CAPÍTULO 2

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El extraño hombre me tenía prensada a su cuerpo, traté de relajarme antes de ser posiblemente asesinada con uno de mis propios cuchillos de la cocina, me mantuve en silencio un momento y dejé que hablará más.

- ¿Dónde está Aemond? – menciona furioso- ¿Se llevó a Caraxes? – al ver que no respondía me dio la vuelta con rudeza, quedando por primera vez frente a frente- ¿Quién eres? – me mira confundido y enojado a la vez-

- Suelta ese cuchillo, puedes lastimarte – lo miro fijamente-

- ¿Qué? – dice confundido-

- Tranquilo – sonrío con empatía- estoy segura que has estado ingiriendo cosas que no debías, pero pronto pasará el efecto-

- ¿De qué efecto estás hablando? – suspira- Soy Daemon Targaryen – coloca su mano en mi cuello y habla cerca de mi rostro- no estoy jugando.

- ¿Me sueltas? – digo sosteniendo su mano que permanecía cerca de mi yugular- por favor.

Me observa completamente por unos segundos, suelta mi cuello y comienzo a respirar con normalidad, coloco mi mano sobando esa zona que seguro después estaría roja, lo miré nuevamente y recordé que estaba desnudo.

- Estoy esperando que me digas quien eres – se acerca nuevamente a mí-

- ¡Aléjate! – lo miro sorprendida-

- Solo dime quien eres – observa el lugar- empiezo a creer que no estamos en Westeros – mira todo detalladamente-

- Dios mío, sigue desnudo – susurro-

- ¿Desnudo? – se observa- ¿Dónde dejaste mi ropa?

- No servía – recojo los vidrios de la jarra y comienzo a limpiar el agua- la tire

- ¿Tiraste mi armadura? – me mira enfadado-

- Ni para fierro viejo servía – bufe- te daré algo de ropa, solo si prometes que no trataras de matarme.

- No sé si pueda prometer algo así – me mira como queriendo adivinar mis pensamientos- no te conozco.

- Al menos ya tenemos algo en común, yo tampoco te conozco y aun así cuando llegaste a mí establo te recogí y ayudé, curé tus heridas y dejé que durmieras en mi sofá. – lo encaro- y tú despiertas con ganas de matarme, hablando de un tal Aemond y Caraxes, lo siento, no entiendo.

- ¿Estoy siendo regañado? – me mira confundido-

- No, solo digo que eres un mal agradecido. – salgo de la cocina-

- ¿Ahora me dejas hablando solo? – sale detrás de mí-

- Sí, no veo el problema, apenas te conozco, vete de mi casa ahora mismo – miro por la ventana y veo que aún no amanece- bueno, vete mañana.

- Necesito un cuervo, tengo que avisar a mi gente en donde estoy – me toma del brazo- ¿A caso eres una prostituta? – me mira de pies a cabeza-

- Tuvieras mucha suerte – trato de soltarme de su agarre, pero es imposible

-¡Suéltame! – ríe y me suelta- Te vas mañana mismo, no me importa a donde – lo miro fijamente- te traeré algo de ropa – suspiro y subo a mi habitación-

Subí rápidamente por las escaleras, le di una última mirada y él sonreía con descaro, sobé mi cuello mientras buscaba algo de mi abuelo en el closet, no había nada, pensé en pedirle algo prestado a Chris, pero supongo que sería extraño, consideré ponerle algo de mi ropa, no, no es opción, recordé que en el cuarto de visitas tenía ropa de cuando mi amigo venía, corrí hasta ese lugar y por fin encontré algo decente.

- ¡Bien! – dije para mí-

Salí a buscarlo y estaba sentado en el sofá, el cuchillo en sus manos me dio algo de escalofríos, él se miraba hipnotizado por esa arma blanca, tragué grueso cuando me miró y esbozó una sonrisa.

- Ponte esto – coloco las prendas sobre sus piernas-

- Son horribles – me mira por el rabillo del ojo-

- Ponte eso – volteo los ojos-

- Lo haré, pero no porque lo dices tú – se levanta y comienza a vestirse- ¿Estás disfrutando viéndome? –sonríe-

- No, no te estaba viendo – voltee los ojos y caminé a la cocina-

Solté un suspiro recargada sobre la barra, maldita sea, pensé ¿Ahora en que me he metido? Di vueltas en la cocina por un momento, analizaba la situación, no parecía drogado, aunque lo que dice no tiene sentido, a pesar de sus sonrisas cínicas y su mal carácter... algo me dice que está sufriendo, deseaba que se fuera, no quería verlo ni meterme en problemas, mi vida ahora es tan pacifica que si se queda puede que la cambie por completo, pero algo en él me llama, no sé si sea mi ojo clínico el que quiere que se quede, aunque hace mucho tiempo que no ejerzo como psicóloga.

Me estaba estresando, mi cuello tronaba cada vez más, estaba decidida, lo mejor es que se vaya. Salí de la cocina y él estaba completamente vestido, me miró y esta vez solo desvío su mirada a otro lado.

- Trata de dormir – mencioné acercándome a él- déjame llevarte a un lugar más cómodo.

- Este sitio está bien – me mira disgustado-

- Acompáñame – suspire- anda, ya.

Sin decir nada se levantó de su lugar, me siguió en silencio y llegamos a uno de los cuartos de visitas.

- Si quieres ducharte aquí está una regadera – mencioné abriendo una puerta- aquí hay más ropa, tal vez algo te guste.

- Mañana me iré, no te molestes más. – se acuesta en la cama-

- Me voy, descansa – lo observe un rato más y sentí mi pecho hundirse, solté un suspiro y cerré la puerta-

...

El resto de la noche se me hizo larga y eterna, escuché sus pisadas casi todo el tiempo. Por fin había amanecido, tomé una larga ducha y me coloqué mi ropa de siempre, salí de la habitación y caminé directo a la cocina, preparé desayuno para dos, no sabía que le gustaba, pero si tenía hambre seguro se lo comería, cocine unos buenos chilaquiles con carne asada y mucha crema y queso, exprimí jugo de naranja y serví la mesa, esperé unos minutos hasta que bajara pero no había rastro de él, supuse que estaba dormido, caminé hacía la habitación donde lo dejé en la madrugada, pero al entrar me di cuenta que estaba vacía. Solté un suspiro, tomé un poco del desayuno y caminé directo a ver a mi hermoso semental.

Bojack estaba listo, acaricie su pelaje como todos los días, coloque su silla y monté directo al lago, inconscientemente mientras cabalgaba miraba a los lados, tal vez aún estaba cerca, no lo estaba buscando, no es como si me importará, llegué a mi lugar junto al lago y me llamo la atención una persona acostada donde yo solía estar, casi nadie venía por aquí, me acerqué, era él. 

UN AMOR DE OTRO MUNDO (DAEMON TARGARYEN Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora