UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)

CAPÍTULO 21

Ha pasado una semana desde que estamos nuevamente en Nevada, Daemon ha sido el más cariñoso del mundo, y eso me asusta un poco, aunque cree que no me doy cuenta sé que anda metido en algo, yo a estas alturas solo quiero ser feliz con él.

Estaba segura que si lo enfrentaba no me diría nada, pero hay alguien que seguro si cederá por mí. Conduje hasta la casa de Chris mientras Daemon seguía durmiendo, me estacioné y toqué su puerta.

- ¿Qué haces aquí? – me mira confundido-

- Tengo preguntas – sonrío-

Sin esperar respuesta entré, miré alrededor y había un montón de papeles cerca de la mesa.

- Eres un desastre – suspiro-

- No te asombres – alza los hombros- ¿Qué preguntas tienes?

- Ya lo sé todo – le miré fijamente-

- ¿De qué hablas? – responde confundido-

- Del plan de Daemon – entrecerré los ojos-

- T/n, tú sabes cómo es, no puedo hacer nada para evitar que se enfrente a su sobrino, es algo familiar. – bufa-

- ¿Qué? – le miro con angustia- ¿Planea enfrentarse a su sobrino?

- No que ya sabias... - me mira ofendido- ¡Me engañaste!

- Maldición – suspiro- ¿Cuándo será eso?

- No sé, esta noche o algo así – responde aun confundido-

- Me voy, gracias.

Salí de su casa, manejé rápidamente hasta llegar a la mía y entré a la habitación, lo vi, aún estaba acostado en la cama, con sus pantaloncillos puestos.

Suspiré al verle y me acurruqué a su lado, se medió despertó y puso su mano en uno de mis senos.

- Lo siento, me equivoque – sonríe con los ojos cerrados-

- Es un error común – beso su mejilla-

- ¿Dónde estabas? – abre los ojos-

- Con Chris – suspiré- no te enfrentes a Aemond – lo abracé más fuerte- no me dejes sola.

- T/n, mi orgullo no me permite dejarlo como si nada – besa mi frente-

- Tu orgullo va a matarte – besé sus labios- o a mí.

- No digas eso – se coloca sobre mí- estaremos juntos, siempre.

- De eso no hay duda, si te matan yo haré lo mismo.

- ¡No! No digas tonterías, debes seguir viviendo aunque yo no esté. – besa mi cuello-

- Entonces pido lo mismo, si algún día yo no estoy tienes que seguir viviendo.

- No sé si pueda hacerlo – me mira fijamente-

- Tu puedes – lo besé lentamente-

Sus labios eran tan suaves y deliciosos, si algún día muero que sea con el sabor de ellos.

...

Después de unas horas sentí como Daemon se levantaba de la cama, fingí estar dormida y esperé a que se fuera, vi que llevaba un arma y cuchillos, la hora estaba por llegar, se subió al auto de Chris y manejo, me apresuré para seguirlo sin que se diera cuenta.

POV. DAEMON

La noche estaba llegando, después de despedirme de ella demostrándole todo mi amor era hora de ir por él.

Con cuchillos y un arma que me dio Chris salí solitariamente hacía el lugar donde estaba, la información decía que en realidad no estaba muy lejos de aquí, algo es seguro, él sabe que voy.

No conseguimos información relevante, solamente que tenía una amante, pero me imagino que no es de tanta importancia para él, aunque lo sigo dudando, llegué a ese lugar y como ya lo esperaba ahí estaba él.

POV. AEMOND

La oscuridad estaba llegando, sabía que mi tío no tardaría en llegar, dejé un beso en los labios de Alya y otro en su barriga. Sabía que sería duro este momento, pero no pensaba en cuanto, tomé una espada prestada y me alejé lo más que pude de esta casa.

Caminé por los arbustos hasta que lo vi llegar en un coche, se estaciono al verme y yo me quedé parado, esperando que él se acercara a mí.

- Pensé que te esconderías – mencionaba en voz alta mientras se acercaba a mí-

- Jamás lo haría – acorte la distancia entre nosotros-

- ¿Sabes a lo que vengo? – dijo pacíficamente-

- No te lo dejaré fácil – sonreí-

- ¿Aemond? – escuche su ligera voz detrás de unos arbustos-

- Maldita sea – susurré-

Voltee la mirada y Alya estaba a unos metros de nosotros, vi que Daemon sonreía al verla.

- ¿No vas a presentarnos? – menciona con una sonrisa en su rostro-

- No te interesa – respondí- no es nadie importante.

- ¿Seguro? alzó una ceja-

Daemon pasó de mí y se acercaba lentamente a ella, no sabía si reaccionar o no, suspiré un momento y jalé de su brazo.

- Dije que no era de tu interés, tío. – lo jalé con toda mi fuerza devolviéndolo a su lugar-

- Veo que del tuyo si – sonríe- Porque no vienes y te acercas, quiero conocerte, sobrina.