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-Vamos teff, te quedaría precioso el uniforme de porristas y además seríamos el trío perfecto. -Cristal me miraba con los ojos iluminados mientras juntaba sus manos en forma de súplica. -Tú serías la castaña, chrissy la pelirroja y yo la rubia las abejas reinas de Hawkins. -Jason solo miraba con indiferencia a su hermana mientras conducía. -¿Qué dices?
-A ver si entendí ¿quieres que sea parte del trío de abejas reinas? -Dije sonriendo -Por supuesto que NO! -Se le fue su sonrisa al ver que no iba a aceptar. -Yo no soy tus víctimas de belleza cristal, además amo ser invisible, siempre lo fui y créeme que no me molesta en lo absoluto. -Dije mientras ponía mis manos en los hombros del rubio para que me ayude a calmar los impulsos locos de su melliza.
-Está bien -habló resignada mientras bajaba de la camioneta. -Solo Piénsalo, si? -besó mi mejilla y partió con el grupo de porristas.
-No le hagas caso, ya se le pasará el capricho, pero por lo menos acepta sentarte con nosotros en el almuerzo, hay mucha gente rarita. Como esos de allá -señaló un grupo de chicos con camisetas iguales mientras los miraba con cara desagradable, no recordaba que jason sea así, yo soy igual o más rara que ellos.
Mientras caminábamos adentro, la voz de una mujer nos hizo detener los pasos.
-¡Hola chicos! -La pelirroja beso efusivamente los labios del rubio y luego me abrazó.
Chrissy es una chica muy dulce, pareciera que derramara miel por todos lados, si bien no soy muy cariñosa le correspondí a su abrazo.
Los tortolitos se fueron y yo quedé ahí sola, genial.
Caminé hacia dentro a buscar el casillero que me asignaron mis nervios aumentaban, las manos sudaban más de lo normal, solo quería que mi estadía aquí sea mejor que en California, nunca fui una experta para socializar y creo que Hawkins no será la excepción.
Dejé de sobrepensar hasta que me di cuenta de que me volví a perder, cabe destacar que no le preste atención en lo más mínimo al director Higgins mientras me mostraba las instalaciones de la escuela, asique opte por preguntar a la primera persona que se apareciera.
-Disculpa, me podrías ayudar a encontrar mi casillero por favor -toque el hombro de aquel chico de gorra mientras este giraba para verme.
-Claro, me permites el número así lo buscamos -me respondió amablemente
Me di cuenta de que era uno de los "raritos" que Jason mencionó, es solo un niño no se porque se refería de esa forma hacia ellos. Este estaba con un chico alto, muy delgado y demasiado serio, pero fuera de eso me dio media sonrisa y me acompañaron a mi casillero.
-Muchas gracias... -dije alargando mis palabras para que me dijeran sus nombres.
-Oh, soy Dustin y él es Mike, ¿tú cómo te llamas? -me miró con una sonrisa.