CAPÍTULO 1

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Los amaneceres se volvieron grises desde que mi abuela no está, la maravillosa vida en la ciudad se ha convertido en algo ordinario para mí, desde que decidí mudarme a la que era la casa de mi abuela, todo ha cambiado, el pasto verde y el sonido de los animales volvían mi vida más llevadera.

Hoy, como todos los días desperté para dar un pequeño o tal vez gran paseo con mi querido Bojack, el hermoso semental negro que vuelve mis días más placenteros, el convivir con las personas del pueblo me ha hecho sacar mi verdadero yo, dejé aún lado las faldas cortas y tacones de oficina para usar jeans de mezclilla y botas de cuero.

Caminé hasta el exterior de la enorme casa, con mis ahorros y el dinero invertido en la empresa de uno de mis amigos, no tenía necesidad de trabajar, al menos no en una empresa, el trabajo de campo era mi vida ahora, nada podía ser mejor.

El viento soplaba satisfactoriamente, saqué a Bojack del establo y lo cepillé un poco, las manzanas eran sus favoritas, mientras comía seguí cepillando el largo de su pelaje.

El sonido del motor de un auto se hizo presente, miré alrededor, la única persona que venía por estos lares solo era él, mi vecino más cercano, los terrenos son tan grandes por acá que solo se podría llegar a caballo o en coche.

- ¿Cepillando a Bojack? – se acerca con una gran sonrisa-

- ¿Qué hace la copia de Thor mal hecha por mis rumbos? – sonrío divertida-

Conocí a Chris hace algunos años cuando visité a mi abuela, resulta ser que desde que vine a vivir para acá era casi mi niñero todo por obra de mi madre, venía seguido a ver como estaba y si necesitaba algo, era realmente encantador, pero nada mi tipo.

- ¿Por qué no te aburres de esa horrible broma? – ríe-

- No podría – alzo mis hombros divertida-

- ¿Darás tu paseo matutino? – pregunta curioso-

- Claro – sonrío-

- ¿Te puedo acompañar? – sonríe-

- No, sabes que ir a caballo es algo que hago sola. – lo miro fijamente- pero lo agradezco.

- Solo no quiero que estés sola todo el tiempo –menciona con una sonrisa en su rostro-

- Oye, no siempre estoy sola – silencio- Bojack está conmigo siempre. – digo mientras coloco la silla en él-

- Sabes a que me refiero – voltea los ojos-

- Por favor deja de sentirte obligado de venir a verme – me monto al caballo- sabes que no tienes que hacerlo.

- No me siento obligado – se acerca a Bojack e intenta acariciarlo, pero a este no le gusta la idea-

- Parece que aún no le agradas – reí-

- Algún día le agradaré – bufa-

- Vete a tu casa de descanso, que para eso es mientras estés aquí – lo miro fijamente- disfruta el campo y los animales, ve al pueblo y compra lo que quieras.

- ¿Ahora me haces el itinerario? – se ríe-

- Solo no vengas seguido, no quiero ser grosera, pero me gusta estar sola, por eso es que estoy aquí.

- Lo entiendo – suspira-

- Cuídate – sonreí y salí a toda velocidad montada en Bojack-

El viento soplaba alrededor de mi cabello, el sonido del lago me hacía sentir mejor, las vacas y todos los animales rodeaban el campo por completo, tomé un descanso cerca del río, saque mi kit de emergencia que estaba dentro de la bolsa colgada en Bojack, coloqué una cobija en el frio pasto, saqué mi libro de bolsillo y leí unas cuantas páginas.

No me di cuenta en qué momento me quedé dormida, desperté con el sonido de los pajarillos, me estiré un poco y levanté las cosas del suelo, mi estómago rugía y es que hasta ahora recuerdo que no comí nada por estar leyendo, reí por la situación y me monté nuevamente a Bojack.

Al cercarme más a la casa vi una pequeña nube de humo, me preocupé un poco al pensar que algo se estaba quemando, fui con mayor velocidad hasta llegar a mi hogar, la nube de humo se hacía cada vez un poco más pequeña, bajé de Bojack dejándolo en un lugar seguro, me acerqué al humo y cerca de la paja había en el suelo algo rostizado, me acerqué más y mis ojos no podían creer lo que veían.

Me asuste al ver un hombre con vestidura extraña, su cabello era largo y de un rubio muy claro, dudé en ayudarlo, pero un leve suspiro escapó de su boca, le hablé varias veces para ver si reaccionaba, pero fue en vano, lo observé mejor y tenía pequeñas quemaduras en su cuerpo, el labio abierto y su rostro ahumado.

- ¿Qué te ha pasado? – mencioné seguido de un suspiro-

Como pude lo arrastré hasta llegar dentro de la casa, lo dejé en el sofá de la sala y su cuerpo apenas y entraba, seguía inconsciente pero me acerqué a tomar su pulso, aún lo tenía, quité su ropa con mucho cuidado, su cuerpo era realmente pesado, pero si me lo proponía podía mover una vaca entera, coloqué sobre él una sábana, me sorprendió ver que no llevaba ropa interior, en ese momento solo pensaba en una cosa, tratar de ayudar a ese hombre que traía sufrimiento en la cara.

Fui por mi pequeño botiquín de primeros auxilios, tomé las gasas y agua oxigenada para limpiar sus heridas, después de un rato le dejé acostado y curado, seguía inconsciente, pero vivo.

Cené, ya casi estaba oscureciendo y la hora de dormir no tardó en llegar, miré a mi inesperado invitado una vez más antes de irme a la cama, toqué su cuello revisando su pulso, aún estaba vivo, me dio tranquilidad y me cambié para dormir, me puse mi camisón favorito y por esta ocasión rompa interior.

Me recosté en la cama y cerré los ojos cayendo en un rápido sueño. Horas después, creí que habían pasado varias horas, pero no, desperté con mucha sed, miré la hora en el móvil y recién habían pasado tres horas, eran casi las 3:00 am. Bajé a la sala y entré directo a la cocina, un aroma raro se desprendía, tomé la jarra con agua y la solté de inmediato cuando sentí algo filoso cerca de mi cuello.

- ¿Quién demonios eres? – escuché una voz detrás de mí, un brazo me inmovilizaba y esa persona tenía su cuerpo pegado completamente al mío, sobre la tela de mi camisón sentía un poco más que su piel-. 

UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora