubriendo la marca-

- Parece una mano – me mira sospechoso- ¿Estás saliendo con alguien?

- No, bueno, no es lo que piensas – reí nerviosa-

- ¿Qué es lo que estoy pensando? – levanta ambas cejas-

- Creo que tomaré mi paseo por otro lado – me levanto- nos vemos después

- T/n, no me dejes con la duda – ríe-

Subí a Bojack y seguí con mi paseo, montando por una hora más o menos, regresé a la hacienda y le di de comer a los animales, caminé por el pajal y vi que las gallinas habían dejado huevos, sonreí al hacer toda mi rutina como normalmente lo hago.

Entré a la casa y vi los platos aun en el comedor, guardé lo que servía y lo demás lo tiré, entre al cuarto de mi baño a tomar una ducha, hoy tocaba ir al pueblo, necesitaba comprar provisiones para la semana, mi madre tenía días queriendo venir, pero aún no me siento segura por completo, me cambie y coloque una gran gabardina sobre mi ropa, coloque labial rojo en mis labios y tome las llaves de la camioneta, el pequeño pueblo estaba a unos 30 minutos en auto, más o menos.

Llegue directo a la panadería, al entrar había personas asustadas y el panadero abrazaba a su nieta que trabajaba con él, no entendía lo que pasaba hasta que lo vi, ese hombre con nombre y actitud extraña, tenía el cuchillo en la mano, se veía tranquilo y nada amenazante, tal vez llegue tarde a la escena.

- ¿Qué está pasando? – pregunté a uno de los clientes-

- Ese hombre ha llegado a comer como si lo mereciera, no pagó, lo peor es que cuando el panadero le dijo que no podía hacer eso, le corto la mano en un solo movimiento. – dice sin quitarle la mirada-

- ¿Qué ha hecho este loco? – desvíe la mirada y caminé lentamente a la salida-

- ¿Lo conoces? Pregunta el mismo cliente con el que estaba charlando hace unos segundos-

- No, no le conozco – sonrío nerviosa y suspiro-

- Ahora mismo necesito que me empaques todo eso – sonríe de lado dirigiéndose a Frank el dueño de la panadería, este sin decir nada lo hizo y bajo la cabeza-

Salí de la panadería y esperé a que el loco ese saliera también, tardó unos minutos más y cuando lo hizo hable.

- ¿Sabías que es un delito robar y cortarle los brazos a las personas? – lo miro fijamente- ¿Estás loco?

- ¿Tú quién eres? – ríe mirándome fijamente- pero si eres la loca que me dejó desnudo – voltea los ojos y avanza-

- ¿A dónde crees que vas? – le sigo- si te ven te van a encerrar –lo tomo del brazo-

- ¿A caso te importa? – se suelta de mi agarre- ¿Me has tomado cariño? –ríe y me observa de pies a cabeza- podrías ser una buena distracción

- Has lo que quieras entonces – lo empujo al pasar-

- ¿Crees que te verías bien sin cabeza? – me detengo al escucharlo-

- Yo puedo arrancar tus dos cabezas – volteo y miro su entrepierna-

- Que miedo que das – se acerca a mí- has dicho que me van a encerrar

- Ojala lo hagan – volteo los ojos y camino hacía mi camioneta-

Arranqué el auto y manejé hasta el supermercado, compré todo con rapidez y llegué a mi auto nuevamente, alguien tomo mi hombro y voltee enojada sin ver quien era.

- ¿Ahora qué demonios quieres? – abrí los ojos al ver que no era aquel extraño, sino Chris-

- Perdón, mi camioneta se quedó, pensé que podrías darme un aventón – me mira apenado- pero si no puedes no pasa nada, lo siento. – empezó a caminar y le detuve-

- Lo siento Chris, estoy un poco estresada, pero claro que puedo llevarte, pensé que eras otra persona – sonrío-

- Pobre de quien te haya echo enojar – ríe rompiendo la tensión-

- Solo pasaré por una ropa que encargué en la tienda – suspiro-

- Claro, pasemos, no tengo prisa – asiente-

Caminamos hasta la tienda comercial, no tardamos mucho cuando me entregaron la ropa, subimos al auto y arranqué el coche.

- ¿Ropa de hombre? – me mira confundido-

- Si – sonrío- me la encargó un amigo

- Que extraño – alza los hombros-

Tardamos un poco para llegar a casa, el invierno estaba por llegar y las calles comenzaban a tener una ligera capa de hielo, debemos manejar con precaución, los accidentes son muy frecuentes en esta época del año.

- ¿Entonces ya cenaste? – menciona Chris sacándome de mis pensamientos-

- Apenas iré a eso – contesto con la mirada en la carretera-

- Yo tampoco he cenado – me mira suplicante-

- Puedo invitarte – me río-

- ¿Qué tal una comida al estilo mexicano? – me mira sonriendo-

- ¿Quieres pasar tiempo conmigo por la comida? – lo miro fingiéndome ofendida-

- Claro que sí –ríe- ¿Pensabas que eras linda?

- Lo pienso – sonrío- soy linda.

Soltamos una gran carcajada a la vez, siempre nos hacíamos muchos tipos de bromas, y aunque a veces no lo aguantaba lo quería mucho, era un gran amigo; llegamos por fin a mi casa.

- ¿Entonces la cenita y un desayuno? – ríe mientras baja de la camioneta-

- Solo una cena, está bien – reí bajando las cosas-

- Déjame ayudarte – baja las cosas de la cajuela y caminamos juntos a la entrada-

- Tal vez estofado de res o algo menos pesado que pueda preparar ahora – menciono mientras abro la puerta de la casa-.

Entramos aun riendo por los comentarios de Chris, dejamos las cosas en la cocina y comenzamos a preparar.

- ¿Te ayudo a cortar la zanahoria? –menciona a mi lado-

- Vale – sonrío-

Pasaron unos cuantos minutos cuando escuché un ruido proveniente de la sala, Chris me miro.

- Iré a ver –me mira esperando respuesta-

- No, mejor voy yo – suspiro-

- Te acompaño – sin responder va detrás de mí-

Salimos a la sala y ahí estaba él, sentado en el sofá y con el cuchillo en manos, me observó y después a Chris, de la misma manera.

- Pensé que nunca llegarías – se acerca con rapidez a mí y toca mi mejilla-