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-¿Por qué defendiste al freak? -Bufo enojado mientras sostenía mi brazo. -¡Me dejaste en ridículo con mis amigos! y todo por el maldito Munson. -Estaba muy alterado, yo solo estaba petrificada por su comportamiento. Sin saber que decir, Las lágrimas querían aparecer, no entiendo porque tanto odio, hoy mi sensibilidad me ganó. En eso se aparece Chrissy.
-Jason no hagas una escenita, tus problemas con Eddie lo arreglas con él, no con teff -habló molesta la pelirroja, mientras tomaba mi mano dulcemente. -Hoy sí que estás imposible, a ver si maduras y dejas de hacer el ridículo con Munson que parecen dos niños.
La mire con los ojos abiertos, lo había dejado bien callado. El rubio solo se dio la vuelta, subió a su camioneta y se fue, supongo que tendré que caminar.
-Vamos linda, te llevo a casa? -asentí y nos subimos a su auto.
El clima era agradable, el sol pegaba en mi cara mientras una brisa fresca se deslizaba por toda ella, el viaje a casa fue silencioso, ninguna habló solo se escuchaba la música de la radio, pareciera que jason y chrissy siempre peleaban así, se la notaba aburrida de su comportamiento por la forma en la que le habló.
Llegamos y nos quedamos unos segundos sin decir nada que para mí, fueron eternos. Ella rompió ese silencio mientras se giraba para verme con una sonrisa tranquila.
-Quiero pedirte disculpas por él, la rivalidad con Eddie empezó desde que jason se convirtió en capitán del equipo -Suspiro mientras me miraba con sus hermosos ojos azules -Si bien eddie lo molesta, jason siempre trata de provocarlo y la verdad que sus amigos tampoco ayudan en nada, Andy y Chance son dos idiotas. El freak puede ser raro pero es agradable.
-Conozco a jace desde pequeños, él siempre me defendió de los niños que me jalaban del pelo en la escuela, pensé que él nunca sería el verdugo -Susurré decepcionada -Te agradezco haberle puesto el alto que yo no pude -Comenté mientras bajaba del auto -Y gracias por traerme a casa, adiós chris.
Chrissy solo sonrió mientras movía su mano en forma de despedida, está arrancó su auto y se marchó. Cuando entre me encontré a Amelia en el teléfono, me dio una sonrisa y me lo paso, ya sabía de quién se trataba.
-¡Papá!,¿cómo estás? te extraño muchísimo -Hablé emocionada, desde que llegué a Hawkins, solo fueron mensajes de texto.
-Mi pequeña, yo también te extraño mucho -Suspiró con nostalgia -Estoy bien y tu como estas?, ¿cómo va la escuela? -Preguntó en un tono más allá de curioso, yo ya sabía a dónde quería llegar.
-La escuela va bien, ya sabes, aburrida -Rodee los ojos en tan solo pensar el día de hoy -Y tranquilo no se me acercó ningún idiota. -Papá suspiró aliviado.
Estuvimos hablando unos treinta minutos, nos pusimos al día, Tom me comentó que en un mes viajaría a Hawkins, dice que tiene algo importante que comentarme y prefería decirlo personalmente, además de querer verme eso es obvio. Si bien no hace mucho estoy acá, la estadía sin él se complica, extraño su presencia, su aroma y los abrazos cálidos acompañados de besos en la frente que solo él sabe darme.
